thirthy one

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becca's pov.
mi alarma comenzó a sonar con brusquedad. una mueca se me formó en el rostro.

llevaba despierta ya unos minutos, pero no quería empezar el día. estaba agotada, a pesar de que los últimos dos días no había hecho nada más que llorar.

era viernes, pero moría por que fuera sábado. no quería asistir a clases así, siendo un fracaso. tenía el presentimiento de que ya todos sabían lo que acaba de pasarme y eso me ponía de un muy mal humor. realmente no quería tratar mal a nadie por culpa de la frustración de mis problemas.

tomé una bocanada de aire y me levanté de la cama con bastante pereza, deseando que un milagro ocurriera para que yo volviese a esconderme bajo las sábanas.

(...)

—nos enseñaron cosas nuevas en historia, anoté todo por si lo necesitas. ahm... también hay tarea de matemáticas, puedo ayudarte si quieres.

hablaba alessia a un lado mío, mientras sostenía un montón de cuadernos y notas en sus manos. normalmente sería yo quien la estuviese ayudando con sus deberes, pero debido a mis actuales problemas, lo más razonable es que ella me socorriera en estos momentos.

—no sé si te importe, pero le avisé a la maestra que -

suspiré pesadamente y la detuve antes de que continuara hablando, me estaba aturdiendo.

—no te preocupes más por mi, alex. yo puedo sola. —anuncié, tomando toda lo que traía cargando.— gracias.

sonreí levemente y ella se calló inmediatamente, para luego fruncir los labios, observándome con pena.

ella sabía lo mucho que odiaba que me "ayudaran", especialmente en estos momentos, como si el hecho de tener un trastorno alimenticio y haber sido expulsada de mi academia de danza instantáneamente me convirtiera en alguien inútil e incapaz de mantenerse al día con mis propias responsabilidades.

o tal vez la desesperación y la tristeza me estaba haciendo actuar como una loca alterada.

—okay. —dijo algo apenada, desviando su mirada.— perdón, olvide que...

suspiré y me sentí mal. no quería que ser grosera.

—no hay por qué disculparse. —sonreí como pude, otorgándole una mueca más que una sonrisa, y enseguida tomé su mano.— es solo que...

—estás triste. —terminó por mi.

fruncí los labios y asentí. —y enojada. muy enojada.

comenzamos a caminar juntas a paso lento, mientras los chicos del colegio pasaban a nuestro lado con rapidez y animados. era viernes y como siempre todos andaban al apuro por llegar a clases.

—mis padres fueron a la academia para saber que podrían hacer con respecto a mi. —le conté con la mirada fija en mis pies y el suelo, intentando disminuir la punzada que sentía en mi pecho cuando hablaba del tema.— ... al parecer la maestra Jules les contó lo que hice antes de la presentación y los directores creen que lo mejor para mi salud es que me aleje del ballet por un tiempo.

—¿y qué hay de ella? fue en parte su culpa, ¡ella te metió todas esas ideas locas en la cabeza!

—no, no fue así alessia... yo debí ser fuerte. debí mantenerme sana, hacer las cosas bien. ignorarla al igual que las otras chicas.

sentí un leve apretón en mi mano y la mirada de mi amiga sobre mi. me molesté a observarla y su rostro mostraba una mezcla de enojo y tristeza. —no mereces que nada de esto esté pasando.

a different sparkle ━━ adrien agreste/chatnoir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora