𝙏𝙝𝙚 𝘾𝙤𝙣𝙚𝙘𝙘𝙩𝙞𝙤𝙣

XXIII: The Conecction

~~bip bip bip~~

- Rouge, el maldito despertador - comenté con desdén, odiaba esto, ella siempre colocaba una hora antes la alarma, para al final terminar posponiendola... Espera... - ¿Rouge?.

Me levanté inmediatamente de mi cama, recordando lo último que pasó, recuerdo a María, y luego a esos dos extraños observando como su capsula con Mephiles explotaba gracias a mi y luego un extraño resplandor, después, todo se vuelve confuso.

- ¡¡Rouge!! - grité lo más fuerte que pude, si alguien podía decirme que sucedía, era ella.

Busqué por todos lados, estábamos en casa, fui a su cuarto, y luego a la sala, pero no estaba, entonces escuche el escandaloso ruido del lavabo, el baño, claro, ¿por qué siento que esto ya lo viví?.

Tenasas, ella y su pelaje, si esto es lo que creo que es...

- ¡¡Agh, maldición!! - escuché desde fuera pensando en que ese día se había quemado la nuca con sus tenazas intentando rizar su pelaje.

- Rouge - toqué la puerta esperando que me dejara entrar, necesitaba respuestas, y, por ahora, ella era la única que podía dármelas.

- Lo siento Black, quemé mi cabello, tardaré 5 minutos más.

- "prepara el almuerzo, luego de eso, salimos" - recordé sus palabras exactas, con miedo de que mi mente estuviera en lo cierto.

- Prepara el almuerzo, luego de eso, salimos - golpee levemente mi cabeza y luego sentí una opresión en mi pecho, ¿había sido solo un sueño? - por cierto, te llegó un paquete extraño, está en la mesa, tiene una nota donde dice que solo tú debes abrirlo.

Levante mi rostro con algo de esperanza, después de todo, no había recibido nada esa mañana. Corrí cómo nunca y me encontré con una caja blanca de cartón, la abrí y, ahí estaba, la prueba de que todo lo que viví no había sido un sueño.

Me coloqué los airshoes y preparé con entusiasmo el almuerzo para mi compañera, después salimos de la casa, ella claro que iría al trabajo, pero yo tenía una cita importante esa tarde, solo tenia que seguir las indicaciones y estaría bien, respuestas, ahí voy.

La verdad era que tenía tiempo de sobra, ver a Blaze no era una molestia, al menos ahora podía saber que era lo que estaba pasando.

- Hola - me saludó, yo le regalé una sonrisa y la invite a sentarse junto a mí, se veía bien, aunque al parecer estaba igual de confundida que yo.

- Yo lo maté - le dije observando su semblante aún preocupado - pero no sé qué está pasando, estamos en el día...

- El día de la conexión - completó mi frase volteandome a ver - gracias - añadió - Tú nos salvaste, y ahora, me siento tan mal por no poder ayudarte a ti.

- ¿Entonces no sabes que sucede?.

- No, lo último que recuerdo es estar peleando a lado de los chicos, luego un extraño resplandor apareció, después ya estaba de regreso en casa, intenté comunicarme con Silver al número que me dio antes de... Pero no había nada, supongo que eso no le devolvió la vida.

- Lo siento - comenté compartiendo su dolor - parece ser que somos los únicos que lo recordamos.

- Si, Silver dijo algo parecido, "cuando el orden del tiempo se vuelva a restablecer, solo quienes estuvieron involucrados recordarán lo que sucedió" - me repitió como si de una tonada se tratara, pensándolo bien era lógico, Blaze podía recordar por venir de otra dimensión y yo podía por que fuí quien logró ese cambio.

- Salvamos el mundo, pero está maldición nos acompañara el resto de nuestras vidas.

Tomé su hombro intentando reconfortarla, pero mi sentir era el mismo, después de todo, estábamos solos.