Mis manos sudaban.
Ella y yo estábamos subiendo con dirección a mi habitación...–Por que no me mencionaste esto?! Cómo se llama?! Es solo uno?!....Wow, son varios pasos–Dijo está mientas subía aquellas escaleras. Su querido amigo no es muy sociable que digamos, por esa misma razón le alegraba ver qué talvez vivía con alguien más.
–Eh... Espera!–Dije mientras pasaba a su lado para finalmente quedar enfrente de ella –N-no tenemos que preparar la comida.
Ella me miró extrañada.
–Tu ni cocinar sabés- Dijo mientras rodaba los ojos–Tranquilo, yo prepararé todo rápido!-Decia para después tomar mi hombro y hacerme a un lado –Ahora... Si me permites–
Y ahora qué?!
¡rin, rin!
Ambos miramos de dónde provenía aquel sonido. Era el timbre.
Agradecí a los mil dioses que se apiadaron de mi y me salvaron de esta situación .
Aprovecha la situación. La mire de reojo para después tomarla del brazo.–O-oh m-mira! Y-ya llegaron!....–Dije mientras la bajaba a rastras de las escaleras.
–Naruto... Me lastimas...- Dijo con cara de muy pocos amigos.
La solté, ella no dijo nada. Solo bajo el resto de las escaleras y se fue con dirección a la cocina.
No dijo nada, pero bien se que después de ésto ella irá a mi habitación y abrirá esa maldita puerta.
Y qué pasará?! Nada importante, solo encontraste con un espejo mágico.–Naruto! Abre la maldita puerta!- Dijo la pelirosa mientras asomaba su cabeza por la puerta de la cocina.
Yo solo asentí y baje el resto de las escaleras.
Una vez cerca, la abrí.
Del otro lado estaban 2 amigos míos, de la infancia.
–Hola, Naruto- Dijo un chico con una coleta alta, parecía piña.
El cabello negro al igual que sus ojos, Shikamaru.–Ya llegamos!- Dijo entusiasmada una chica de igual manera con una coleta alta, una parte de su fleco le cubría una parte de su ojo izquierdo.
El cabello rubio con unos lindos ojos color jade, Ino.–Hola chicos...- Dije con una sonrisa.
–Y que? Nos dejaras pasar?- Dijo el pelinegro.
–Ah! Si...- Susurré mientras me hacía de lado.
–Sigue igual que antes...- Susurró con nostalgia, Ino.
–Si... Casi igual- Susurré lo último, lo diferente es que algo ahora me atormenta.
–Ya llegaron, eh?- Dijo Sakura mientras salía de la cocina.
–Genial! Que preparaste?!- Dijo Ino mientras inclinaba su rostro hacia enfrente.
–P-pues me d-distrajo Naruto....- Decía mientras me miraba de reojo.
–Qu..- No pude seguir, Sakura me cubrió la boca.
–Que les parece si tomamos las galletas que encontré en la alacena de Naruto!- Dijo mientras comenzaba a caminar para ir por aquellas galletas.
–Lo que sea está bien...- Susurró el cabello de piña
–Por que no van con ella mientras yo ordeno un poco mi habitación?- Dije con nerviosismo, aún se escuchaban los pasos, al parecer ellos también lo notaban un poco.
Ambos me miraron como si fuera un extrañó.
Pero casi al instante le restaron importancia.Al ver que enteraron por completo a la cocina, corrí.
Corrí con dirección hacia las escaleras ya cerca de mi habitación la abrí.Ya cerca abrí al instante los ojos al igual que la boca.
–¡¿Qué mierda?!- Dije aún con mi rostro totalmente sorprendido.
¿Es mi casa o es la suya?
–Hmm?- dijo mientras me miraba –Otra vez tú?- Dijo con una toalla en la cabeza al igual que en la cintura.
El contrario solo me miró de reojo y casi al instante devolvió la mirada a MÍ libro.
–Si! Otra vez yo!- Dije mientras cerraba de un azoton MI puerta de MI casa –Por que está es mi casa! Que hacen aquí!? Tú que hacias en mi baño- Dije señalando al ojinegro –Y tú qué haces en mi escritorio con mis cosas?!- Dije señalando al de marquitas– Y tú quien demonios eres?!- Dije señalando a un azabache desconocido.
–Podrias cállate?- Dijo de forma serena el de marquitas.
–Oh que lindo!- Dijo el desconocido mientras soltaba una bolsita de papitas que estaba digiriendo para después acercarse a mí –Así que tú eres el dueño?- Dijo tomándome de mis mejilla para jalonearlas.
Yo solo lo mire desconcertado.
Ahora viven en mi casa?
Se bañan en mi casa?
Toman mis cosas?
Comen mi comida?
¿Ahora es un hotel?Le aleje su mano de mi rostro de un azoton.
–Mi casa no es un hotel...- Susurré mientras me acercaba al de marquitas –Dejen mis cosas!- Dije arrebatándole el libro.
Estaba por acercarme al ojinegro, pero creo que es mejor dejarlo con ese par de toallas.
–Y tampoco se bañen en MI bañó!- Dije mientras me acercaba al desconocido –Y ésto es mío!- Dije arrebatándole mi bolsa de papitas, planeaba comérlas en la noche.Dos de ellos me miraba con seriedad, el contrario solo me sonreía como bobo. No lo crítico, yo soy así...
–Naruto! Ya podemos subir!- Dijo Sakura, reconozco su voz. Los olvide por completo.
Mire de reojo la puerta por un momento, pero al instante mire de nuevo aquellos peligros.
¿Eh? Dónde están?
Los busque con la mirada, el trío se dirigía hacia la puerta.
Me sobresalté un poco pero de un momento al otro estaba frente a ellos.
–Alto! No pueden salir!- Dije extendiéndome como estrella frente aquella puerta.
–Por qué?- Dijo el de marquitas con total seriedad
–Ah... No lo sé... Será por qué mis amigos están allá abajo?!-
–¿Amigos?- Dijeron al mismo tiempo captando su atención.
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Ten linda noche.....
Si notas alguna falta de ortografía, dímelo.