10. Sospechas.

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"¿Alguna vez has bailado con el diablo bajo la pálida luz de la luna?"

"¿Alguna vez has bailado con el diablo bajo la pálida luz de la luna?"

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MORGAN. 

Sabía que eventualmente descubrirían la verdad; tarde o temprano sucedería, pero no imaginé que sería tan pronto. Les advertí innumerables veces que esta misión no era para mí, que no era lo suficientemente competente, y mi extraña enfermedad solo logró complicarlo todo más. Aunque en realidad, fui yo misma quien arruinó las cosas al no revelarle la verdad al señor perfecto.

Han pasado varias semanas desde que decidí abandonar ese maldito trabajo. Es mucho tiempo; seguramente ya tienen a alguien nuevo, lo cual me viene perfecto. Prefiero mantenerme alejada de esa gente. No quiero empeorar las cosas ni correr el riesgo de que descubran quién soy realmente. Tal vez mi madre y Robert tenían razón; quizás no es necesario que él sepa que soy su hija. Quizá así pueda evitar pasar el resto de mi miserable existencia conviviendo con William, viendo cómo él intenta recuperar ese vínculo que nos une, o más bien, tratando de forjar uno nuevo que nunca podrá existir.

Trabajaré desde la distancia, manteniendo cierta separación entre él y yo. Como anticipé que algo así sucedería en mis escasos días como empleada ineficiente pero astuta infiltrada, me dediqué a obtener acceso a toda la información y movimientos de la empresa, así como a los de William. Instalé rastreadores en sus vehículos, coloqué micrófonos ocultos en puntos estratégicos del edificio y penetré en su sistema informático para acceder a toda la información necesaria para mi investigación. A pesar de mis errores, no soy tan ingenua como para arruinarlo todo tan fácilmente.

Mis padres confían en mí, y no voy a defraudarlos.

Mis zapatillas golpean el pavimento del parque con un ritmo constante mientras corro, pero mi mente está lejos de estar tranquila. Mil pensamientos se agolpan en mi cabeza, luchando por atención mientras los mareos persistentes amenazan con desequilibrarme. Robert ha sido un apoyo crucial en esta batalla, ayudándome a manejarlos mejor. Cada dos días, una misteriosa sanadora viene a visitarme; sus métodos son poco convencionales pero han aliviado el dolor, aunque no completamente.

El sol se filtra a través de las copas de los árboles, creando sombras cambiantes en el sendero. Mis músculos arden y mi respiración se agita, pero algo más me inquieta. Durante semanas, he sentido la mirada de alguien más en mí mientras corro, una presencia indescifrable que parece observarme desde la distancia.

Inesperadamente, un ligero escalofrío recorre mi espalda mientras doblo una esquina. Una figura se mueve entre los árboles, apenas visible, desapareciendo en la penumbra antes de que pueda distinguir quién es. Mis sentidos están alerta, mi corazón late con una mezcla de excitación y temor. ¿Quién podría estar siguiéndome?

PROFECÍAS OCULTAS || [#1] Entre Fragmentos [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora