Estabamos brindando, como ya es costumbre al terminar de grabar la serie. Yo estaba muy incómodo, no pude dormir por pensar en cómo arreglaría lo que había dicho.
-Santa ¿Qué sucede? -dijo Norman.
-No pasa nada.
-¿Es la chica? -asentí-. Deberías invitarla a cenar.
-Pero después dirán que si salimos y...
-¿A quién le importa? Es tu vida, no la de ellos, además nunca te había visto así, es decir, te dolió.
-No quiere ni verme.
-¿Tan mal estuvo?
-¿Sucede algo? -Llegó Steven y nos interrumpió.
-Nada -sonreí levemente y me fui con los demás.
Había terminado nuestro pequeño 'festejo' era hora de ir a verla.
Toque el timbre y ni cinco minutos habían pasado cuando ella ya había abierto.
-Hola -le dije -¿Gustas acompañarme a cenar?
-¿Hablas enserio? -Preguntó ella.
-Si -le sonreí.
-Deja me cambio. Pasa.
Mientras ella se cambiaba yo me quedé en la sala, observaba de nuevo sus cuadros, eran realmente hermosos.
Veinte minutos y ella estaba lista. Traía un vestido holgado de flores y unas sandalias cafes.
-Muy linda señorita -ella se sonrojó por mi comentario.
-Gracias.
La ayude a subir al auto.
-No creas que se me a pasado el enojo por lo de anoche -dijo.
-Eso lo sé, metí la pata, lo siento. Pero lo compensare.
-Más te vale -dijo burlona.
Llegamos a uno de los restaurantes más lujosos de la ciudad, me guataba el sabor de la comida de aquí y ojalá le gustará a ella también.
En la cena sólo hablaba ella, me contaba anécdotas que le habían pasado. Yo sólo la miraba, nunca había notado que sus ojos eran verdes, grandes y muy lindos.