Me encontraba en Londres, aún recuerdo la vez que vinimos juntos. Tomé mi cigarrillo y dejé que el humo llenará mis pulmones. Desde que ella no está conmigo, he tenido demasiadas ansias y eso es igual a fumar más.
Desde la noche de la cena, me la he pasado en constante enojo conmigo mismo. Les he gritado a mis hijos y a Juli, y me siento muy mal por ello. De la cena a pasado una semana...
Vine a Londres para despejar mi mente. Dejé a mis niños con mi madre y yo he estado de turista.-Hola -me saludó una chica de mediana estatura, delgada, ojos azules y rubia -. ¿Podrías tomarte una foto conmigo? Soy una gran fan tuya.
-Claro -le sonreí. Ella sacó su teléfono, puso la cámara frontal y yo la apunte con mi dedo como suelo hacerlo. Cuando tomó la foto me abrazó.
-Debes regresar con _____, hacen hermosa pareja -me sonrío dulcemente.
-He metido la pata, ni creo que quiera volver. Además es tu con Juli y la quiero demasiado.
-Piénsalo -me guiño un ojo y se fue con sus amigos.
Ignoré el hecho de que la quería de regreso y seguí caminando por las calles de Londres. Estaba muy tranquilo todo; el aire azotaba en mi cara, estaba nublado y el ruido de los autos era remplazado por la música. Me senté a ver pasar la gente; todos se veían realmente felices. Turistas, parejas, familias y gente de la tercera edad, era un día espectacular.
El celular comenzó a timbrar, se me paralizó el corazón al ver quien era.
-¿Hola? -dije al contestar.
-Señor Lincoln, la señorita Armstrong podría estar en problemas graves -dijo una voz grave.
-¿Quién habla? -pregunté.
-Puedo ser tu mejor amigo y a la vez tu peor enemigo. Mantenga prendido su teléfono las 24 horas siguientes, le daré más información. No llamé a la policía, es vigilado y sus hijos y/o la señoría Armstrong -me colgó.
Yo me quedé helado, sin duda me habían dado escalofríos. Esa voz la conocía de algún lado, pero no podía recordar. Comencé a mirar a todos lados en busca de algún sospechoso, pero no lo había. Estaba poniéndome nervioso. Me levanté y fui de regresó a casa, hoy volvería a Estados Unidos, debía estar ahí por sí acaso.
-Mamá -dije al llegar.
-¿Qué sucede cariño? -me preguntó dulcemente.
-Debo volver a E.U, no preguntes, no llevaré a los niños, podría ser peligroso. Quiero que los cuides y pondré a que vigilen la casa discretamente por si acaso, cualquier cosa me llamas -dije lo más rápido que pude.
Subí a mi habitación y tomé mi maleta. Bajé corriendo y fui a darles un beso a mis hijos y padres. Fui al aeropuerto y pedí un boleto para el próximo avión. Justo antes de pagar me llega un mensaje de '_____'.
'Haces bien en volver.'
*
Al llegar a Estados Unidos fui directamente con Juli, necesitaba saber que estuviera bien. Toqué varias veces la puerta pero no abrían. Tomé la llave que suele guardar en una maceta y entre a su casa. Al entrar me inundó el olor a lasaña, pero lo que más llamó mi atención fue el sacó de un hombre.
Comencé a subir con cuidado las escaleras y al abrir la puerta de la habitación de Juli me encuentro con una escena que me parte en dos. Una lágrima sale instantáneamente por mi ojo derecho. Juli estaba desnuda arriba de un hombre y gimiendo. Tomé aire y cerré la puerta con fuerza.
Bajé rápidamente las escaleras y volví a mi auto. Apoyé mi frente al volante y comenzaron a salir lágrimas, tantas que me impedían ver. Alguien comenzó a dar golpes en el vidrio pero lo ignoré. Hasta que abrieron la puerta, era Juli.
-Lo que viste no es lo que parece... -se excusó.
-¿No es lo qué parece? ¿Me crees tonto? -dije entre lágrimas -. Juli, yo te quería y así me pagas.
-Exacto, me quieres pero a ella la amas.
-¿Y por eso debías hacerme eso? -pregunté con un grito.
-No...
-¿Entonces por qué lo hiciste? -la miré, ella también estaba llorando -. ¿Puedes bajar? -le pedí.
-Andy por favor... -suplicó.
-Lo nuestro aquí termina -le dije seco. Ella agachó la cabeza y salió del auto.
Prendí el coche y fui camino a un bar, no quería regresar a casa. Me senté en la barra y pedí un tequila. Lo bebí, dejando que mi garganta ardiera. Pedí otro e imite lo echo anteriormente. Y así estuve durante seis rondas. Comenzaba a marearme. Tomé uno más y salí de ahí tambaleandome, pero feliz.
Tomé camino a casa, iba a una velocidad moderada, pero todo lo veía doble. Apresuré el paso aumentando la velocidad, todo iba bien me sentía libre.
Hasta que perdí el control... no sé con que mier*da me estampe, pero comencé a ver negro y después ya no vi nada.
Muchas gracias por sus buenos deseos :3
Y aquí el capítulo que les prometí, esta semana subiré a diario como recompensa y saber esperar :)
Gracias por todo♥Pd: se acerca el final D: