Han pasado dos semanas y Andrew aún no despierta, los doctores dicen que podría estar así un mes o más, pero yo no puedo soportarlo, lo necesito.
Hace una semana me encontraba en Canadá, unos tipos me secuestraron para sacarle dinero a Andrew, pero pasó esto y los policías dieron conmigo.
Ha sido una larga semana, no he dormido agusto por estar cuidando de él; aunque Norman se a afrecido a cuidarlo pero no quiero alejarme ni un minuto de su lado. Me duele verlo ahí en la camilla conectado a cables para sobrevivir.
Me entere del causante del accidente y pedí que Juli no se acercará por aquí, ella no merece lo que es Andrew. Todos se preguntan qué hago aquí, si él y yo ya no somos pareja, la razón: lo amo. Y aunque él ya no quiera seguir a mi lado, yo estaré con él en las buenas y malas; asi es el amor.
-Señorita aquí está su comida -dijo una enfermera con la bandeja en la mano y después la dejó en la mesa al lado de mí.
-Muchas gracias -le sonreí dulcemente.
Llevaba días sin poder comer bien, había perdido algo de peso. No es porque no quisiera, sólo no entraba debido al nudo enorme que se hacía en mi garganta. Tomé el tenedor y cuchillo y comencé a cortar en pedazos pequeños el hotcake que me habían traído.
Cuando por fin logré terminarme al menos uno, Andrew comenzó a moverse. Me espere unos segundos, porque en días pasados sucedió lo mismo, pero segundos después el comenzó a abrir los ojos. Yo sonreí ampliamente.
-Hola -le sonreí.
-¿Dónde estoy? -preguntó él.
-En la clínica -el intentó levantarse pero lo detuve -. Deja llamó a un doctor.
Salí a el pasillo y le dije a Steven y Norman que él ya había despertado. Steven corrió en busca del doctor y yo volví a entrar.
-¿Por qué estás aquí? -me preguntó Andrew -. Crei que me odiabas.
-Ni en un millón de años -tomé su mano y comencé a acariciarla.
Cuando el doctor entró tuve que hacerme a un lado para que lo revisarán y se asegurarán que todo estaba bien. Media hora después, nos dijo que todo estaba en orden, sólo necesitaba reposo.
-Nos diste un buen susto -dijo Norman.
-Era de esperarse -dijo Andrew sarcástico -. ¿De qué me he perdido?
-Nada importante -le dije dulcemente.
-¿Quién me llamó el otro día por tú teléfono? -me preguntó.
-No importa, sólo importa el que estoy bien.
-Tendremos que hacer una fiesta para tu bienvenida -dijo Steven sonriendo.
-Nada de fiesta -dijo Andrew riéndo -. Sólo quiero irme a casa y dejar está maldita cama incómoda -todos reímos -. ¿¡Y mis hijos!? -preguntó exaltado.
-Tranquilo, están con tu madre -dijo Norman.
Estuvimos media hora hablando con él, hasta que llegó la enfermera y pidió que lo dejarán descansar. Ellos se fueron y me quedé nuevamente sola con él. Él tenía sus ojos cerrados y la respiración tranquila.
-Lo siento -dijo, aún tenía los ojos cerrados.
-¿Por qué?
-Por besar a Juli aún estando contigo y por decirte esas cosas horribles -abrió sus ojos y me miró, su mirada me daba paz, como siempre.
-No hay nada que perdonar -le sonreí dulcemente -. Te quiero -besé su frente.
Él tomó mi mano y la besó dulcemente. Me miró a los ojos y sonrío.-Somos un desastre -rió.
-Ya lo noté, pero a pesar de los errores sigo amándote -le sonreí.
-Vuelve -dijo en tono casi inaudible.
-Aquí estoy -dije dulcemente.
-Conmigo -término la frase.
Yo aguarde silencio unos minutos. No tenía nada que pensar, pero quería jugar con él un poco. Después de unos minutos, tomé su cara y lo besé.
-¿Ese es un sí? -arqueo una ceja.
-Habrá reglas Clutterbuck -dije sonriendo -. La tercera es la vencida.
-No te defraudaré -tomó mi mano y la entrelazo con la suya.
Yo me recosté en su pecho y comencé a acariciar su pelo que ya estaba algo crecido, como siempre olía a hiervas, era un aroma que reconocía bastante bien y lo amaba. El también comenzó a jugar con mi pelo, imagino que estaba algo grasoso por la falta de higiene que he tenido los últimos día, pero al parecer a él no le importó.
Minutos después caí profundamente dormida.
*
Cuando desperté, lo primero que vi fue nuestras manos entrelazadas. Andrew aún dormía, siempre me había gustado verlo dormido y escucharlo roncar, me causba gracia sus ronquidos pero era una de las cosas que nunca quería dejar de escuchar.
La enfermera llegó con nuestros desayunos y los paso en la mesa, como siempre.
-Cuando su esposo despierte, que tomé las pastillas de ahí y que se alimente bien -yo asentí.
-Gracias -le sonreí -, pero no es mi esposo -reí.
-Yo creí que sí -se sonrojó.
-En un futuro lo serás -dijo Andrew soñoliento.
-Compermiso -dijo la enfermera.
Yo volteé a mirar a Andrew y arque una ceja.
-Sueño con que eso sea realidad, no me culpes -dijo sentándose en la cama.
-Toma primero las pastillas y después almuerzas -le pasé el vaso con agua y las pastillas que había en la bandeja.
Cuando las tomó, comenzamos a comer, no me quitaba la vista de encima, no me incomodaba pero me sentía rara.
-¿Qué? -le dije sonriendo.
-Eres perfecta -se acercó y me besó.
-¿Cuándo irás por tus hijos? -pregunté.
-Quizá la próxima semana, pero aún no lo sé. Además ya casi vuelvo a grabar la serie - yo gruñi -. ¿Qué?
-Nunca creí que Rick se volviera a enamorar -volteé los ojos.
-Quizá Rick se enamoré de mil mujeres, pero Andrew está enamorado de sólo una -me besó la frente.
-Igual, quizá la tengas que besar y...
-No seas celosa, sólo...
-Sólo yo te puedo besar -lo miré dulcemente.
-Sólo tú -me sonrío -. Joder, cuanto te amo.
-Yo más -tomé sus manos.
-______ casate conmigo -dijo ansioso.
Yo me quedé mirando sus ojos. Estaba sorprendida por la noticia, pero no sabia que responder. Era demasiado pronto, aunque lo amo...