a different sparkle ━━ adrien agreste/chatnoir.

eighteen

—Contrólate y piensa bien antes de hablar. —se repitió Chat una vez más al estar a unos tejados cerca del balcón de Becca.

La última vez que la visitó siendo Chat Noir mencionó algo sobre su vida privada y probablemente ir otra vez a hablar con la chica lo ponía en mucho riesgo, pero sentía la necesidad de saber qué estaba pasando con ella y su actitud hacia el —Adrien—.

Suspiró y dio unos saltos hasta llegar al lugar. Tan pronto se asomó al ventanal, pudo ver a Becca sentada en su escritorio —lleno de hojas y pequeñas notas— las cuales parecía estar repasando. La concentración se reflejaba en su semblante y el hecho de que no se daba cuenta que una persona la veía significaba que lo que hacía era muy importante como para distraerse.

Chat se atrevió a dar unos golpecitos al vidrio para que supiera que estaba ahí y la chica dio un pequeño salto por el susto que le dio. Al levantar su mirada se topó con el superhéroe, quien tenía una sonrisa nerviosa.

Ella frunció el ceño sorprendida e inmediatamente se levantó a abrirle.

—¿Chat? ¿Qué haces aquí?

—Perdón... ehm, ¿no querías que viniera? —cuestionó el, un poco asustado por la respuesta.

Ella negó. —Es que... la otra vez te fuiste así nada más.

—Ya sé —el calló y Becca entendió qué le pasaba.

Ella lo analizó por unos segundos y al rubio parecía asustarle que la muchacha mencionara algo de la otra noche.

—No tienes que preocuparte por mi ¿sabes? No diré nada. —aseguró con una leve sonrisa y él la miró.— Es más, ni siquiera lo recuerdo. —fingió demencia y el rió.

—Entonces no hablemos de eso. —pidió tranquilo, para dirigir su mirada hacia donde la chica estaba sentada hace un rato.— ¿Que estabas haciendo?

Ella regresó la vista hacia ahí y se rascó la nuca —Estudiando... o eso intentaba. —frunció el ceño y se sentó nuevamente en la silla frente a la mesa.— Hoy tengo muchas cosas en la cabeza.

—Me he dado cuenta que siempre hay algo que te inquieta, ¿qué es lo que te tiene así? —se atrevió a preguntar el muchacho, con el único objetivo de descubrir qué sucedía en la cabeza de la joven.

Ella miró hacia el techo, pensativa, y después de unos segundos bufó. —No lo entenderías.

—¿Por qué crees eso?

—Porque probablemente nunca has pasado por algo así, digo, eres el gran Chat Noir. Héroe de París, valiente y fuerte, amable —comenzó a hablar y una sonrisa leve se formaba en su rostro a medida que describía al chico.— y además, buen amigo.

Lo último lo tomó con sorpresa y no pudo evitar sentir una extraña sensación en su pecho. ¿Becca lo consideraba su amigo?

El rubio sonrió y se acercó a ella. —¿Estas consciente de que yo también soy un adolescente verdad? Vamos, puedes decirme. —insistió, dándole un suave golpecito a su brazo. Ella lo miró dudosa.— Somos amigos, ¿no?

Negó y rió. —Pensarás que estoy loca.

—Por favor, yo soy el que tiene poderes y se la pasa peleando con gente hechizada todos los días.

La chica soltó una carcajada por lo recién dicho y el rió a lo bajo sin dejar de verla. Nuevamente, ese sentimiento en su pecho lo inundó y extrañamente no podía quitarle los ojos de encima.

Becca finalmente se calmó y calló unos segundos. Chat se esperanzó de que ella dijera algo por lo que durante esos segundos de silencio, suplico internamente y esperó a que hablara.