-Juli me dijo que hablaste con ella -dije serio.
-Sí lo hice -dijo seca.
-¿Qué sucede?
-¿Hay algo que me estés ocultando? -me preguntó.
-Ya te conté todo lo sucedido.
-¿Y el beso después de haber terminado la escena?
-¿Por eso estás así? -comencé a acariciar su cabello -. Pequeña, si lo viste todo, me quité del beso, yo sólo amo a una chica -le besé los labios.
-¿Y por qué no me contaste? -hizo puchero.
-Ya lo habías visto -solté una risa -. Además yo no sabía que tú sabias y si te hacías la que no sabia ibas a ir con Juli a pegarle.
-Ok, no entendí nada, pero sí, le hubiera partido la cara -reímos.
-¿Te divertiste? -le pregunté.
-Sí, conocí a Oliver. Es tan...
-Tonto -la interrumpi.
-¿Disculpa?
-Es en buena forma, es muy gracioso -le sonreí dulcemente -. Además, es mi amigo.
-Equis, tengo sueño -dijo bostezando.
-Entonces durmamos -le besé la frente.
-¿Puedo ir de nuevo mañana? -preguntó bostezando.
-Claro, sólo si estás de regreso antes de las 4. A esa hora Steven traerá a los niños.
-De acuerdo -se dio media vuelta, abrazó la almohada y cerró sus ojos, yo pasé mi mano por la cintura.
*
Me desperté y ella ya estaba en ropa interior, buscando la ropa que se pondría. Me puse detrás de ella y la abracé.
-Me gusta lo que veo -le dije al oído.
-Eres un pervertido -se separó de mí -. Sólo en eso piensas - rió fuerte.
-Es tu culpa por ser tan sexy -la miré pícaro.
-Eres un tonto -me sonrío dulcemente.
-¿Te gustaría ir en la noche a cenar? -le besé la frente.
-Claro, cuando llegues ya estaremos cambiados.
-¿Cambiados? -arque una ceja.
-Tienes hijos -se cruzó de brazos.
-Una cena, solos, tú y yo -le dije al oído.
-De acuerdo. Ahora ve a bañarte, se hace tarde -me tomó de la espalda y comenzó a empujarme al baño.
*
-Recuerda no te metas en problemas -le besé los labios y comencé a caminar.
Narra _____
Comencé a buscar a Oliver. Traía, como siempre cuando salgo de casa, mis audífonos, escuchaba Monster de Paramore, iba muy concentrada en la letra que no me fije y choque contra alguien.
-Lo siento tanto -lo miré, era él.
-No importa -me sonrío -. Me alegra verte de nuevo.
-Sólo estaré un rato, tengo que regresar porque llevarán a los hijos de Andy y bueno, tu sabes -le sonreí.
Nos sentamos a hablar en el mismo árbol del día anterior, Oliver me hacía reír demasiado. Pero había momentos que me miraba y me sentía rara.