a different sparkle ━━ adrien agreste/chatnoir.

eleven

—Gracias por esta noche. Fue divertido.

—Sí, pienso lo mismo.

—Espero verte pronto. —dijo la chica un poco tímida.

—Por supuesto, ya nos encontraremos. —el rubio le sonrió cálidamente y dejó un beso en la mejilla de la castaña, provocándole una risita nerviosa.

Finalmente Becca entró a su habitación y se tiró a su cama. Al igual que el, que se fue saltando de un tejado a otro.

Ya debajo de su manta, Becca miraba el techo de su dormitorio. << ¿Esta noche fue real? >> se preguntó la joven sin poder quitarse esa leve sonrisa de su rostro. ¿Cómo era posible que alguien como ella de pronto se haya ganado la atención de un superhéroe?

(...)

Al día siguiente, mientras Becca recordaba la anterior noche con emoción, Adrien lo hacía con culpa. Se sentía mal e hipócrita por cómo se había portado con la chica todo ese tiempo, incluso llegó a burlarse de ella a sus espaldas y aún así tenía el descaro de "brindarle apoyo" ocultándose en su máscara de Cat Noir. —Y aunque no haya sido así— Tenía la sensación de que había sido uno de sus bullies sin que lo supiera.

Por la mañana —una vez más— se había prometido que sería más amable con ella. No necesariamente debían ser mejores amigos pero al menos esperaba ya no buscarle el más mínimo defecto en todo lo que hacía. Por lo tanto, tenía que olvidarse de la charla con sus "amigos" que escuchó el otro día y no portarse exagerado.

Pero Becca ya había cambiado de opinión con respecto a él. No dejaría que la tratara como quisiera.

De alguna forma, desahogarse con Chat la hizo darse cuenta que debía dejar a un lado sus sentimientos por Adrien y exigir lo que merecía. Ella no le había hecho nada malo, es más, siempre ignoraba su raro comportamiento cuando estaba presente y era amable con él a cada momento, pero ahora ya no sería así. No aguantaría ser tratada injustamente de nuevo solo por ser ella.

Las clases pasaron y cuando llegó el primer descanso, al salir del salón Becca se fue con su grupo de amigos a desayunar a la cafetería.

Por otro lado, Adrien la miraba a lo lejos y ya no se veía triste como la otra noche, eso lo hizo sentir tranquilo pero esperaba que se sentara con ellos durante el receso.

La castaña sintió una mirada sobre ella y al buscarla, se topó con los ojos verdes del rubio. Él se percató de eso y le sonrió levemente, pero esta solo desvió la mirada y siguió conversando con los chicos a su lado.

(...)

—Becca está rara. —soltó Adrien mientras caminaba con su amigo por los pasillos.

Nino miró con confusión y sorpresa a su amigo.

—¿Rara en qué forma? —preguntó el moreno inmediatamente.

—Como... ¿disgustada? No sé... pero no nos ha hablado en todo el día.

—Yo sí he hablado con ella, hicimos grupo en biología. —comentó Nino despreocupado.— Además, ¿cómo esperas que te hable? Siempre pones cara de perro cuando estás con ella.

—¡No es cierto!

—Tu sabes que sí. —insistió burlón. Se calló por un momento, cuestionándose como de pronto notó la "ausencia" de la chica esa mañana, y sin pelos en la lengua le preguntó.— ¿Por qué de pronto te preocupa Becca? Creí que te caía mal.

Adrien rascó su nuca y desvió su mirada. —Y así era. Solo que... -

—No puede ser, ¿te gusta?