El gran beso que tanto Lauren como Camila deseaban. Juntar sus labios, otra vez, pero esta vez sabiendo que sentían algo.
Ese esperado beso, no sucedió en ese momento.
Cuando sus labios estaban casi tocándose, Normani entró.
-Oye Mila, ¿donde dejaste el....oh, lo siento. No quería interrumpir. -Se separaron al instante.
-Oh, descuida, descuida. -Probablemente Camila iba a matarla luego, pero no quería comportarse dura frente a Lauren. - ¿Que necesitas?
Lauren estaba mirando al piso, pensando en que si no fuera por que Normani necesitaba algo, ellas ya estarían besándose con ganas. Pero si Lauren quería un beso de Camila, valía la pena esperar y soportar interrupciones.
-Quería saber donde estaba el control. -Admitió Normani, avergonzada, ya que era muy claro lo que las 2 chicas iban a hacer ahí.
Interrumpiste algo tan preciado por el control Pensó Camila Ya hablaremos tu y yo
-Está detrás de la televisión. -Dijo fríamente.
Normani sólo asintió y se retiró sin decir nada más.
Al retirarse, Lauren miro a Camila.
-¿Que sucede? -Pregunto esta extrañada.
Lauren se encogió de hombros.
-Creo que no era el momento.
Camila sabía a que se refería. Y a pesar de todas las cosas que pasarían si fuera novia de Lauren, para ella valía la pena. Quería ese beso. Y iba a tratar de conseguirlo.
-¿Quieres continuar en lo que estábamos? -Sonrió.
Pero la verdad, es que Lauren no se sentía en el momento. Ella ya había tenido 2 momentos muy bien aprovechados, pero el tercero sería el definitivo. El tercero lograría convertirlas en algo más de lo que ya eran. El tercer beso decidiría que las 2 se aman y Lauren no quería perderlo.
Pero simplemente no se sentía en el momento. Y ella ya sabia cuando seria el momento indicado.
Cuando le pidiera ser su novia.
Tendría que esperar claro, esas cosas no se piden de un día para otro y necesitan preparación. Pero ella era capaz de esperar.
Camila esperaba una respuesta de Lauren, a si que insistió.
-¿Quieres continuar?
Lauren se acercó. Camila cerró los ojos y se preparó, pero Lauren se acercó más a su mejilla y la beso allí.
-Aún no, Camz. -susurro en su oído.
Al final, Camila la abrazo. Ella también era capaz de esperar.
-Está bien.
Lauren se paro y se retiró del apartamento. Camila suspiro.
¿Que le estaba haciendo está chica? Ella no lo sabía. Era como si cada vez más se enamoraba de ella. Su cabello, su rostro, sus penetrantes ojos verdes, su voz, su personalidad, su todo.
Y aunque, las 2 eran personas completamente diferentes. Lauren había dejado la escuela y la universidad, Camila se habia graduado y ya estaba matriculada en una de las universidades más caras. Lauren solía vestirse casi siempre de negro, el armario de Camila era de varios colores. Lauren escuchaba música indie, Camila escuchaba pop. Habían esas y muchas diferencias más, como que Lauren nunca fue una persona tan afectiva, en cambio Camila era muy cariñosa con muchas personas. Sea como sea, eran diferentes, personas distintas, vidas distintas. Eran como el ying y el yang, el fuego y la lluvia. Eran completamente opuestas y aunque eso limitaba la cantidad de cosas que tenían en común, las diferencias hacían su relación crecer más. Normalmente las personas opuestas resultan siendo las mejores parejas. Las piezas en un rompecabezas no son iguales después de todo.