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- No, ya sabes que no puedo enfadarme mucho contigo. - suspiraba. - Tan solo quería ver a Karen y a los chicos. - Hacía algo de puchero.

- Lo se, pero... quería que pasáramos tiempo a solas, ya sabes que con el trabajo no hay muchas ocasiones de estar juntos, y solo quiero que estemos juntos. - con estas últimas palabras, Bakugou apoyaba su cabeza sobre el hombro de Izuku quien en ese momento se sentía como si tuviera un niño grande entre sus brazos. Ya sabía de quien había sacado su pequeño las mañas para sobornarlo. Sonrió. En ese momento Katsuki aprovechó para cogerlo por una de las muñecas y llevarlo a una zona incluso más escondida, donde tenía algo preparado.

Una manta de camping, una tira de luces y una cesta con comida. El lugar estaba rodeado de algunos árboles y flores diversas. Cuando Izuku lo observó, rió. Sabía lo detallista que era Kachan en algunos momentos, pero nunca imaginó que hiciera algo así. Era simple, pero muy romántico. Katsuki por su parte lo terminó arrastrando hasta la manta y haciendo que se sentara, empezó a servir algo de vino para ambos, y no quedando ahí la cosa, sacó de la cesta un poco de queso, pan, embutido vario y algunas uvas, fresas y chocolate.

Picaron algo mientras conversaban alegremente. La sonrisa de Izuku era radiante tanto que Katsuki no pudo resistirse a sus labios, lo que avergonzó al moreno por un momento. Esto le recordaba a como eran las cosas antes, a todas esas citas clandestinas que habían tenido de la misma forma, porque aunque estuvieran casados, no era fácil estar a solas por lo que en el momento en el que encontraban una oportunidad se escapan, aunque últimamente les había sido imposible.

Mientras Izuku se perdía en sus propios pensamientos, Katsuki cambió de lugar para volver a besar al otro, haciendo que poco a poco quedara tumbado y él sobre el anterior. Tras unos segundos se separó, sonriendo de forma pícara al ver la expresión de necesidad que tenía el moreno quien parecía esperar que su pareja volviera a la carga. Bakugou por su parte se relamía al ver cuan deliciosa era su presa como si de un león se tratara.

Izuku cerró sus ojos mientras Katsuki rozaba su pulgar por los labios del anterior. En ese momento los ojos del moreno volvieron a su color original, cogió al rubio por el cuello de aquella camisa que llevaba y de un solo movimiento lo tumbó, levantándose y poniéndose encima del mismo. De esta forma comenzó a recorrer la piel del rubio desde su oreja hasta su cuello mientras desabotonaba aquella camisa que tan molesta se volvía por momentos. Una vez abierta, Izuku bajaba poco a poco sus besos mientras con sus manos acariciaba su pecho. Poco a poco su boca ya estaba camino a su ombligo, Bakugou suspiraba y se impacientaba, pero se había prometido a si mismo dejar que su lindo esposo hiciera lo que deseara esta vez, aunque incluso así él no se contendría de tocarlo también. Para ese momento el cielo estaba oscurecido y por alguna razón que el moreno conocería más tarde no había nadie a los alrededores, pudiendo de esta forma relajarse y hacer todas aquellas travesuras que tanto deseaban.

Al llegar hasta su pantalón, Izuku comenzó a desabrocharlo dispuesto a jugar con el miembro de Bakugou, quien comenzaba a estar bastante duro debido a la provocación del otro, pero no dejaría que este le hiciera correrse aún, él tenía otros planes. Cogió su mano y tiró de él, haciendo que estuviera a la altura de sus labios para volver a besarlo de forma profunda e intensa, mientras que con su mano libre, liberaba al otro del cierre de sus pantalones.

De un momento a otro se separaron lentamente de aquel beso, y entonces fue Bakugou el que cogió su turno para desde su posición comenzar a morder suavemente el cuello del otro mientras acariciaba la zona baja de la espalda y posteriormente, meter su mano en los pantalones para acariciar directamente su trasero. Izuku estaba volviéndose loco debido a todas esas sensaciones de placer mientras el otro se deleitaba con cada suspiro, temblor y gemido que este soltaba.

Mi destino lo decido yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora