CAPÍTULO 14: Trasnochar

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Amelia siguió practicando las canciones que iba a tocar en su primer concierto en las coves d'en xoroi. No se percató de que llevaba así toda la tarde y ni siquiera había cenado. Cuando se trataba de la música era muy perfeccionista, y más aún si era su primer día en un trabajo nuevo. De vez en cuando hablaba por el grupo de "whats" con su pandilla y les pedía consejo o simplemente les enviaba un audio cantando una parte de alguna canción para que le dijeran si sonaba bien o no. Estuvo a punto de enviárselo también a la rubia ya que parecía que ella tenía más idea de música que sus amigos, pero al final, descartó la idea.
Minutos más tarde, escuchó el sonido de su móvil, avisando así la entrada de un nuevo mensaje. Lo abrió sin ni siquiera prestarle atención pensando que sería alguno de sus amigos, cuando de repente vio que la persona que le había escrito era Luisita. Dejó lo que estaba haciendo y puso sus cinco sentidos en esa pequeña pantalla. Abrió la conversación y se encontró con una foto de la noche anterior. Sonrió. No tenia ni la mas mínima idea de donde había salido esa foto, pero lo primero que hizo fue sonreír. Como acto reflejo, hizo lo mismo que había hecho la rubia anteriormente, amplió la foto para fijarse en cada uno de los detalles. Se fijó en la cercanía de sus cuerpos, en las manos de Luisita y en lo cerca que tenia sus labios del cuello de la rubia. Se imaginó como hubiese sido ese contacto y de repente, un calor se apoderó de ella. Movió la cabeza intentando borrar esa imagen de su mente y se dispuso a contestar el mensaje. No sabía con qué intención se la había mandado la rubia, ya que le envió la foto, pero sin ningún mensaje que la acompañase, pero intentaría averiguarlo.

[Luisita]:
📷foto

[Amelia]:
No salimos nada mal, rubia.
¿Pero de donde ha salido esto?😯

[Luisita]:
Tu amiga Marina y mi amiga Lourdes
que parece que se aburrían y empezaron a sacar fotos...
y me ha pasado esta 🤷‍♀️

[Amelia]:
Vaya...
yo pensaba que querrías una foto conmigo y como no sabias como pedírmelo,
contrataste a algún paparazzi.

[Luisita]:
jajajajajajaja
Creo recordar que no tuve ningún problema en pedirte a la cara lo que quería.

[Amelia]:
Pues tienes razón...
Mi número de teléfono.

[Luisita]:
Que por cierto...
no se como pero te voy a devolver ese jueguecito que me hiciste.

[Amelia]:
Vaya!!
Pensaba que no te acordarías

[Luisita]:
Amelia, por favor,
no iba tan borracha.

[Amelia]:
Entonces te acuerdas de todo?

[Luisita]:
Me acuerdo de todo.

No lo sabían, pero las dos estaban con una sonrisa de oreja a oreja detrás de sus pantallas. Estaban nerviosas por las contestaciones de la otra, pero al ver que ambas estaban receptivas, intentaban alargar la conversación lo máximo posible. De repente, ninguna de las dos quería irse a dormir.

[Amelia]:
Esta bien saberlo.
Y dime,
¿Qué estás haciendo ahora?

[Luisita]:
Estaba trasteando un poco con la guitarra🎸
en el balcón que tengo en mi cuarto,
poco más.
¿Y tú?

[Amelia]:
Pues ya somos dos.
Estaba practicando las canciones que quiero tocar en mi primera actuación.

[Luisita]:
Ala!!!
¿Ya tienes fecha?🙌

[Amelia]:
Siiiiii! Este miércoles.
Estoy atacada.

[Luisita]:
Pero si te he escuchado cantar y lo haces genial Amelia...

[Amelia]:
Gracias Luisi, pero...
¿si creyeras que lo hago mal, me lo dirías?

[Luisita]:
Mmm... no lo sé.
Supongo que, sin conocerte mucho, no te lo diría.
Pero no es el caso, por si te preocupa.
Ya te dije anoche que no podías cantar mejor.

[Amelia]:
Ay Luisi, que vergüenza.
Ojalá salga bien. 🤞

[Luisita]:
Saldrá genial.
Y... ¿puedo preguntar que canciones tienes pensado tocar?

[Amelia]:
Eso sí que es una sorpresa
jeje

[Luisita]:
Venga porfiiii
🥺🥺🥺

[Amelia]:
Uy
creo que me voy yendo a dormir
que mañana tengo cosas que hacer pronto.

[Luisita]:
Eso es una bomba de humo en toda regla.
Ya te la devolveré ya...

[Amelia]:
Buenas noches, guapa.
Que descanses😘😘😘

[Luisita]:
Buenas noches, Amelia.
🥰🥰🥰

Con un poco de dolor en los mofletes por no haber borrado la sonrisa de sus rostros durante toda la conversación, ambas se fueron a dormir con la esperanza de verse pronto.
Amelia se moría de ganas de enseñarle las canciones a la rubia, igual que había hecho con sus amigos. Pero, con la esperanza de que Luisita fuera el miércoles a su estreno, prefirió sorprenderla.
La rubia, por otro lado, tenía curiosidad por saber que se traía Amelia entre manos. Por lo poco que había escuchado de ella, creía que sus gustos musicales eran parecidos, pero la paciencia no era uno de sus fuertes. Aún y así, cualquier cosa que fuera a cantar la morena, estaba segura de que le gustaría.

Cada una se metió en su cama, que de repente les pareció demasiado grande para ellas solas. Estaban sorprendidas por la velocidad que iban tomando sus sentimientos. Nunca habían creído en el amor a primera vista, y mucho menos, pensaban que podrían generar este tipo de vinculo con alguien que conocían de dos días. Pero así es la vida. Creemos que hay cosas que son imposibles, hasta que nos pasan de verdad. Creemos que nos hemos enamorado muchas veces, hasta que realmente lo hacemos. Creemos que nunca tendremos la suerte de encontrar a esa persona que llevamos esperando tanto tiempo, alguien con quien conectamos sin apenas esfuerzo. Siempre vemos como eso les pasa a los demás, pero nunca a nosotros mismos, y por eso, ahora, se sentían tan llenas de vida. Si cada vez que pensaban en la otra, sentían un pellizquito en el estómago, algo bueno estaba por llegar, pensaban. 

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Uno cortito antes de ir a dormir... mil gracias por seguir la historia 🧡

Un verano cualquieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora