Capítulo 15

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"El monstruo del Lago Ness"

Recorrimos mitad del parque.

Pasamos por el People's Palace, una construcción victoriana antigua, que parecía cualquier cosa antes que un palacio. No tenía ni el quinto de extensión de uno. Sería como el vestíbulo de un palacio de verdad. Detrás de él, se extendía un invernadero cuya carpa sí tenía forma bastante ingeniosa de un castillo. Parecía uno de Cristal por la carpa.

Nos detuvimos un rato allí, ya que a Daniel pareció llamarle la atención. Tanto el no palacio como el invernadero, estaban cerrados en este momento. Daniel sacó un par de fotos y seguimos avanzando hasta un punto del parque, desde donde se podía oír la corriente del río que estaba al otro lado.

—Bueno, hemos llegado a mi zona.

Comunicó, de la nada, Brook. Daniel y yo la miramos antes de volver a observar el lugar. Nos rodeaban arbustos que hacían sombra y podían ser el lugar perfecto para tirarse boca arriba uno de esos días de verano en los que el verdadero sol se apiadaba de toda la Gran Bretaña y azotaba con unos potentes rayos calientes.

—Oh ¿este es tu despacho? ¿Vienes aquí a escribir? —preguntó Daniel un tanto pícaro.

—Bueno... no escribo desde hace unos meses —confesó Edevane—, además de las redacciones de Karl —añadió sin nada de la incomodidad que antes me pareció que tenía revelando algo personal.

Brook me causaba curiosidad, tenía que volver a reconocer. Parecía que podía contarte más de lo que podrías esperar que supiera, es decir, sólo tenía diecisiete, yo con dieciocho me sentía tonto e ignorante de la vida. Y no es que pensara que la gente a nuestra edad fuera igual de despistada que yo, es sólo que Brook me asombraba realmente.

Costaba un poco definirla. A lo mejor simplemente debería dejar de intentarlo. Llevaba atándola a calificativos que cada vez le encajaban menos.

—¿Quieres decir que no has actualizado el blog desde hace meses?

Oh, se quedaría con ganas de más como yo.

—No lo he hecho.

El exagerado de Daniel se llevó una mano en el pecho con la expresión de alguien que acaba de recibir la peor noticia del año. Lo gracioso era que en verdad no estaba sobreactuando, era su naturaleza. Era un espectáculo de persona.

—Estoy recibiendo fatales noticias en plena tarde —verbalizó—. Pero vas a seguir actualizando, ¿cierto?

—Pensaba hacerlo extinguir.

—¿Qué? Haces muy buenas reflexiones —Me miró como si esperase que protestara con él. Luego debió recordar que yo no lo había leído, porque no sabía que lo había hecho, claro—. Vale, si vas a borrarlo mándame una copia.

No pude contener una pequeña risa.

—Kenneth, ayúdame a convencerla de que no lo borre. De paso te lo recomiendo para que te unas a mi manifestación...

—Lo he leído —solté, sin más.

Los dos me miraron. Daniel con desconcierto y Brook... ¿tratando de comprobar que hablaba en serio?

—Estoy habalando del blog de Brook —Quiso aclarar, Price.

—Sí, lo he leído entero.

Baia, baia, qué oculto lo tenías —dijo con una sonrisa de lado.

—No lo tenía oculto.

—¿Y cómo es que nos enteramos ahora?

—Ha surgido el tema —traté de sonar obvio, si bien lo único claro allí era que no había querido comentarlo antes. Y como era evidente no me molesté en justificarme—. Escribes muy bien, Brook.

Sobre Ruedas (literalmente) #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora