CAPÍTULO 8

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Di unos cuantos pasos hacia el espejo, examinaba las marcas en mis muñecas, frote mis dedos sobre una de ellas, <<Esto es algo que no debería vivir ningún ser vivo, pero estas marcas se iran, Naithan apareció en el momento preciso >> sonreí, mientras levantaba la vista al espejo, para quedar petrificada.

Todo el tiempo desde la agresión había sentido dolor, pero no era consciente de las lesiones en mi cara, uno de mis ojos estaba casi cerrado, hinchado y rojo por el golpe, un lado de mi cara estaba roja, con las marcas todavía de unos dedos y mis labios estaban rojos por la sangre ya seca de mi labio inferior, había una pequeña cortada y estaba algo hinchado y en mi frente había otro moretón, recordé que fue en la furgoneta, mientras me miraba al espejo, mis ojos se llenaron de agua y las lagrimas negras por el maquillaje empezaron a caer, abrí la llave de agua para lavarme la cara, cuando secaba mi cara, pude ver los pantalones cortos que traía puestos, también tenía varios moretones en las piernas, un poco más grandes que los de mi cara, mi piel era pálida lo cual hacia que se viera horrible, pero como había dicho Evan luce más alarmante de lo que es, me fui a la ducha dentro había una silla <<la acababa de poner Naithan>>- sonreí. Los hematomas me recordaban cada golpe, <<lo soporte y aquí estoy>>-pensé, y llore lo que pude bajo el agua, me vestí y mientras cepillaba mi cabello, nuevamente mire mi reflejo en el espejo, fue que recordé mi pesadilla, los golpes, eran en el mismo sitio que en los de mi pesadilla, entonces había sido mas una premonición o solo coincidencia, no sabía que creer, cuando de repente la voz de Naithan me saco de mi trance.

- Emma, ¿necesitas algo?, ¿todo, bien?- se escuchaba algo impaciente.

Di un par de pasos y mientras abría la puerta respondí con una sonrisa amable.

- Gracias, ya he terminado.

Y ahí esteba parado frente a mí, sus ojos grandes color mar, me miraron, pero esta vez era diferente, era como la mirada de un niño, pura y a la vez sorprendida como si le hubieran mostrado algún truco de magia.

Espere a que me dijera algo, pero no lo hizo, así que fui yo la que rompió el silencio.

- Sé que se ve fatal, pero espero que desaparezca pronto- dije algo avergonzada.

Me observo como si no me hubiera comprendido y después reaccionó.

- Si...no, desaparecerá.- no se escuchaba convencido, mientras sonreía tratando de disimular.

- Tengo un poco de sopa, debes comer algo.

- Si gracias, me sentara bien.- sonreí tímidamente.

Me ayudo a sentarme en la cama, para después aparecer con un plato de sopa y una malteada de chocolate, él no probo bocado, solo se dedico a observar, después de unos minutos, pregunte.

- Como fue que llegaste al callejón.- Su rostro se ensombreció.

- Venia de ver a unos amigos, pasaba por ahí, cuando escuche el disparo, así que me acerque y vi lo que pasaba, entonces una sirena sonó a varias calles, y esos cobardes huyeron.- su mandíbula se tenso y paso su mano sobre su cabello exasperado.

- Pues siempre estaré agradecida contigo, apareciste como enviado del cielo.

Era verdad, estaba agradecida con él, fue mi ángel llegando al rescate, su expresión cambio nuevamente, me contemplo con ternura, su postura cambio descansando su barbilla en su mano permaneciendo así unos segundos para después ponerse serio nuevamente.

Empezó a preguntar en donde me encontraba cuándo me atacaron, le conté como había sucedido, cuándo un sonido me asustó, era una alarma, la apago y tomo un frasco que contenía los analgésicos que Evan me había recetado, me paso un vaso de agua y la pastilla.

- Gracias.- sonreí, fue entonces que recordé a Elena.

- Debo irme a casa.-Me observo pensativo, para después ir a su armario.

El cansancio empezó a invadirme nuevamente, se acerco para colocarme una sudadera con capucha que obviamente me quedaba enorme, tomo unas llaves de la mesita de noche y las puso en su chaqueta, se fue acercando a mí con curiosidad, se sentó a un lado de la cama, y por sorpresa, tomo mi rostro con sus manos, sus ojos no dejaban de examinarme meticulosamente, me quede desconcertada, y sus ojos se encontraron con los míos, mi estómago se estremeció hasta llegar a mi pecho, pude ver como su mandíbula se tensó, aparto un mechón de cabello de mi cara, para después sonreír iluminando sus ojos,<<Dios este momento debe estar en mi track list>>, unos segundos después sacudió su cabeza como tratando de apartar sus pensamientos, para después volver a su expresión seria.

- No debes moverte mucho, así que te llevare en mí regazo.-no fue una pregunta, era un aviso.

Me tense un poco, el hecho de su cercanía ya resultaba ser algo intenso, pero tenía razón apenas podía estar de pie. Me levanto con mucho cuidado y tanta facilidad, no parecía esforzarse, salimos de la habitación y mientras cruzábamos lo que parecía ser la sala y cocina que se encontraban en una pieza amplia de su departamento sin ninguna división, no había notado la decoración minimalista del lugar. Cuando llegamos a la puerta se detuvo y se volvió a mí, esa mirada de nuevo.

- ¿Te sientes bien?, ¿No te causo dolor?

- Nada, que no pueda soportar.- le sonreí

- Lo sé.- Una sonrisa se dibujo en su cara, para después acercarme a su pecho y depositar un beso en mi frente.

Quede atónita, eso fue inesperado, pero una especie de alegría me invadió y fue ahí que llego a mi mente <<Cant take my eyes off you, de Frank Sinatra>>, agregada a la lista, si lo sé, como podía pensar en esto ahora, pero también era nuevo para mí y esto no era algo que ocurriera todo el tiempo, así que me permitiría fantasear sólo esta vez.

A medida que bajamos unas escaleras, mis ojos iban pesando cada vez más, cruzamos lo que parecía ser una especie de taller mecánico de motos, para después finalmente salir a la calle tras oír cómo se cerraba una puerta, el frio de la noche golpeo mi cara, Naithan abrió la puerta del auto y me deposito en el asiento, trate de permanecer despierta pero el sueño me venció.

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