Capítulo 5

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Ha pasado un tiempo, pero sigo sintiendo lo mismo
Quizás debería dejarte ir.

María rompio la distancia entre ellos, dándole a Emilio un rápido beso en la comisura de su boca

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María rompio la distancia entre ellos, dándole a Emilio un rápido beso en la comisura de su boca. El rizado se sento en el sofa con los muslos de su omega a ambos lados de sus piernas. María envolvio sus brazos alrededor de su cuello, mientras que Emilio resoplaba sobre sus labios a un milimetro de distancia

-Quiero un beso decente... un beso..

Maria lo silenció con sus propios labios. El beso comenzó delicadamente pero se convirtió en uno salvaje momentos después. Emilio intervino en la situación, metiendo su lengua en la boca de la omega, sintiendo su sabor a cereza en su máxima expresión. Sus salivas se mezclaron y el sabor era sensacional para ambos. Sus labios se amasaban y sólo se preocupaban por chupar la boca del otro de la manera más agradable posible. El lobo de Emilio tomó el control de la situación, dictando profundidad, velocidad e intensidad. Maria se sentía desmayar; el toque posesivo de aquellos labios la volvían loca. Emilio sintió una erección palpitante en sus pantalones, pero abdico la sensación de opresión brutal cuando su parte intima de María se frotó contra él . Emilio dejó escapar un gemido que murió entre las bocas de ambos esto no era suficiente para su lobo, necesitaba más, queria mas. Los pequeños dedos de Maria tiraron de su cabello haciendolo temblar y suspirar en el beso.

Los pulmones de los dos pedian reposo, pero no se detuvieron en ningun momento, ni querian, de hecho. El alfa chupo y lamió con agilidad los labios de la omega, dejando que María se apoyase completamente sobre su erección. Emilio dio una última mordida al labio inferior de la omega. El calor que se apodero de sus cuerpos no podia ser normal, y la forma loca en que ambos se querian en ese momento daba miedo. Cuando sus ojos se abrieron, Emilio observo cómo María se mordia el labio inferior y luego lo soltaba dejándolo hinchado y rojo de tanto chupar. El cuerpo entero del alfa vibro. Cuando Maria se separó un par de milimetros, Emilio sonrió levemente y se inclino hacia ella rozando su boca.

-Estoy. -La besó levemente en el cuello, -Loco. -Repitió la acción pero en sus claviculas. -Por -la beso en la mandibula -Ti -terminando en sus labios, mordiendo suavemente el labio inferior, tirando del mismo para liberarlo segundos después, haciendo que Maria gimiera bajito.

Maria se rio entre dientes y lo volvió a besar despues de recuperar un poco el oxigeno para calmar sus pulmones; los dos inclinaron la cabeza y cerraron los ojos de nuevo. Emilio succionaba los labios hinchados de María, pero antes de profundizar más la situación, un ruido sordo se escuchó en la sala, a continuación de una blasfemia. Joaquín apareció en la sala.

-Oh Dios perdónenme, Madita sea no quería interrumpir -dijo con torpeza y con una voz extraña -Emilio trato de apartar a María pero la omega contrariamente se inclinó y lo beso varias veces el cuello. Emilio sintió la mirada de Joaquín sintiendo un ligero malestar en la boca del estómago. -Lo siento, voy a ir a... -Joaquin miró hacia otro lado cuando sus miradas se conectaron -La casa de Mauricio, nos vemos después -termino murmurando para si mismo yendo hacia a la puerta; desapareciendo rápidamente, algo golpeó en el corazón de Emilio cuando un pensamiento pasó por su mente, pero como siempre lo dejo pasar.

Cuando Decidas AmarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora