a different sparkle ━━ adrien agreste/chatnoir.

five

Ladybug y Cat Noir habían logrado desakumatizar a Becca. La muchacha al regresar a la normalidad, miró a su hermano y este con lágrimas en los ojos, salió de su escondite y corrió a abrazarla.

Ella correspondió apenada del desastre que había causado, pero Ladybug se encargó de arreglar todo.

La castaña se acercó a los dos superhéroes y les sonrió con calidez. —Gracias por ayudarme.

Ambos asintieron calmados de que arreglaron el problema, pero Chat Noir supo que aún faltaba algo.

El rubio se acercó hasta donde Dante el tramposo se encontraba. Este lo miró con miedo.

—¿No hay algo que debas hacer? —le preguntó, a lo que este observó su premio de primer lugar y luego a Dean.

Asintió varias veces asustado y se dirigió hacia Dean. —Esto es tuyo —le entregó el premio y Dean sonrió.— Lamento haber hecho trampa y por haberte gritado, Becca.

Ella sonrió y asintió.

—No es necesario que me des tu premio, Dante —dijo Dean, devolviéndole lo que le entregó.— Con tu disculpa me basta. Ahora iré con mis amigos a celebrar, ¿quieres venir?

—Otro dia será. ¡Cuídense y gracias! —seguido a esto Dante se marchó junto a sus otros amigos.

Dean giró a ver a su hermana menor y la abrazó. —No vuelvas a asustarme así.

—Está bien. —rió esta y comenzaron a caminar, pero antes de irse, Becca paró y volteó a ver a Chat.— Gracias por eso. —dijo con una leve sonrisa, refiriéndose a lo de Dante.

El chico se sorprendió y le correspondió la sonrisa. Se alegró por poder ayudarla y que se haya sentido agradecida.

Se percató que alerta de su anillo comenzó a sonar y se despidió de ambos chicos y su querida Ladybug.

(...)

Eran alrededor de las 11 de la noche y Ladybug le había pedido a Chat Noir su presencia para patrullar las calles de Paris y estar seguros de que todo esté bien.

Decidieron separarse y mientras el joven saltaba de un techo al otro, logró divisar a lo lejos una luz encendida en un balcón. Al acercarse más notó que ahí estaba Becca, parada con los brazos apoyados al barandal y mirando la ciudad.

Supuso el por qué se veía algo triste y desorientada. Había sido un día loco para ella, su primera akumatización y tantos sentimientos y preguntas sobre lo qué pasó mientras estaba hechizada podían estar ahogándola.

Chat sintió un poco de pena y curiosidad por saber como se encontraba, así que decidió ir con sigilo hasta su balcón.

Se posicionó a un lado y la chica al notar su presencia saltó del susto.

—¡Hey, hey! Tranquila... soy yo, Chat Noir.

Al mirarlo, suspiró aliviada y lo miró extrañada. —¿Hola?

—Hola. —respondió.— Ehm... ¿e-estás bien? —preguntó con miedo de haber incomodado o asustado a la muchacha.

Ella bajo su mirada y regresó a la anterior posición en la que estaba.

—No lo sé, ¿como debería estar? ¿Tranquila? ¿Asustada? —cuestionó con un tono de voz desanimado, uno que él jamás había escuchado, considerando que la castaña se la pasaba feliz siempre.

—Es normal que no te sientas bien ahora, tuviste un día duro. —dijo el ojiverde.— Por la mañana estarás más calmada, créeme.

—Pero todos hablarán de mi. En la escuela, en la ciudad... hoy hasta salí en las noticias. —rió irónica y se tapó su cara con las manos.— Es vergonzoso y patético que no me haya podido controlar...

—No tienes que ser tan dura, a muchos les ha pasado. —el joven con ojos verde esmeralda bajó del barandal y se posicionó a su lado, para posar su mano en el hombro de la chica.— Además, ¿ya es algo normal, no crees? Todos los días hay akumatizaciones. Son tantas que ya ni las toman en cuenta. —rió levemente.

La castaña quitó sus manos de su rostro y se enderezó para mirar al joven.

—¿No te sientes cansado? —le preguntó.

El frunció el ceño. —¿A que te refieres?

—De hacer lo mismo siempre —respondió.— De seguro es aburrido resolver los problemas de los demás.

Inmediatamente entendió y sonrió. —Bueno, depende de a quien tengamos que salvar, por ejemplo, cuando se trata del Señor Ramier es completamente aburrido.

Becca rió a carcajadas. —Ese hombre ha sido akumatizado un montón de veces, qué pena. —Chat también rió.

—Lo sé, pero ya lo tenemos controlado, Ladybug y yo hemos hablado con él un montón de veces para que maneje mejor sus emociones. —contó y Becca dejó de reír.

—Bueno, al menos hoy salvaron a alguien diferente. —la castaña giró nuevamente para ver la ciudad y Chat Noir la imitó y notó que había cerrados sus ojos.

Se calló por un momento mientras la veía respirar con tranquilidad. Su cabello se movía por el viento y la luz de la luna hacía que su rostro brillara de una forma bonita. Chat desvío su mirada y posó sus manos sobre el barandal.

—Lo que hiciste hoy por tu hermano fue muy loco —rompió el silencio y Becca abrió sus ojos para mirarlo, el hizo lo mismo.— y valiente.

Ella rió. —Mi papá me dijo lo mismo. —miró curiosa el rostro del chico y frunció el ceño.— ¿Acaso estuviste ahí? —preguntó curiosa.

—¿Q-que? ¡No! ¿Cuando dije eso? —rió nervioso mientras rascaba su nuca.

—Solo decía. —dijo incrédula y se dirigió hasta la puerta del balcón. Miró por última vez a Chat, y sonrió.— Espero verte luego, superhéroe.

Finalmente entró a su habitación y cerró la puerta. Chat se quedó perplejo mirando aún a la misma dirección y rió levemente.

Extendió su vara y se marchó del lugar, para seguir en lo que estaba.

(...)

—¿No te parece sorprendente, Plagg? Becca fue completamente diferente a como suele ser —hablaba Adrien con un poco de emoción y sorpresa mientras lavaba sus dientes.— Se comportó... normal, tanto que pude entablar una conversación con ella.

—¿Que tratas de decir, Adrien? —preguntó curioso Plagg.

—Que a lo mejor ella no es como actúa... tal vez es calmada e interesante, como se mostró con Chat Noir hoy.

—Pues ¿por que no lo compruebas mañana? Háblale en la escuela y mira qué pasa. —sugirió su kwami.— Ahora que ya te di un consejo ¿me darías un pedacito de camembert para dormir bien?

Adrien rió y le dio su pedazo de queso. Al acostarse en su cama observo el techo y se dijo así mismo qué tal vez era buena idea lo que Plagg le sugirió.

< Solo espero no decepcionarme. > se dijo.