CAPÍTULO 14

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El camino de regreso no era el que llevaba casa, me gire a Naithan, él parecía renovado, transmitía cierta paz y eso también me tranquilizaba.

-¿A dónde vamos? - cuestioné mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.

- A mi casa...¡Sólo un par de horas! Debo terminar el trabajo pendiente, más tarde estarás en casa. - anuncio con cierta satisfacción.

Su expresión me recordó a la de un niño que consigue el juguete anhelado, lo cual me causó gracia, así que no me opuse al plan.

En cuanto llegamos cruzamos la primera planta, la cual se trataba de su taller, en donde tenía un par de motocicletas al fondo y una en el centro del lugar, alrededor de ella unas piezas dispersas por el suelo, la cual supuse reparaba.

- Más tarde bajaré a terminar de repararla - anunció señalando la motocicleta -¡Ahora vamos, no tarda en llegar la comida! - ordenó, tomándome de la mano mientras me llevaba escaleras arriba.

Todo parecía estar en perfecto orden, olía muy bien el departamento, la última vez no le puse demasiada atención, pero era evidente que se había esmerado; pude sentir su mirada sobre mí.

- ¡Sí, he ordenado un poco! - mencionó orgulloso del resultado.

Al parecer mi expresión al ver el lugar, no pasó desapercibida, enseguida me guío al sofá para que descansara, mientras el atravesaba el lugar en dirección a la cocina detrás mío, parecía estar muy animado, sus movimientos eran rápidos al poner la mesa; el timbre sonó y de inmediato desapareció por la puerta, un par de minutos después volvió. El olor de la comida hizo gruñir a mi estómago, lo cubrí con mis manos como si eso lo silenciara, fue entonces que Naithan apareció frente a mi tendiéndome la mano.

- ¡Vamos Emma, es hora de comer!.

Tenía tanta hambre que el estómago me dolía, un plato grande con fideos y verduras, desprendían un delicioso aroma y a un costado otro plato de igual tamaño, repleto de trozos de carne.
Serví en mi plato fideos y cuando estaba a punto de servir un poco de carne, imágenes muy nítidas invadieron mi mente vacas, toros, siendo asesinados con tal saña que erizó mi piel, inmediatamente otra imagen llegó, eran pedazos de sus cuerpos colgados de ganchos y grandes charcos de sangre cubrían los pisos, patos siendo sumergidos vivos en una especie de ollas de agua hirviendo, provocaron un dolor en mí como nunca antes, podía sentir el dolor de aquellos seres vivos, sentimientos como miedo, tristeza, decepción. Aquellas imágenes me hicieron comprender el sufrimiento que llegábamos a causar a aquellos animales, los cuales criábamos, ganábamos su confianza la cual traicionábamos sacrificándolos de la peor manera, para nuestro deleite; como podíamos sentirnos la especie superior, ante tal aberración, con que derecho. En ese instante comprendí, que nunca más volvería a alimentar mi cuerpo con el sufrimiento de otros.

La voz de Naithan me hizo tomar conciencia del lugar donde me encontraba, con semblante preocupado, servía un vaso de agua que extendió hacia mí, le agradecí con una media sonrisa y tome un poco.

- Emma, ¿Te sientes bien?, estás algo pálida - sonó angustiado-, no has probado bocado, ¡come un poco de carne te dará fuerzas!.

- ¡No!, Solo comeré algo ligero, los fideos están bien, además no me gusta la carne. - repuse

-¡Oh, no lo sabía!, ¿Quieres alguna otra cosa?.

- No, no, estoy bien, los fideos están muy bien, te lo agradezco.

Él accedió sin más remedio, permanecimos en silencio un par de minutos mientras comíamos, cosa que me permitió tranquilizarme un poco, pero algo más venía a mi mente, el encuentro de Naithan con su padre no dejaba de dar vueltas en mi cabeza.

- Tu padre y tú son muy parecidos - dije tratando de romper él silenció.

- ¡En absoluto!, ¡Te equivocas!, No soy igual a él - respondió golpeando con el puño la mesa.

