a different sparkle ━━ adrien agreste/chatnoir.

twenty one

—¿Sabes? Deberías darme la dirección de esa chica, con gusto le lanzo un balón de metal en la cabeza.

Becca rió. —No es para tanto, Lila siempre ha sido una loca.

—No le das importancia solo porque Adrien se ofreció a ayudarte —Berenice mostró una sonrisa picarona y Becca se sonrojó.

—No es cierto. —negó y su amiga la miró incrédula, no pudo evitar reír.— Bueno, tal vez.

Ambas se levantaron del suelo y empezaron a estirarse un poco.

—Adrien es tan tierno... no conocía ese lado de él. —suspiró anhelante Becca, acompañada de una tonta sonrisa en su rostro.

Berenice rió al ver a su amiga, la situación le parecía muy cursi pero entendía el por qué la menor estaba flechada con el rubio. —¿Y qué piensas hacer? —se atrevió a preguntar.

—¿Con Adrien? —preguntó Becca.

—¿Con quien más? —cuestionó obvia Berenice.— Al parecer los dos se gustan, deberías invitarlo a salir.

—No lo sé, no creo que él sienta eso por mi. —dijo la castaña con el ceño fruncido.

—Agh, ¿por qué siempre dices lo mismo? —preguntó con disgusto.— El chico te ha dado varias señales, no las ignores.

—No debería apresurarme, ¿qué tal si solo es amable? —insistió.

Berenice rodó los ojos y negó.

Becca tenía miedo en ser rechazada por Adrien, tal vez por eso no se animaba a "tomar la iniciativa" de alguna forma.

—Beatriz, vuelve a tu posición. —habló la maestra Jules de pronto, haciéndola reaccionar rápidamente para que la castaña fuera hasta el centro del salón.

Ahora a los ensayos se habían unido la clase de los chicos. Ellos obviamente también formarían parte de la obra y Becca, siendo la principal, debía compartir gran parte de sus escenas con cuatro compañeros y compañeras.

En esta escena, Rodrick —el bailarín principal— tenía que levantar a Becca por un rato y luego continuar la rutina. La castaña esperó a que comenzara la música y en cuanto fue así, empezó con el baile.

La verdad es que la joven se sabía los pasos de memoria, pero aún así siempre intentaba darle una pequeña chispa a cada paso.

La maestra observaba cada movimiento de los chicos pero su mayor enfoque estaba en Becca, quien a su parecer debía ser completamente perfecta para la obra.

Llegó el momento de que Rodrick levantara a Becca y en cuanto la chica estuvo en el aire y el comenzó a caminar con ella en sus manos, el muchacho dio un pequeño temblor que hizo alterar a la señorita Jules.

Rodrick y Becca se dieron cuenta del "error" que casi no se notó pero que la mujer no pasaría por alto y continuaron con el baile hasta que la música finalizara.

Al terminar, Rodrick miró nervioso a la castaña y ella temió por lo que diría su maestra.

—¿Qué fue eso? —preguntó la pelirroja. Ambos jóvenes guardaron silencio y la clase entera se detuvo a observar la escena.— Un pequeño error podría arruinar toda la obra. No puedo permitirlo.

—Fue mi culpa, maestra, necesito mejorar mi equilibrio. —Rodrick rompió el silencio y Becca lo miró triste.

—Claro que fue tu culpa. —dijo seca la adulta para luego mirar a la castaña frente a ella directamente a los ojos.— pero también tuya Beatriz.