Lauren se había lastimado muchas veces.
Cuando tenía 6 años, se cayo andando en bicicleta. Cuando tenía 10, jugaba a los quemados con sus amigas y la pelota llegó hacia su cabeza. También, psicologicamente, como cuando su primer globo de helio se voló cuando sólo tenía 5, su primer corazón roto a los 13 y aquella vez que perdieron una batalla de bandas la cual era bastante importante a los 16.
Todos esos momentos tenían algo en común. Todos le habían causado dolor y bastante. Pero, aunque juntarán todos esos momentos y los convirtieran en uno solo, el cual Lauren tendría que soportar, ella estaría segura de que nada de eso seria peor de lo que sucedía en aquel momento. Sabía que esos dolores eran fuertes, pero aun a si todos juntos, no dolían como el dolor que sentía en su corazón en ese instante.
Las lágrimas no tardaron de brotar de su rostro y simplemente corrió. Sin importarle a donde. Solo queria huir.
-Oh, entonces, creo que fue un mal entendido. -Dijo su padre disculpándose de manera educada.
-¿Viniste hasta acá sólo para preguntarme eso? -Camila sólo quería que el se fuera. Tenia que hablar con Lauren.
-No la verdad, no. Tenia unos pocos negocios aquí y cosas que hacer.
-Ya veo.-Dijo Camila. -Oye..., quede de juntarme con Ally , ¿nos vemos luego?
-Claro hija.-Dijo Alejandro despidiéndose.-También tengo cosas que hacer. Nos vemos luego. -Y entonces, se retiró del lugar.
Cuando al fin se fue, Camila se volteo rápidamente para ver si Lauren seguía ahí. Negativo. Se había ido antes de que acabará de hablar con su padre.
Lauren había huido al único lugar de la ciudad en el cual, ella tenía paz, tranquilidad..., y soledad.
Camila la busco por todo el lugar. No estaba en ninguna tienda y no la encontró entre la multitud. Luego recordó el único lugar al cual Lauren asiste cuando quiere estar sola.
La biblioteca Tenrife.
La biblioteca Tenrife era una biblioteca a la cual Lauren asistía con frecuencia. Pero cuando quería estar sola no iba allí para leer. Conocía a la dueña, era Jade, una amiga suya y cuando quería su momento de soledad, le pedía subir al tejado. Había ido a Camila allí una vez, cuando decidió regalarse aquel álbum de fotos. Una foto de ellas 2 en aquel tejado estaba en el interior de el.
Camila fue a la biblioteca. Estaba cansada, había corrido mucho sólo para encontrarla. Jade la atendió.
-¡Hola! ¿En que puedo ayudarte? -Pregunto amablemente.
-Yo...queria saber si puedo subir al tejado.
La bibliotecaria se acomodo los lentes.
-¿Vas a cometer una locura, o vienes por la chica que esta allá arriba?. -Mordió la parte trasera de su bolígrafo esperando una respuesta.
-Vengo por Lauren. -Dijo, esperando que la reconociera.
Nuevamente la bibliotecaria se acomodo sus lentes y logro reconocerla.
-Ah, Camila. Adelante, Lauren no se ve muy bien hoy.-Dijo mientras le entregaba las llaves.
-Gracias.-Dijo y subió las escaleras para por fin llegar a ese tejado.
Efectivamente, Lauren estaba allí, sentada en el piso, viendo hacia el paisaje. Inmóvil.
-Lauren...-empezó a decir Camila.- Yo...puedo explicart....
-¿Por qué lo hiciste? -Su voz sonaba rota.
-Lauren...-Ahora a Camila se le formaba un gran nudo en la garganta.