Maldito Crush 🧡|국민

🐰23 ♡ 이십삼🐥

- Bueno, aquí está tu escritorio - mostró la mayor desinteresada, al igual que siempre - Como puedes ver, está al frente de la oficina del Sr. Jeon - dijo revisando los papeles que tenía en sus manos, sin mirar al rubio.

- ¿No tendré que usar uniforme, cierto? - cuestionó con rostro horrorizado, rogando para que la chica frente suyo negara rotundamente su idea.

- ¿Qué? ¿El jefe no te informó? - Jimin negó lentamente, atemorizado.

- ¿No? ¿Qué cosa? - interrogó con duda, temiendo de lo que la mayor quería decir.

- Pensé que te había comentado algo... - murmuró bajo, con la intención de que el menor escuchara. Manteniendo su mirada fija en los papeles, que parecían ser demasiado importante como para dedicarle completa atención al más bajo - Supongo que te lo tendré que decir yo... - comentó fría.

- ¿Puedes decirlo de una vez? - cuestionó exasperado.

La mayor se rio descaradamente, Park no entendía de qué estaba riendo. Él estaba a punto de tener un ataque de ansiedad, y la mayor... Riendo.

Joder, le dieron ganas de matar a la pelinegra.

- Es broma, enano - carcajeó y por primera vez, mirando al rubio a la cara.

- No es gracioso, pensé que tendría que ocupar alguna vestimenta - suspiró, tratando de calmarse - Jungkook es capaz de vestirme hasta de pera.

¿Pera?

- ¿Okay...? - frunció el ceño. ¿Por qué una pera, Jimin? Cuestionó para sí misma.

Rio mentalmente, ignorando el tema. Ese chico podía ser extraño.

- ¿Tendré que trabajar mucho, no es así? - interrogó pesadamente, mientras dejaba su bolso encima del gran escritorio y se sentaba en la cómoda silla.

- Depende, niño... si Jeon quiere que trabajes mucho; vas a trabajar mucho. Si quiere que trabajes poco; vas a trabajar poco. Tiene muchas personas detrás de él, podría decir que él ni siquiera trabaja - rodó los ojos.

- Lo suponía, viniendo de Jungkook - murmuró para sí mismo, pero la mayor logró escuchar sus palabras.

- Parece que lo conoces bien - comentó ahora mirando la pantalla de su celular.

- Así, así, como, conocerlo, conocerlo... - zigzagueó - ¿Un poco? - respondió inseguro.

- Eh, ya veo... bueno, te dejo - Avisó, para proceder a retirarse - Suerte, niñito - se fue caminando de espaldas al menor.

- Dios... - suspiró y ordenó sus cosas encima del enorme escritorio.

Cuando se especifica que es grande, es porque es realmente enorme. Podría asegurar que podía ser usado de cama, perfectamente cabía recostado.

- ¿Te gustó, no es así? - cuestionó una voz grave, delante de él. Park dio un gran saltó por la repentina intervención a sus pensamientos.

Levantó la mirada, encontrándose con el mayor en frente de él; muy cerca de él.

- ¿Q-qué cosa? - respondió nervioso, regañándose mentalmente por tartamudear.

¡No podía dejar mostrar ningún signo que el mayor pudiera malinterpretar!

- Ya sabes... - señaló el escritorio, con un movimiento de cabeza.

- Ah... eso, bueno - se rascó la nuca - Sí, me gustó. Es bastante grande - comentó asombrado, nunca había visto uno tan grande.