Capítulo 8

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Prometo que he aprendido mi lección.
Pero ahora mismo, no quiero estar bien.
Estoy tan cansado, sentando aquí esperando.
No quiero escuchar otro sólo sé paciente
Siempre permanecerá igual
Así que déjame rendirme.
Así que solo déjame ir.
Déjame parar de intentarlo.

Déjame parar de intentarlo

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Flashback

-Solecito, la vida hay que sentirla. Siempre.

-¿Y si lo que sentimos no siempre es bueno?

Estaban sentados en los escalones del porche trasero de su casa y su madre le acariciaba el cabello despacio, moviendo los mechones de pelo entre sus dedos.

-Puedes equivocarte y cometer mil errores, las personas somos así, pero para eso existe el arrepentimiento, saber decir "lo siento" cuando uno debe hacerlo. Pero, solecito, escúchame, ¿Sabes que es lo más triste de no hacer algo por cobardía? Que, con el paso del tiempo, cuando pienses en ello solo podrás pedirte perdón a ti mismo por no haberte atrevido a ser valiente. Y reconciliarse con uno mismo aveces es más complicado que " hacerlo con los demás"

Fin del flashback

El peor sentimiento del mundo, es sentir que caes y caes, incluso cuando ya has tocado el suelo.

Es el dolor en el pecho que no parece disminuir ni alejarse en ningún momento. Es más, parece que nunca se irá del todo. Joaquin lo sabe. Y él, es una persona sentimental, siempre lo ha sido, aunque es un alfa, siempre se sintió vulnerable cuando se refiere a sus sentimientos.

¿Emilio alguna vez habrá sentido algo por él? ¿Algo más?

Sabe que no. Esta consiente de que si significa algo para él, pero sabe que solo es amistad, esta consciente de que nunca lo amará como él (De hecho, piensa que no hay nadie en la tierra que lo amé, como él lo hace.)

Joaquín no contó los minutos que habían pasado desde que Emilio había salido por esa puerta.

En realidad, ni siquiera sabía si en realidad habían pasado horas.

Tenia ganas de golpear algo, quería gritar, tomar los cojines del sillón y romperlos todo... pero también quería llorar. Sentia tanta impotencia, y lo peor, era que la imagen de un Emilio mirándolo con asco saliendo por esa puerta, le golpeaba en la cabeza cada que cerraba a los ojos.

Maldita sea...

¿Qué iba hacer ahora? ¿Cómo iba a poder seguir viviendo con Emilio ahora que él sabía la verdad? ¿Se tendría que ir? ¿Se tendría que marchar?

¿Podría hacerlo?

La verdad es que lo penso. En todas esas horas tirado en el suelo, mirando los muros altos de ladrillos y los amplios ventanales, pensó en irse, lejos, fuera de todo lo que el conocía.

Cuando Decidas AmarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora