a different sparkle ━━ adrien agreste/chatnoir.

twenty six

¡YA VA A EMPEZAR LO BUENO! I HOPE U LIKE IT <3
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Después de la charla con Berenice, Becca se quitó un fuerte peso de encima.

Finalmente había podido soltarlo todo, y de lo contrario a lo que pensó que pasaría, se sintió comprendida y escuchada.

Claro estaba que todavía dolía, algo tan grave no se supera con una charla, pero saber que no se encontraba sola la calmaba, le hacía sentir que todo mejoraría.

En cuanto su amiga se fue, Becca se quedó analizando todo lo sucedido. Faltaban tres días para el gran día, y ahora más que nunca, tenía que agarrar fuerzas de donde no las tenía para enfrentar todo lo que estaba pasando y hacerlo bien.

Dejó su teléfono a un lado en el que no pudiese leer los mensajes que le mandaban sus amigos, —se sentía agradecida por su preocupación, pero realmente no quería hablar con nadie— y optó por darse una ducha.

Lloró mucho al ver su cuerpo frente al espejo. Había cambiado en el transcurso de los días y lo odiaba, no era una versión linda ni sana, era una Becca enferma, la misma de hace un año, la que no fue capaz de pedir ayuda.

En cuanto se cambió, bajó con su familia y cenó con ellos. Intentó disfrutarlo, pero apenas la comida entró a su sistema las náuseas aparecieron. Tomó del remedio que su amiga le dio y se calmaron un poco, pero aún así no pudo comer normalmente.

Decidió volver a su habitación y tirarse a la cama otra vez.

Había tanto que pensar, ¿qué pasaría al otro día? ¿que debía hacer? Sin duda la respuesta no era: estar echada bajo las mantas. Pero la verdad es que en ese momento no había algo más que pudiese hacer.

𝗔𝗗𝗥𝗜𝗘𝗡'𝗦 𝗣𝗢𝗩.
—No responde mis mensajes, Plagg.

Me estaba muriendo de la desesperación. Llevaba toda la tarde intentando hablar con Becca, pero era como si hubiese desaparecido del universo.

—Está enferma, Adrien. No está en condiciones para hablar. —dijo mi kwami, intentando calmarme mientras yo daba vueltas en mi habitación.

—Necesito saber cómo está. —solté, ignorando lo recién dicho de su parte y paré en seco frente al espejo.— Tengo que verla.

Escuché un suspiro de Plagg. Se que había dicho que no visitaría a Becca otra vez por su seguridad, pero esta vez era diferente. ¿Y si le había pasado algo aún más grave?

Me transformé y enseguida salí por la ventana. Me dirigí tan rápido como pude hasta su hogar y al divisar su balcón a lo lejos, rogué que todo estuviese bien. En cuanto aterricé frente a su ventanal, me detuve.

Tenía miedo de saber lo que en realidad pasaba, porque el hecho de que Becca estuviese mal me dolía más de lo que podía expresar.

Suspiré y toqué tres veces seguidas el vidrio. No podía ver nada gracias a las cortinas, pero la luz se divisaba entre ellas. Esperé por largos segundos y no hubo respuesta, ni siquiera un sonido.

Mi pecho se llenó de angustia y volví a tocar, pero nuevamente fui ignorado.

De pronto la luz se apagó y así supe que no quería verme. El dolor me llenó y bajé mi mirada, triste.