Capítulo 16

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Después de todo ese berrinche, entre idas y vueltas, ya estaba lista la cena. Nos sentamos en el sillón y debatíamos por cuál película ver.
- No miremos Titanic. No pienso llorar como un loco desquiciado otra vez. - haciendo referencia a una de nuestras primeras juntadas, cuando apenas nos conocíamos y nos volvimos amigos. Me dijo que jamás había visto Titanic, ¡cómo no iba a insistir en verla! Es un clásico.
- ¿Una de romance? - propongo.
- Tráeme los pañuelos.
- Vamos Dyl, ambos sabemos cómo es el mundo del rodaje, no vas a llorar ¿no?.
Ganó mi insistencia y pusimos una random que encontramos en Netflix, disfruto mucho las películas predecibles y romanticonas.
Escucho un soplido de nariz, y no fui yo, así que a alguien le entró nostalgia...
- No me juzgues. También estas llorando. - responde.
- Pero yo no tengo problema en admitirlo, piedrita. - digo, molestándolo.
Pusimos pausa para llevar todo a la cocina, lo lavaré después, o mañana, quien sabe. En cuanto volvimos, agarré una mantita que tenía cerca, ya que estaba empezando a hacer un poco de frío. Estaba casi por terminar la película pero de golpe, se corta la luz.
- Bien, y ahora ¿qué haremos? ¿jugar al veo veo? - me dice, parece un niño de 5 años que no puede entretenerse solo.
- Puedo prender el generador de corriente, pero está arriba, y no tengo batería en el celular como para iluminar con el flash. ¿Me puedes acompañar?
- Ve tú adelante. Si hay un monstruo te agarrará a ti primero. - dice en tono miedoso.
- Oh gracias, que príncipe azul.
Subimos hasta mi cuarto, tengo el generador justo al lado de mi mesa de luz, le pedí a Dylan que se acercara así podía ver con claridad donde tocar, y lo logró encender.
Cuando me doy vuelta para volver, Dylan toca un botón y las luces se vuelven a apagar por completo.
- Ya se me ocurrió que podemos hacer. - me dice al oído.

¿sólo actuación?《dylan o'brien》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora