*5 años después*
Miraba como Scarlett partía el pastel y mi madre le ayudaba, estaba cumpliendo sus cinco años, me gustaba verla sonreír. Tenía los ojos y sonrisa de _____ pero en todo lo demás se parece a mí.
Volteé a mi izquierda y la vi con Arthur, le estaba ayudando a repartir los bolos de dulce, su panza ya estaba más notable que nunca, tendríamos gemelos, si con Scarlett estaba insoportable, ahora imagínense con dos criaturas dentro de ella. Sonreí al recordarla enojada mientras estaba embarazada. Caminé hacia ella y besé sus labios.
-Creo que quedaré loca después de hoy -dijo entre risas.
-Siempre lo has sido así -dije metiendo un poco de pastel a mi boca -. ¿Crees que lleguen pronto? -dije acariciando su panza.
-Tengo ocho meses Andrew, aún debes esperar un mes -dijo burlona.
-No veo la hora en tenerlos entre mis brazos -besé su frente y fui con Matilda. Traía un vestido negro y estaba con sus amigas.
-Papá ¿verdad que en verano iremos a Londres con la abuela? -me preguntó ella.
-Claro, eso es tradición -le dije sonriendo.
-Ven -le dijo a sus amigas.
Reí y ella mi fulmino con la mirada, tenía el caracter de Gael. Decidí alejarme y me fui hacía donde estaba Chandler. Ya no era el niño de diez años que había conocido, ahora era todo un hombre, diez años conociéndolo, ya eran demasiados; me sentía viejo.
-Al parecer tu hija se la esta pasando muy bien -dijo él.
-Siempre quiso una fiesta así -alcé los hombros.
-Imagínate cuando cumpla los dieciséis -dijo riéndo.
-No me preocupa -reí con él -. Lo importante es su felicidad.
Saqué una cajetilla de cigarros y prendí uno. Me puse a observar todo a mi alrededor, así es como siempre lo imaginé. Todos felices.
Estos años perdí amistades, amistades que jamás olvidaré, pero también había ganado buenos recuerdos y ahora tenía cosas que contar. Cuando tenga nietos, les contaré todo lo que viví por llegar hasta donde estoy. No fue fácil, pero lo pude conseguir. Tenía todo lo que quería y no pedía nada más.
Sentí el aire pegar contra mi cara y cerré los ojos. Imágenes pasaron por mi mente. Recuerdos de momentos vividos. Lecciones aprendidas.
Cuando termine mi cigarro, fui hasta con ______. La tomé de la mano y la llevé hasta abajo de un árbol, la ayude a sentarse y me senté atrás de ella. Recargue mi barbilla en su hombro y pase mis manos por su panza. Juntos nos pusimos a ver el horizonte y la puesta de sol.
-Nunca te dejaré de amar pequeña...