Capítulo 51 - Ultimo

920 91 18
                                    

Estaba en mi habitación con dos estilistas y Lauren a mi lado. Estaban ayudándome a vestirme, el gran día había llegado. Lauren a lo largo de estos meses, se había convertido en mi mejor amiga y en este maravilloso día, sería mi dama de honor y madrina de ramo.

Me miraba con una gran sonrisa. Traía un vestido azul cielo hasta la rodilla, era el que había pedido para las damas, los vestidos eran iguales, sólo cambiaba el color. Ella se veía hermosa, tenía su pelo planchado, maquillada ligeramente y sus tacones altos que le deban gran elegancia a sus largas piernas.

-Será un día expetacular -dijo.

-Eso espero -le sonreí.

Las estilistas comenzaron con mi pelo, lo ondularon y lo recogieron en una especie de moño raro. Después me maquillaron, ya les había dado una idea de como quería que lo hiciera, así que sólo acataron ordenes y comenzaron a hacerlo.

-Señorita Armstrong, está lista -me dieron un espejo y me miré, me gustaba como lucia, les sonreí ampliamente.

-Me encanta, gracias -las abracé.

Ellas dos eran pareja, las conocí gracias a Andrew, ya que son maquillistas en la serie de The Walking Dead y pues las conocí en los estudios mientras repartimos invitaciones.

Cuando se marcharon para ellas también cambiarse, miré a Lauren.

-Ayúdame -las dos reímos.

(ANDREW)

Tomé mi sacó y me mire una última vez al espejo. Norman y Steven estaban a mi lado.

-¿Y sí al final se arrepiente? -pregunté preocupado.

Tenía todo el día sin verla, eso me ponía de nervios. No dejaba de caminar para todos lados.

-Tranquilo -dijo Steven -, no creo que eso pase -me sonrío.

-¿Y sí no es lo qué ella espera?

-Andy, ya detente. Todo saldrá bien, faltan quince minutos, debes bajar, dar una buena impresión y sonreír -dijo Norman.

La boda sería en privado, en el local que habíamos rentado, sólo seriamos el sarcedote, el juez del civil, amigos, familiares, ella y yo. Sentía una gran presión en el pecho, tenía miedo.

Bajé las escaleras, comencé a saludar a algunos de los invitados y cuando sólo faltaban cinco minutos fui hacía el altar, el gran momento había llegado.

Diez minutos después, comenzó a sonar la música, ella había llegado. Pronto una sonrisa se dejó ver en mi rostro, miré a Norman y él alzó sus pulgares. Volví mi vista al frente y la vi, venía con su padre. Era la primera vez que lo veía en persona, ya que siempre estaba de viaje. Atrás de ellos venían Arthur y otros niños tomando su largo velo y delante venía Matilda arrojando los pétalos de rosa. Era una escena que no quería borrar nunca de mi mente.
Cuando llegaron a mi lado la tomé de mano y le sonreí.

-Espero la cuides porque es mi adoración -me dijo su padre.

-Tenga por seguro que lo haré -le sonreí.

Seguimos nuestro camino al altar.

-Te vez hermosa -le sonreí.

La ceremonia siguió. Hasta que el padre comenzó a decir cientos de palabras, sólo quería decir que sí. El tiempo se me hacia eterno.

-Señorita Armstrong, acepta como esposo a Andrew James Clutterbuck, para amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe.

-Aceptó -dijo ella con una gran sonrisa y mirándome a los ojos.

-Señor Clutterbuck, acepta como esposa a ______ Armstrong, para amarla y respetarla hasta que la muerte los separe.

-Acepto, a eso venimos -dije sonriendo.

-¿Hay alguien que se oponga a éste matrimonio? Que hable ahora o calle para siempre -minutos de silencio -. Bien, si no lo hay, señor Clutterbuck puede besar a la novia.

La tomé en mis brazos y la besé.

-Hasta que la muerte nos separe -dijo ella cuando terminó el beso.

*

-Invitamos a los novios a pasar al frente a bailar el vals tradicional -dijo un hombre por el micrófono.

Busque a ______ con la mirada y la encontré caminando hacia la pista, corrí hacia ella. La tomé de la pista y caminamos juntos a la pista. La música comenzó (poner multimedia), cuando estuvimos en la pista, la tomé de la cintura y comenzamos a valsear.

-Es el día más feliz de mi vida -dijo ella.

-Nuestra vida -le sonreí -. No te lo había dicho, pero te vez hermosa -ella se sonrojó.

-Te amo -me abrazó.

-Y yo te amo a ti -le besé la frente.

Seguimos bailando abrazados, era una linda sensación.

*

Miré mi reloj, eran exactamente las 2 de la mañana. La mayor parte de los invitados aún seguía bailando pero yo ya tenia otros planes.
Llegué y abracé por la espalda a _____.

-Es hora de irnos -le dije al oído.

-¿A dónde? -me sonrío.

-A nuestra luna de miel -dije gracioso.

-Lo sé -rió -. ¿Pero a donde?

-Sorpresa -le tomé en brazos y caminé hasta la limosina con ella.

*

Entramos al hotel, era uno de los hoteles más caros en Berlín, tenía una maravillosa vista a la ciudad y era muy lujosa.

La dejé con cuidado en la cama y besé salvajemente sus labios. Sus manos se posicionaron en mi saco y comenzó a quitarlo, seguido de mi pantalón. Yo la detuve y mis manos comenzaron a bajar los tirantes de su vestido, dejando pequeños besos en la piel que iba quedando desnuda. Cuando por fin logré quitarle el vestido, volví a su boca, los dos estábamos en ropa interior.

-Te amo -dije detuviendome por un minuto y mirarla a los ojos.

Seguí con lo nuestro, era nuestra noche de bodas y quería consumirme en ella. Ahora era mi mujer y así sería por el resto de mis días. Entre en ella delicadamente, ella arañó mi espalda mientras gemía mi nombre.
Nos saciamos de nuestros cuerpos dos veces más. Era la mejor noche de mi vida debo admitir.

Ahora todo mi mundo girará en ella, porque ella es mi mundo. No puedo pedir a nadie más que no sea ella, la amo y con ella moriré. Ahora eramos uno sólo y nadie podría impedirlo.

Nunca sé sabe como ocurriran las cosas, quizá llegué en tu peor momento o en el más feliz, o como mi llegó a mi, atropellando a el amor de mi vida. Las cosas cuando están destinadas a ser, pasan. No hay nadie que se interponga entre ellas, nunca había creído en el destino, hasta hoy. Quizá no durará para siempre, pero por el momento me centro en mi presente, ella.

Ella pasó de ser mi fan, a ser Más que una fan....

Fin.

Más que una fanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora