Maldito Crush 🧡|국민

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Jimin despertó y como es costumbre cada mañana antes de levantarse, viene a su mente aquel rostro.

Desde que lo vio por primera vez, quedó embelesado con su belleza, ese hombre era capaz de hacer que se tirara de un puente si se lo pedía. Su sola presencia le hacía querer derretirse, su manera tan intimidante de caminar o mirar, su aura hacía que se le pusieran los pelos de punta.

Y es que era la forma en la que pasaba de todos, como si sólo fuera él en el mundo, sin importarle el resto, hacía que Jimin quiera admirarlo por más tiempo del posible.

Jeon Jungkook era su crush hace un año y cuánto apostaría Jimin a que este no sabe ni sobre su existencia; pero estaba feliz de poder apreciarlo cada día, sin que el mayor se enterara. 

Admirar lo que no podía tener, le hacía soñar más alto o eso quería creer Park, porque sabía que Jeon es un idiota al que no le importaba el amor y que no buscaba nada serio, típico chico popular, lo sabía...

Jimin tenía más que claro y aceptado, que lo que sentía era un amor no correspondido, pero aun así el rubio nunca se podría aburrir de observar la belleza contraria, aunque sea distancia.

Pueden decirle masoquista.

Llegaría un poco más temprano que los demás a clase, como normalmente hacía, aprovechando de estudiar.

Jimin trabajaba para poder arrendar el departamento donde vivía, tenía una beca en la escuela por sus buenas calificaciones y amigos que estaban a su lado; lo justo y necesario.

Tan sólo fue a devolver un libro, pero la bibliotecaria como siempre, le contaba que su marido la dejó... su perro... blablabla...

Luego, ya no supo de qué más hablaba, ya que dejó de prestar atención a lo que aquella mujer decía. Cuando esta hizo una pequeña pausa para seguir su conversación; el rubio estaba que se hacía del baño, la interrumpió, para rápidamente salir corriendo a hacer sus necesidades.

Entró apresurado al baño, realmente estaba que se hacía, sin prestar atención a nada, entró al primer baño que encontró.

No era para nada lo que se esperaba para el comienzo de su día.

Jungkook, Jungkookie o Kookie, en fin, el chico que le gustaba a Jimin. El chico que ha sido su crush por más de un año, cogiendo en el baño.

Cogiendo con una mujer, en el baño.

No se podía mover, no sabía cómo reaccionar, no sabía qué pensar, ¿tenía el derecho, de siquiera, sentirse mal? Jeon no sabía ni su nombre. 

Sintió esa mirada penetrante e intimidante, observándolo, percatándose de su existencia, fijándose por primera vez en él.

Así que, ¿así se sentía? Por fin, ese momento que llegó a soñar. Descubrió qué se sentía que su crush le viera, qué se sentía que tuviera conocimiento de su existencia, qué se sentía que supiera de él, de Park Jimin y que por primera vez, lo haya notado.

¿Jeon Jungkook, recordaba a Park Jimin?

El menor sintió cómo sus ojos se empezaron a cristalizar, empezó a ver borroso lentamente, llegó al punto de no poder ver ni lo que tenía en frente, tal vez, ¿era mejor no ver esa escena?

Tenía un nudo en la garganta, el cual intentó tragar, pero no fue posible, comenzó a temblar y su único deseo fue correr, correr y no detenerse nunca. Pero allí seguía, inmóvil y sin siquiera poder decir una palabra, sintiéndose tan débil y sin el derecho a estarlo.

Y así, lo único que pudo lograr fue mantener su vista fija en el piso.

♡ 𝕄𝕒𝕝𝕕𝕚𝕥𝕠 ℂ𝕣𝕦𝕤𝕙 ♡
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Una vez estaban los dos jóvenes vestidos con sus respectivas prendas, se acercaron al rubio, que sostenía su mirada fija en el suelo.

- Eh, yo me voy...

Miró incómoda al desconocido, haciendo una mueca poco disimulada.

- Oh, claro.

Jungkook estaba nervioso por la presencia del chico, nadie desearía ver aquello, era consciente. La pelinegra se fue, dejándolos solos, uno frente al otro.

- Yo... perdón por interrumpir, sólo quería ir al baño -soltó entrecortadamente.

El castaño notó cómo estaba temblando, a lo que frunció el ceño.

- ¿Estás bien, chico? -se acercó un paso y Jimin lo retrocedió- Perdón, solo quiero... -soltó una pequeña risa- tú mismo lo dijiste, no fue tu intención, además -miró al rededor-, discúlpame tú a mí por lo que tuviste que ver.

- Oh... está bien -respondió con un hilo de voz.

Su cabeza seguía gacha, no podía ser capaz de observar a la cara al chico frente a él.

- ¿Seguro que estás bien? Te noto un poco... ¿decaído? -dudó.

- No, no es nada -respondió inseguro.

Jimin se sonrojó, avergonzado y el más alto no pudo evitar encontrarlo tierno.

- Mira, hagamos algo... ya que, te hice pasar un mal rato, ¿por qué no me dejas invitarte un helado después de clases? -sonrió amistosamente.

El rubio levantó su mirada y le miró a los ojos, con los suyos aún un poco cristalizados, Jungkook le sonrió más mostrando sus dientes.

¿Por qué le estaba invitando un helado?

- ¿En serio? No, no es necesario.

Le miró timidamente, Jeon sólo pudo sonreír aún más.

- Claro que es necesario, ¿qué dices? -Jimin asintió nervioso, aceptando la propuesta - Muy bien, ¡te esperó después de clases a la salida!

- Bueno.

Agachó nuevamente su cabeza, pero está vez con una pequeña sonrisa y un lindo sonrojo, que hizo sentir conforme al mayor. Jeon, con su mano tomó la mandíbula del menor suavemente, para que le volviera a mirar a los ojos.

- ¿Cuál es tu nombre, pequeño?

- Jimin, Park Jimin -secó disimulando sus nerviosas y sudadas manos en su pantalón.

- Mucho gusto, Park Jimin, soy Jeon Jungkook.

- Lo sé.

- ¿Lo sabes? -no recordaba habérselo dicho alguna vez.

Jimin abrió sus ojos en grande, sorprendido de lo que dijo.

- O sea, todo el mundo te conoce... ¿no?

Se alejó un poco del alto, haciendo que este quite el agarre de su mano.

- Eso creo.

Lo miró dudoso, tratando de analizar sus acciones.

- Si me permites... quiero ir al baño, Jungkook -avisó tímidamente.

Jeon se quedó hipnotizado por un tiempo, observando al menor, su voz era bastante delicada y suave.

- ¿Jungkook...?

Sacudió bruscamente su cabeza.

-Oh, ¡claro! -rio nerviosamente y se hizo a un lado para que el rubio pudiera pasar.

¿Qué estaba pensando?

- Gracias -sonrió tímidamente, haciendo que sus ojos formaran una delgada línea, en forma de media luna.

- Nos vemos después -sonrió aún más, si es que era posible, para retirarse de aquel baño.

Menuda forma de conocer a alguien.

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