Capítulo Veinte.

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SooBin.

—Aún no tienes licencia ¿Qué pasara si te atrapan? —Lia se dejó caer en su asiento mientras cruzaba los brazos—No quiero dañar mi perfecto historial, fingiré que no te conozco.

—El lugar hacía donde vamos está cerca, además, no creo que me atrapen, la primera vez no ocurrió nada, creo que tengo buena suerte. —dije orgulloso.

—¿No es la primera vez? Que irresponsable. —bromeó ella—¿Desde cuándo sabes conducir?

—Mmm, creo que, desde el año pasado, aprendí en el campo, pero apenas estoy familiarizando con conducir en la ciudad. ¿Tú sabes conducir?

Negó con la cabeza—Aún me faltan algunos meses para cumplir 18 años, espero aprender en ese lapso, seguramente Irene me enseñará, aunque, para ser sincera, ella no maneja demasiado, pero es buena.

—Si alguna vez quieres ayuda adicional para aprender a conducir, sabes que puedes llamarme—sonreí sin apartar mi vista de enfrente.

—Bien, lo tendré en cuenta.

Desde que fui por ella a su casa, me percaté de la falta de espíritu que ella siempre solía desprender desde que nos hicimos cercanos, no tenía planeado preguntar, quería que ella me lo dijera, quería que se sintiera cómoda, que no se sintiera en la necesidad de decírmelo, sino que se sintiera libre de decidirlo por su cuenta. Había sido buena idea llevarla a distraerla fuera de nuestro lugar de estudio, tenía planeado estudiar, pero no quería que se sintiera más estresada de lo que ya se veía, por lo que tendría que convencerla de tomarnos un descanso.

—Por cierto ¿A dónde iremos? Tengo curiosidad desde que mencionaste que esta vez iríamos a un lugar diferente.

—A un campo de futbol, esta cerca del parque, hoy no juega nadie, así que pensé que sería buena idea, considerando que casi todas las clases han sido en la escuela y hay gente ruidosa.

—Ah, eres muy directo algunas veces, debes poner mas intriga, ¿No pudiste decir algo como 'Es una sorpresa' o 'Lo veras cuando lleguemos?

—No lo pensé...

—Bien, para la otra, sorpréndeme, ¿Quieres?

—Tenlo por seguro.

No tardamos en llegar, deduje por sus expresiones que ella no había estado por aquí, abrí la parte trasera de la camioneta y bajamos las mochilas, me había despertado temprano para preparar todo tipo de bocadillos, había tomado nota sobre lo que le gustaba cuando platicamos a fondo. En verdad estaba esperando que ella la pasara bien por unas horas. Ella eligió los lugares, en verdad amaba sentarse en lugares altos, era común encontrarla siempre en las gradas.

—Espera, ¿Por qué estas abriendo la comida ahora?

—Creo que sabes la respuesta.

—Ah, debí suponer que no estudiaríamos, aunque no me quejo, prefiero relajarme. —suspiró largamente—Veamos que trajiste, uh, Japchae, buena elección ¿Lo preparaste tú?

—Sí, bueno, fuimos mi padre y yo. —respondí mientras repartía todo, muy pocas veces cocinaba Japchae, por lo que había que tenido que recurrir a mi padre y a tutoriales en internet.

—Gracias por preparar esto para mí, muy pocas veces tengo tardes así.

—No hay problema.

Quería iniciar otro tema, pero no encontraba nada más que decir y me rehusaba a usar las típicas preguntas personales, encontraba esta practica de lo más aburrida y estresante, porque la persona no sabía que más preguntar y la otra no sabía que más responder, además, que en esas conversaciones uno suele mentir con respecto a cómo se siente, pensaba la mayoría de las personas son más propensas a presumir bienes materiales y estabilidad, a demostrar lo que realmente son y guardan del resto.

Oh, Honey | Soobin & LiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora