Tras la charla con el joven, le entregué un colgante que parecía un colmillo, el cual parece haberle agradado ya que solo lo miró y se lo puso. A partir de ese momento su imagen comenzó a cambiar. Sus cabellos tornaron a un color rubio apagado y sus ojos pasaron a ser castaños, aunque dentro de ellos si te fijabas bien aun se encontraban hermosas betas color rojo. En cuanto a su figura no cambió, puesto que la función de aquel colgante solo es la de esconder y suprimir, no la de modificar, por lo que solo mostrará cambios superficiales, pero suficientemente efectivos. Además la máscara que llevaba con él, incluso no le gustara, le fue sustraída y guardada bajo llave en mi caja de seguridad personal.
Con todo esto resuelto lo llevé a un edificio de apartamentos. Cada uno contaba con su propio espacio, cocina, baño, dormitorio y una sala, cada apartamento contaba con esas comodidades de forma individual, sin embargo todos tendrían que compartir tanto patio como azotea además de un jardín, que vendrían a ser las zonas comunes.
- A esta hora no debe haber nadie, pero tus compañeros ya están avisados. Tu vecino de aquí al lado es Todoroki Shoto, es bastante tranquilo y espero que os llevéis bien. El lugar tiene todas las comodidades que necesitas. -
- Me hubiera gustado estar solo, pero si no hay de otra tendré que conformarme. - Decía sin mucho interés.
- Se que esto te resultará raro, pero tómalo como una experiencia nueva. Ah, casi lo olvido, tu nombre... quizás deberíamos cambiarlo, pero ciertamente es bastante común en este lugar, así que probablemente no dará problemas. -
- Un momento, nunca te dije mi nombre. Cómo mierdas sabes.... -
- Por el amor del cielo, por quién nos tomas Bakugou Katsuki. Acaso crees que si el futuro heredero a unas de las casas más importantes del infierno intenta pasar el portal no lo íbamos a saber, que tan inocentes podéis ser. Lo cierto es que podría simplemente haber echo que volvieras a salir por aquel portal de vuelta, pero quizás la convivencia aquí te sirva para algo. -
- ... - Chistó su lengua y no dijo una palabra más.
- De todas formas ten cuidado con los vecinos, y no me refiero a los del lugar. - Mientras terminaba de hablar una puerta se escuchaba abrirse, eran los ya inquilinos del lugar, los cuales en breve se presentarían. - Parece que ya han llegado, puede que no te lleves bien con ellos al principio, pero espero que hagas buenas migas, son buenos chicos te lo aseguro. Oh si, dos últimas cosas antes de que me olvide... - Bajé mi voz un poco en el justo momento en el que un joven con cabello bicolor aparecía tras de mi.
- Buenas tardes, tú debes ser el nuevo, mi nombre es Shoto, un placer. Buenas tardes Karen. -
- Buenas tardes Shoto. Estaba terminando de enseñarle el lugar, se quedará durante un tiempo, aunque aún no es seguro cuanto. Espero que os llevéis bien. -
- Por supuesto, si necesitas algo... - El joven era bastante amable y no demasiado hablador, lo cual para Katsuki quizás era lo mejor para que no se sintiera atosigado. - Por cierto Karen, ya que estás aquí ¿quieres un poco de té?-
- Si, por supuesto, además he traído unos dulces que quizás te agraden. - Shoto tan solo asintió y se marchó hacia la cocina. Mientras este se dedicaba a preparar aquello terminé de comentarle dos cosas a tener en cuenta. - Lo último que tenía que añadir eran dos cosas. Primera y principal, el colgante no se puede quitar a menos que yo lo remueva, si en algún momento lo necesitaras podría hacerlo, pero eso conlleva ciertos riesgos por lo que nunca lo hago a menos que sea una razón de vida o muerte. Y lo otro... si te atreves a dejar embarazada a alguna chica, te cortaré eso que te cuelga, así que yo de ti me lo pensaría dos veces antes de hacer algún movimiento. - El joven tragó saliva, no era tanto el temor por las palabras, y además Kasuki Bakugou no tendría miedo a las amenazas, pero algo en su interior creo que le dio a entender que mis palabras iban en serio, y que cumpliría lo que era una advertencia y no una amenaza.
- Muy bien y todo, pero ... ¿ cómo demonios sabía él que yo venía a quedarme?, eso es raro. -
- No empieces a crear historias, por lo general buscamos algún que otro inquilino más. Has tenido suerte de que estuviéramos con alguna vacante. - No se si lo creería o no, pero parecía conforme. Lo cierto es que en ocasiones traía a personas como él hasta encontrar algún lugar a rentar. Con como él, me refiero a personas de otra dimensión por supuesto, pero no creo que sean necesarias las explicaciones.
Minutos después nos encontrábamos tomando el té en la sala de estar.
- Shoto está delicioso, muchas gracias. - Ese té siempre me calma, es increíble que siempre dé con algún tipo que relaje a la vez que esté delicioso, aunque es una de sus cualidades, es atento con las personas a su alrededor aunque no lo exprese. - Bueno chicos, tengo que ir marchándome, tengo una reunión importante. En cuanto a ti, tus documentos llegaran mañana así que no salgas de aquí por el momento. - Le dije al joven quien parecía iba a explotar.
Lo que quedaba de día pasaría para variar de manera pacífica, o al menos es lo que se supone, lo cierto es que Bakugou decidió salir a explorar un poco, pero lo hizo de manera inteligente y no tuvo problemas. Por suerte nadie se percató realmente de que fuera alguien tan extraño, el problema o inconveniente surgió cuando se topó con las chicas del edificio vecino. Lindas y a su vez totalmente descaradas entre algunas como Ashido, tranquilas y relajadas como Tsuyu, o alegres como Ochaco, ahora entendía las advertencias de Karen, casi todo el edificio de al lado estaba ocupado por mujeres.
Tras ver a estas de inmediato Katsuki sintió una punzada en la cabeza, "¿qué fue aquella sensación?" se preguntaba, aunque sabía que no era algo bueno. Estaba claro que esas chicas escondían algo, así que, por qué no ir a saludarlas al menos. Solo había un problema con el que no contaba, o mejor dicho no recordaba...
- Y dinos Bakugou-san, ¿de dónde eres? - " Mierda" era lo único que al poderoso Bakugou se le pasó por la cabeza, algunos dirían que era un gran pringado debido a asustarse por hablar con las chicas, pero por suerte para él, una visita llegó en el momento justo.
- Chicas os traigo lo que me pedisteis. -
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Mi destino lo decido yo
Fanfiction¿ Qué hacer cuando tus padres te obligan a algo ? Como diría Katsuki: ¡ A la mierda tu opinión viejo! ¿Cumplirá su obligación como rey o conseguirá su libertad? Los personajes no pertenecen uwu. Apoyen a los artistas.