Oh, Honey | Soobin & Lia

Capítulo Veinticuatro.

Lia.

Llegar más tarde de lo habitual a clases se había vuelto una mala costumbre y era porque me quedaba dormida y no era gracias a mi insomnio, sino porque me quedaba despierta hasta tarde boceteando. Desde que SooBin me había regalado todas esas cosas, no había parado de usarlas y se habían vuelto mi obsesión, por lo que me perdía entre el proceso, causando un desequilibrio entre mis horarios, pero yo no podía encontrarme más animada, que hasta olvidaba todo tipo de cansancio.

Mis amigas notaron que mis bolsas debajo de los ojos volvieron a hacerse notables, por lo que en el descanso no pude evitar saltarme del azote de sus sermones, que era más que obvio que me los merecía.

—Enserio, debes de dormir más, no puedes seguir llegando tarde, agradece que al menos llegas antes de que inicien las clases. —dijo RyuJin, que claramente estaba más que preocupada y no pude evitar sentirme mal.

—Perdónenme, no quiero darles otra cosa en que pensar, ¡Prometo que seré más responsable!

—¿El insomnio volvió? —pregunto YuNa.

—Afortunadamente, no, es solo que he estado metida en mi cuaderno de dibujo todo el día.

—Ah ¿Volviste a tus clases de arte? —A YuNa se le formo una sonrisa en el rostro.

—No, pero no es porque quisiera...—Mis amigas me miraban desconcertadas por el repentino cambio en mi voz—Lo hable con mis padres de hecho, pero se negaron y yo no quería iniciar una discusión innecesaria.

—¿¡Qué!? Lia, eso no esta bien, son tus padres, no tus carceleros, no has hecho nada malo.

—RyuJin, nada de esto hubiera pasado si hubiera pedido permiso, tal vez lo que hacía no era malo, pero habérselos ocultado sí que lo era.

—Lia, sé que no es una obligación contarnos lo que sucede, pero sabes que puedes contar con nosotras ¿Cierto? —YuNa me mostro una sonrisa.

—Lo sé, pero ustedes suelen estar ocupadas con sus practicas y se ven felices haciendo lo que les gusta, que pensé que no debía abrumarlas con mis cosas...

—Siempre tendremos tiempo para escucharte, somos tus amigas y ni importa que, estaremos aquí para escucharte, nos importas y eso no cambiara nunca.

—Gracias, no saben cuanto agradezco que sean mis amigas. Y saben, no se preocupen por lo de las clases, de hecho, tengo un acompañante ahora. —sonreí tímidamente.

—¡Dios mío! ¿Quién es? ¿Va en nuestra clase?

—No. —reí—Es SooBin, deben recordarlo bien.

—¡Claro que lo hacemos! Te vengaste de él porque te avergonzó ¿Cómo es que se volvieron amigos?

—Terminamos envueltos en una serie de eventos y empezamos a llevarnos mejor, además, él fue quien me compro otro cuaderno y pinturas nuevas.

—RyuJin, creo que no se ven como amigos. —YuNa y RyuJin sonrieron.

—Lia, ¿Estas segura de que solo son compañeros? Digo, no cualquiera tendría ese tipo de detalles. —pregunto insinuando.

—No...bueno no lo sé, tengo entendido que le gusta alguien y no soy yo.

—¿Y a ti te gusta? —pregunto YuNa, mirándome fija.

Sí y mucho.

—N-no me puede gustar, simplemente no.

—¿Y por qué no?

Exacto, no hay razón. Me gusta.

—Si a él le gusta alguien, lo mejor es no entrometerme, ser amable no significa absolutamente nada.

—Querida amiga, en verdad estamos en desacuerdo, ¿Le has visto este tipo de detalles que tiene contigo haciéndoselos a ella? —RyuJin se acerco considerablemente a mí, me aterro un poco.

—N-no lo sé. —trague fuerte—RyuJin estas demasiado cerca.

—Mientras más te lo niegues, más te enamoraras de él. Te gusta.

—¡Esta bien, me gusta! Me gusta demasiado, me gusta que se preocupe por mí y que tenga este tipo de detalles conmigo.

—Eso quería escuchar. —RyuJin se alejó, mientras sonreía victoriosa y yo me ruborizaba cada vez más.

Y todo eso era verdad, amaba todo lo que él hacía por mí, cada detalle, cada mensaje suyo preguntando por mi bienestar, si había comido bien o si ya había terminado mis tareas, amaba que él me escuchara como si yo fuera una persona interesante, lo amaba a él.
Me hacía sentir especial y con solo una sonrisa suya podía hacerme olvidar todo, pero mientras más descubría todo eso, más me dolía pensar en que la única persona que se ilusiono había sido yo. No podía ignorar el hecho de que aún existía la posibilidad de que SooBin siguiera enamorado de Hwang YeJi y eso tiraba lo que sentía a un precipicio.
Pero lo quería tanto, que solo me importaba que él fuera feliz con alguien a quien de verdad amara, así fuera conmigo, con ella o con quien fuese, solo dependía de él.
Él me hizo sentir cosas que no creía que fuera posible sentir y eso siempre se lo agradecería, así fuera en silencio.

Y aquí esta el capítulo que les debía, por lo que lo prometido es deuda.

Perdonen si estos capítulos son cortos, pero era necesario mostrarles un poco como se sentían ambos, además de que traje de vuelta a sus amigos.

Espero que les haya gustado mucho, recuerden tomar agua y lavarse las manos.< 3

Los quiere, la tia Cherry. 🍒