En el Punto Exacto de Dulzor

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Llegué a mi casa empapado hasta más no poder . Me sostuve al marco de la puerta antes de entrar con la respiración entrecortada , tosí un par de veces rogando que sea por el esfuerzo de tomar aire que por indicio de resfriado . Me quité la ropa y zapatos mientras caminaba por el pasillo en dirección al baño dejandola hecha un ovillo a pie de la escalera . Subí cada escalón con solo el bóxer puesto y me desprendí de él ya dentro del baño . Me metí a la ducha y sentí como mi cuerpo comenzaba a relajarse . Todo menos una leve erección . La había visto de reojo durante el trayecto , llevaba una blusa blanca cuyo sosten azul se filtraba cuando había luz , con un escote de corazón bien pronunciado que desde mi posición podía ver bien la cuvartura de sus pechos . Una falda larga mas abajo de las rodillas color coral que bailaba con el vaivén de sus caderas al caminar y unos zapatos de tacón negro que la hacían lucir elegante y bella . Pensaba en ella sosteniendo mi mano y en la electricidad que se transmitió con su tacto , con la sonrisa que trataba de disimular en los labios , con su olor característico a chocolate que no se decir con certeza sí se desprendía de su piel o cabello u de ambos .  Corrí por que ya me sentía bajo el efecto de su encanto . Si llegabamos juntos a casa no iba a ser un caballero por permitirle pasar , en ese momento ya no pensaba como hombre sino como animal salvaje .
Puede que de querer sexo con ella , si se lo propongo  posiblemente  no se negaría . Lo deduzco por como me miraba . Tengo confianza en mi cuerpo , lo he entrenado hasta hacerlo atractivo y no sería la primera mujer que ha deseado acostarse conmigo.  Pero no puedo arriesgarme a una noche de placer  , no con ella que se escabulle como serpiente , que me inmoviliza con su mirada y me envuelve  sin yo poder evitarlo .
De darse la oportunidad ¿ Qué pasaría después de esa noche ? . Ese espacio incierto  es a lo que le  temo .
Es necesario que me mantenga más alerta . Aún no estoy preparado para contrarrestar sus poderes de seducción . Por llamarlo así de algún modo .  Tal vez ni ella misma sepa lo que hace , la manera en la que me vuelve loco al estar a tan pocos centímetros de mi.
Ya no soy el mismo , no me reconozco y espero que tan solo sea una atracción física , un deseo carnal el que me impulsa a seguirle la corriente .
A eso de las 7:30 recibo un mensaje que decía << He llegado bien a mi casa , espero tu igual >> . Envió una lista de ingredientes adjuntando tambie una foto de una tarta de queso . Imaginé que eso es lo que quería hacer para el sábado así que le respondí  ,<<  De acuerdo , ya quiero probarla >>  . Pero de mi pensamiento no escapaba el querer probar más que tan solo una tarta . 
De el jueves al viernes me encargué de reunir todos los ingredientes que hacían falta para la elaboración  de la tarta . Le envíe una foto con los materiales puestos en el mesón de mi cocina y me respondió con una stíker de una cara sonriente con los pulgares arriba diciendo << ¡buen trabajo! >>. Quedé con ella en irle a buscar a la salida de su pastelería . Saqué mi carro de la cochera que ya tenía tiempo sin usar por mantener una vida más saludable de caminata en caminata y conduje tres minutos , deteniéndome justo al frente de su pastelería . A Sugar le ví afuera parada con una bolsa que parecía contener instrumentos de cocina , espátula , batidor , bol y esas cosas.  Esperaba  supongo a que yo  llegara  caminando , su vista se fijaba a las aceras y no a los carros que transitaban  , cada vez que veía a un hombre cuya estatura y contextura se le parecía a mí  a lo lejos , erguía su cuerpo , se tensaban sus hombros y su expresión cambiaba de pura emoción . La llamé por teléfono y contestó.
— Ya llegué— le dije . 
— ¿ Dónde que no te veo ? —Me pareció súper chistoso la manera en que se crispó al escucharme y miró a todas las direcciones incluyendo el cielo como si de un momento a otro fuera yo fuera a caer de él. 

 No se percató hasta que empecé a pitarle aún con la llamada activa al auricular , bajé la ventana y le saludé con la mano . Salió corriendo hacia mí mostrando sus blancos dientes en una sonrisa  y podría jurar que dejó un rastro de brillantina al pasar . Se sentó en el asiento del copiloto poniendo la bolsa que cargaba a sus pies y su cartera en el regazo . Cargaba puesto un vestido casual sin mangas color verde limón estampado con puntitos negros ceñido al cuerpo y unos zapatillas plateadas con lacitos color rosa pálido . Sus atuendos me parecen sacados de una tienda infantil pero ella con su actitud los luce como ropa de boutique de la mejor marca . 
—¡ No creí que conducías , siempre te ví caminar y  no pensé que tuvieras carro !. 
Arranqué el motor .
— Pues hay muchisimas cosas que de mi no sabes .
Me fijé en la carretera .
— Pero que conoceré pronto— Susurró  .

Me bajé del carro y ella más adelante se bajó sin esperar el protocolo de que yo como caballero le abriera la puerta . Le quité las bolsas que cargaba y caminé delante de ella conduciendola hasta la entrada de mi casa  . Saqué mis llaves del bolsillo de mi pantalón y las introduje en la puerta quitándole el seguro . Le hice espacio y ella pasó . Contempló los alrededores de mi sala y no le preocupó el tiempo que le tomara conocerse cada detalle . Se detuvo en cada lienzo , cada foto en la pared , cada adorno. Carraspee mostrándole la cocina y se ruborizó al instante .
— Disculpa de momento se me olvidó a que había venido a tu casa — . Sonrió pero con vergüenza .
Después de inspeccionar que no le faltaba nada de los utensilios que había traído mientras los sacaba de su bolsa  y de repasar la lista comprobando que no hacia falta ningún ingrediente , se puso a calentar la leche desnatada a fuego lento y después agregó el queso crema removiéndolo hasta que se deshizo en la mezcla por completo . Me arrojó de imprevisto  el paquete de galletas sin azúcar  que aqueche por reflejo y me dijo que las colocara triturada o entera , como me pareciera mejor en el molde . Lo cual hice . La vi vertir leche en un vaso junto con la gelatina neutra para que se hidratara y luego usando una cuchara la disolvió bien . Después echó la gelatina en la mezcla del queso crema  que aún seguía en el fuego .
— Kendal por favor pásame la Azucar de Abedul— me dijo al notar mi presencia .
Cuando cocina parece perderse en el tiempo y el espacio , nada más parece importarle  . Hasta su expresión transmite seriedad y compromiso .
Le entregué la azúcar de Abedul y midiendo agregó cinco gramos de aquel edulcorante .
—Ni más , ni menos , estará en el punto exacto de dulzor —.  Susurró a mi oído y me guiñó un ojo .
Me entregó la espátula para que le ayudara a remover e incluyó una caricia en mi brazo antes de escabullirse de mi lado del todo. Tragué saliva y me mordí los labios , ella pretendía jugar conmigo y yo le enseñaría entonces como se juega .  
Esperamos a que hirviera la mezcla para retirarla del fuego y después vertimos su contenido en el molde donde prepararemos la base de la tarta . 
Satisfecha se sacude las manos .
—Ahora solo falta dejarla enfriar veinte minutos o más en la nevera — musita Sugar poniendo su cabello de lado y mirándose las puntas .
Realmente disfrutaba que la mirara cocinar . Tenía esos aires de grandeza de los que se galardonas las princesas . ¿ Dónde estaría su tiaria ?
Hago lo que me pidió y  llevo la mezcla  hasta la nevera . Luego me doy vuelta  hacia ella .
— ¿ Te gustaría algo para beber ?
—¿ Qué tienes que ofrecer ? — pregunta con un dejo de voz , sentándose en una de las sillas de la isla . 
—Jugo de tomate , jugo de naranja  , agua , café y leche— . Respondo con indiferencia , mientras rebuscaba  dentro de la nevera .

—¿ Quién hizo el jugo de tomate ? . Pregunta .
—¡ Yo!—. Saqué  la jarra y servi del jugo en dos vasos.
Luego le entregué un vaso con jugo a Sugar .
—Aún no respondo si quiero y ya me sirves —Dice dándole un sorbo a la bebida .
— Se dice gracias — Me aproximé  a ella y le susurré al oído .—y sé que quieres porqué  lo hice yo . 

Se puso colorada y empezó a acariciarse las piernas con las manos pero no como forma de seducción sino de nerviosismo . Detengo su mano sobre su pierna y empiezo con las yemas de mis dedos a  acariciarle su mano . No se inmutó , entonces comencé a rozarle la tersa piel de sus piernas  . Ella no pudo apartar la mirada en la zona donde estaba siendo tocada . El silencio era absoluto en la sala . Su respiración era lenta y pausada . Me divertía verla en ese estado de excitación . Trató de hacerse la indiferente tomando otro sorbo a su bebida y aproveché para subirle un poco el ruedo de su vestido . Se sobresaltó y por poco no se ahoga . Me miró anonadada pero no se apartó . En ningún momento se quejó . Le acaricié ambas piernas y me hice un hueco en ellas , mi nariz acarició su cuello y gimió . Subí un poco más y aspiré el olor de su cabello color chocolate con olor a chocolate .  Después busqué sus ojos color caramelo los tenía tan dilatados , la mirada tan perdida en su ensoñación . Recosté mi frente en su frente , cerró los ojos y sus labios se entreabrieron esperando que los mios llegaran a los suyos . Con mi aliento le soplé a sus labios y me aparté .
Acomodé lo mejor que pude el bulto que se marcaba en la parte delantera de mi pantalón  y acariciandome el cabello le digo con voz ronca
—¡ Ya despierta ! .
Después me carcajee tratando de sonar convincente.
Tendría que ser fácil para mí y difícil para ella , pero resultó difícil para los dos .

Empalagosamente DulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora