-Voy a contarte una historia Joaquín -dijo Emilio apartando la mirada, ya que hablar de eso le dolía -La historia de un amor que nunca comenzó
Los ojos de Joaquín se movieron hacia los de Emilio, la confusión se hizo presente en su rostro.
-Hace un...
No me rendire; no me rendire No, no lo haré Incluso cuando nadie más crea No me daré por vencido tan fácilmente.
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La vida continuo su rumbo.
Las cosas iban bien.
Andrés y Nicolás estaban muy felices organizando los preparativos de su boda. Ellos eran como esas parejas perfectas que siempre estában bien y muy enamorados. La envidia de muchos, el sueño de otros. Perfectos y divinos, como deben ser.
Mauricio y Joaquin decidieron seguir diciendo que solo eran amigos, para no tener que dar explicaciones de su relación, aunque realmente aún eran amigos, la única diferencia es que estaban intentando ser algo más, pero novios de lo que se dice novios, aún no lo eran.
Mauricio es alguien mucho más complejo de lo que su apariencia demuestra. Sí, es alfa sí, está en contra de todo el sistema, sus normas, ideologías y estatutos. Es alguien por lo general gruñón, malhumorado, irónico, sarcástico, no siente empatía por la mayoría y si alguien lo provoca puede ser muy violento. Pero por otra parte, si uno logra cruzar sus fortalezas, es adorable, preocupado, detallista, protector.
¿Y Emilio? Bueno, con Emilio las cosas estában un poco tensas. Joaquin lo habia estado ignorando, a pesar de que extrañaba la presencia de Emilio en su vida de nuevo -ese recuerda nuestra primera noches juntos no lo dejaba de atormentar y confundir, por esa razon se vio incapaz de buscarlo siquiera de averiguar el trasfondo de esas palabras.
Joaquin quiere intentarlo con Mauricio. Aun cuando Nikolas le dice que no lo haga, aun cuando Andrés apoya a su omega con eso, aun cuando sus amigos le dan miradas significativas cada vez que lo ven con Emilio. Quiere hacerlo, porque se está enamorando, cada día un poco más, no está confundido como ellos dicen, lo quiere de verdad, ¿por qué no se enamoraria de alguien como Mauricio? No tiene sentido, aun cuando todos digan que no tiene sentido porque aún ama a Emilio.
Ellos no saben nada.
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Joaquín aún no procesaba aquella situación, despertar entre los brazos de Mauricio para él era como seguir en sus sueños. El ojiazul dormía, y Joaquín se encontraba acurrucado en su pecho escuchando los latidos de su corazón y su tranquila respiración. El brazo de Mauricio envolvía la marcada cintura de Joaquin, mientras el castaño tenía su brazo por encima del abdomen del contrario. Sus piernas estaban entrelazadas, y a pesar de que la cama no era lo suficientemente grande para dos personas, ambos estaban cómodos.