- ¡Disculpa!... Me refería al parecido físico, yo, no debí... ¡Lo siento!. - exprese avergonzada pues era más que evidente que le molestaba la comparación.

Continuamos en silencio, un silenció demasiado incómodo, se notaba tenso y yo me sentía desconcertada y frágil, como una niña que ha sido reprendida, nunca había estado en una situación así, de hecho todo era nuevo para mí. Así que agradecí la comida, lleve mi plato a la cocina tratando de alejarme un poco de toda esa tensión. Escuche sus pasos alejándose del comedor, así que me apresure a dejar los platos en su lugar, tome mi teléfono en búsqueda del número de Elena, llame, pero no respondía, de modo que opte por enviar un texto.

- ¡Hola nena!, ¿Puedes pasar por mí a casa de Naithan?

Debía irme a casa, por lo cual envié un texto con la ubicación, mientras esperaba su respuesta.

Me apoyé sobre el marco de la ventana, contemplando pequeños copos de nieve,que caían uno detrás de otro frente a mí; Elena no respondía de modo que llame a la compañía de taxis, de pronto Naithan me tomó por el brazo, estaba sentado a un costado del sofá.

- ¿Cuánto tiempo llevas ahí? - pregunté sorprendida por su presencia.

- El tiempo suficiente para ver cómo te pierdes en la tormenta. - su expresión era indescifrable

-¡ Ya debo irme!, gracias por la comida...
Necesito descansar un poco, así que un taxi vendrá por mí, no hace falta que me lleves a casa - le comunique mientras la voz ronca de un hombre salía de mi teléfono.

- ¡Hola!, compañía de taxis.

- ¡No, no, no... espera! - exclamó Naithan adueñándose de mi teléfono, explicó a aquel hombre que había sido una equivocación, le agradeció para finalmente dar por terminada la llamada.

Me tomó de ambos brazos, acercándome a centímetros de él, podía notar cierto agobió, su mirada se posaba en mis manos las cuales sostenía y un leve suspiro escapó de él, alzó la vista y un par de ojos azules revelaron tormento, los músculos de su mandíbula se tensaron y mi corazón se estrujó, una sensación de cosquilleo recorría mis manos, impulsándome a acariciar su rostro como si con eso pudiera calmar la tormenta en su interior. Automáticamente, cerró los ojos con fuerza, rodeándome con sus brazos al mismo tiempo que escondía su rostro sobre mi cuello.

-¡Perdona mi estúpida reacción!, yo no debí actuar así y menos contigo, el tema con mi padre es complicado y no es algo de lo que me guste hablar.

Permaneció unos segundos abrazándome, enseguida se puso de pie frente a mí, tomó mi rostro con ambas manos y dijo:

- Tú menos que nadie merece que haya reaccionado así, no quise hacerte pasar un mal rato.- expresó arrepentido

- Está bien, yo lo siento, no debí mencionar nada - le expresé con sinceridad mientras me devolvía una tierna sonrisa.

¡Bueno!, habiendo aclarado el asunto, ¿te parece si te llevo a casa en cuanto la tormenta aminore?, mientras tanto, si necesitas descansar puedes hacerlo en mi habitación. - expuso ansioso por mi respuesta

Aunque todo se había aclarado, aún deseaba irme, puesto que todo a su lado lo experimentaba con tal intensidad que una parte de mí deseaba alejarse para poder respirar tranquilamente y la otra, poco inteligente, podía pasarse horas admirando aquel rostro; mas al ver por la ventana, noté cómo en cuestión de minutos, el clima había empeorado, y mi parte racional se asomaba, dándole la razón al esperar que la tormenta pasará, pues no era de lo más acertado conducir en esas condiciones.

- Será lo mejor esperar, ¿Te parece
si vemos algo de televisión? - propuse.

Su rostro se iluminó y acercándose a mí, depósito un tierno beso sobre mi mejilla, susurrando: Yo encantado.


NOTA:

Al parecer Naithan está un poco loco🤯, ¿Que le atormentará?, ¿Guardara algún secreto?, Comenta ⬇️

Si te gusto es capítulo, te agradecería que me apoyaras con tu voto, Mil gracias por tomarte el tiempo de leer mi novela. 😊😘

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