A la mañana siguiente, Camila despertó entre los brazos de Lauren, lo que la hacia sonreír. Se abrazo más a ella.
Había tenido su primera vez y, no se había arrepentido. Sonrió.
Tener tu primera vez con tu amor de verano no es lo que todos prefieren, por que podría acabar. Pero Camila sabía que haría lo que fuera posible para que eso no pasará. La amaba, la amaba enserio.
Y Lauren al despertar, fingió que seguía dormida. No podía parar de pensar en la canción Truly, Madly, Deeply de aquel banda británico -irlandesa. Y pensó esperar a que Camila volviera a dormir para poder ir a la cocina y prepararle el desayuno.
Camila volvió a acomodarse entre sus brazos y se durmió. Era de mañana ya, a si que Lauren lentamente se paro y fue hacía la cocina.
Sirvió unas cuantas tostadas, una taza de café y para darle un detalle, puso una pequeña flor en un pequeño florero. Puso todo en aquella bandeja y se dirigió al cuarto.
-Buenos días, Camz. -Susurro en su oído y se formó una sonrisa en el rostro de la chica.
Abrió los ojos.
No había nada mejor que despertarse y encontrarse con aquellos ojos color esmeralda.
-Lauren. -Sonreía.
Le entregó la bandeja con cuidado y se recostó a su lado.
-Para ti. -Tomó su mano y la acariciaba lentamente con su pulgar.
-Te lo agradezco demasiado. -Tomó una tostada y la comió. También bebió un sorbo del café. - Está delicioso, gracias Lauren.
Y la ojiverde sólo la abrazo, acomodando su cabeza en su hombro. Colocaron la televisión, sin saber que ver, Lauren propuso ver Bob Esponja y Camila simplemente cedió. Se reía cuando actuaba como una niña pequeña viendo aquel programa. Lauren tenía sus pequeños momentos de inmadurez de vez en cuando, y a Camila le encantaba.
La ojiverde se acercó a la mesita de noche y sacó su cámara. La apunto hacia las 2.
-Di "Esponja"
Camila no evitó reír.
Y en vez de sonreír a la cámara, beso su mejilla, con una sonrisa en el rostro por supuesto. Lauren apretó el botón y la imagen salió de inmediato.
Tomó un lápiz y escribió:
"Buenos días, princesa"
Sacaron otra exactamente igual, con la misma descripción. Esta, era para Camila, quien lo coleccionaria en su álbum el cual se había decidido volver a llenar.
-¿Hora de levantarse?
Camila la observó.
-Creo que si.
Y Camila se decidió en entrar a la ducha.
Y si, a Lauren se le ocurrió la brillante idea de "ahorrar agua".
-Sería buena idea ahorrar agua, ¿no crees? -Tenia una mirada pervertida y picarona después de todo lo que había pasado anoche.
-Buen intento. -Dijo Camila.- Pero ya fue suficiente anoche, ¿no crees? -Lauren hizo un puchero en muestra de súplica.- ¡Lauren!
-¡Perdon! -Exclamó.- Bueno, no tardes mucho. Sabes que haremos después.
Asintió. Sabía a donde irían.
Entró a la ducha. El agua caliente caía encima de su piel fría. ¿Que haría al salir de allí? ¿Acaso el aceptaría lo que su hija le dijiera? Por que sí, saliendo de allí...