A la mañana siguiente me quede descansando hasta medio día, me sentía mucho mejor, durante mi descanso experimente un tipo de energía, asaltaba todo mi cuerpo generando oleadas de calor, para después quedar profundamente dormida.
La casa se encontraba sola, Bill y Elena se habían marchado al trabajo a regañadientes, les asegure que podía arreglármelas sola, los medicamentos que me había recetado Evan la noche anterior habían hecho su trabajo de maravilla, así que no existía motivo alguno para preocuparse. Mi nuevo teléfono sono, este fue un obsequio de Bill, ya que el mío lo había perdido durante el ataque, vi el numero y sabía que era Joe, me lo sabía de memoria, tome la llamada, se había enterado de lo que había sucedido y quería saber cómo me encontraba y avisarme que podía tomarme el tiempo necesario para recuperarme. Joe me conocía lo suficiente como para ordenarme descansar, claro que no me presentaría al otro día, después de la golpiza que me habían dado, aunque mi voluntad era férrea, físicamente era imposible por el momento, así que sólo me quedó agradecerle, lo mismo sucedió con los señores Roberts en la cafetería.
El dolor había disminuido, así que logre llegar a la ducha y asearme, antes de vestirme examine nuevamente mi cuerpo y cara, aunque ya no dolía con la misma intensidad, los hematomas permanecían, al parecer el medicamento y una buena siesta habían ayudado, tome de mi armario un conjunto de pantalón y suéter color azul marino, ropa muy cómoda, cepillaba mi cabello y al mismo tiempo le daba reproducir a mi playlist que de forma aleatoria, logro irrumpir en la habitación la grandiosa voz de Sia con alive, la canción me transporto a ese momento en que esos tipos me atacaron, pero aun así, aquí me encontraba, de pie frente al espejo aun respirando; viva. Las lagrimas rodaron descontroladas por mi rostro, las escenas se repetían una, tras otra en mi cabeza, << ¿Por qué a mí?, ¿me habían elegido?, ¿fue el azar?, ¿Estaban tras mío?, ¿sabían donde trabajaba, vivía?, ¿quiénes eran mis amigos?>>. La ansiedad y el temor surgieron, había sido todo real, como real es que esa noche se llevaron consigo mi tranquilidad.
Unos golpes en la puerta me regresaron al presente, la música se detuvo. <<Elena y Bill, se encontraban en el trabajo y en el caso que fueran ellos, tenían llaves>>, sin hacer tanto ruido me conduje al cuarto de Bill, en donde se encontraba su bate de beisbol, camine lentamente en dirección a la puerta, llamaron dos veces más y mi corazón estaba a punto de saltar de mi pecho, mis ojos se inundaron, a medida que me acercaba el temor se intensificaba cuando en mi cabeza sonó una voz.
- ¡No temas!
No provenía de nadie a mi alrededor, esa voz sonaba dentro de mi cabeza y por algún extraño motivo le creí, justo cuando mi mano tomo la perilla de la puerta, otra voz llamo desde el otro lado.
- ¡Emma!.
<<Evan, es Evan>> un suspiro de alivio salió de mi, abrí la puerta y ahí estaba Evan y a su lado Naithan, con el rostro desencajado, posó su mirada en mi rostro para después viajar en dirección a mi mano con la cual sostenía el bate. Enseguida me volví a Evan invitándolos a pasar, él continuo el camino a la sala, mientras Naithan permanecía parado en el mismo lugar observando el bate para después contemplarme, cruzo el umbral hasta quedar centímetros de mi, tomo el bate con su mano, posándola sobre la mía y acariciándola con su pulgar.
- ¡Tranquila, estas a salvo!,- sus palabras conllevaban una promesa.
Asentí agradecida con una sonrisa que apenas alcanzo mis ojos, cuando me reuní con ellos en la sala, me observaban con curiosidad, me sentía algo incomoda hasta que gracias a Evan el silencio termino.
- ¿Cómo te encuentras Emma?
- Pues, mucho mejor que ayer,- respondí con apenas una sonrisa.
- ¡Sí!, eso veo... ¿El dolor continua muy fuerte?
- Un poco menos, los analgésicos me hicieron muy bien, por cierto, causan algún efecto secundario ¿cómo temperatura o algo parecido?,- pregunte.
Naithan se encontraba sentado a un lado de su hermano examinando la casa, para después continuar con las fotografías en un estante junto a la televisión, en donde aparecíamos Elena, Bill y yo.
- No debería, ¿Por qué lo dices?, ¿tuviste fiebre?- pregunto alarmado Evan.
Naithan al escuchar a su hermano, dirigió toda su atención a mí, eso me puso nerviosa.
- Sentía...Sentía durante mi descanso, oleadas de calor.
- Pues tengo que admitirlo nunca había visto este tipo de efectos, pero parece que todo va bien, porque te veo mejorada, hasta la inflamación de los golpes en la cara ha disminuido un poco y eso que no te recete antiinflamatorios, ¿Puedo revisarte?,- dijo mientras mostraba su maletín
- ¡Claro!,- Durante el chequeo médico Naithan no perdió detalle de todo lo que hacía y decía su hermano.
- Bueno Emma todo parece mejorar muy rápido, eres muy fuerte y valiente, así que no creo que sea necesario agregar más medicamentos, continua con los analgésicos como te lo recete y anti-inflamatorio no será necesario, ya que tu cuerpo parece estar reaccionando muy bien, los hematomas no desaparecerán hasta en un par de semanas, así que me gustaría volver a verte en una semana... mientras tanto descansa.
- ¡Lo hare!, mis jefes me han dado algunos días para recuperarme. Pero antes de que te vayas déjame pagarte, por atenderme ayer y por venir hoy hasta mi casa.
- No te preocupes por eso.- respondió Naithan sin titubear
- Tranquila, me lo pidió Naithan y es un placer ayudar, lo mismo le dije a tu amiga que se ofreció a pagar la cuenta esta mañana cuando se comunico conmigo para saber tu estado, ya se ha quedado tranquila.- sonreía amablemente.
- ¡Muchas gracias!, no se que hice para encontrarme a unos chicos como ustedes.-dije mientras le daba un ligero apretón de mano.
- Pues nos tenemos que ir, pero ya tienes mi número, llama para lo que necesites... ¿Ok?
- ¡Ok!- respondí con la misma sonrisa amable y sincera que me brindaba, sorpresivamente Naithan interrumpió.
- ¿Yo me quisiera quedar contigo hasta que llegue tu amiga, si me lo permites?- su mirada era penetrante.
- ¡Claro!, te lo agradezco, pero ¡no es necesario, imagino que tienes cosas que hacer!, me las puedo arreglar... ¡No te preocupes!- me encontraba agradecida pero más sorprendida por su ofrecimiento, por un instante pude observar a Evan con rostro de incredulidad.
- No tengo nada mejor que hacer, ¡así que te pido me permitas quedarme!.- no era una pregunta era una orden o eso parecía.
- Esta bien, ¡te lo agradezco!- respondí algo confusa, mientras él me regalaba la más radiante sonrisa en agradecimiento.
Observe a Evan quien todavía se mostraba incrédulo ante la escena, reaccionando segundos después de darse cuenta que lo mirábamos, solo sonrió y dijo:
- Bueno aunque todo es más interesante aquí, me tengo que ir, ¿Creo que entre a un universo paralelo?- dijo mientras sonreía a Naithan.
- Si, pues yo te acompaño a la puerta.- respondió Naithan prácticamente echándolo.
- Gracias por todo Evan,- fue lo único que alcance a decirle antes de que Naithan se lo llevara.

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El Protector
FantasySINOPSIS Las expectativas sobre mi futuro nunca fueron las más ambiciosas, sólo buscaba aunque sea una sola vez, montar una exposición de mis pinturas, seria feliz el resto de mi vida, pero dios, universo, como ustedes quieran llamarle, tenía plane...