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- Lo siento pero él es mío. - 

Una joven de cabello largo y ojos dorados apareció sobre los árboles, haciendo que la mayoría saliera volando por los aires de un solo gesto

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Una joven de cabello largo y ojos dorados apareció sobre los árboles, haciendo que la mayoría saliera volando por los aires de un solo gesto. Tal y como temían era ella, la bruja que había conseguido superar el tabú y reaparecer muchos años después igual de poderosa que antaño. 

- ¿ Debería presentarme? - Ninguno estaba seguro de su nombre salvo Karen, quien la conocía muy bien. 

- Hiroyuki Sawano... - Triste y enfadada a la par que preocupada por el joven que mantenía apresado en aquel hechizo, Karen continuaba sosteniendo su mirada hacia ella. 

- Oh, parece que si sabéis quien soy, entonces también sabéis lo que quiero. -

- No te dejaré lograrlo. - 

- Y cómo lo impedirás. - Karen era consciente de que en su estado actual no podría vencerla, ya que para ello necesitaba romper su sello y le llevaría algún tiempo aún, sin embargo no iba a dejar que se llevara al joven, por lo que comenzó a sacar de su bolso unos talismanes que siempre llevaba con ella. Lo suficientemente potentes para crear una apertura, pero no para derrotarla. 

El combate no duró mucho. Lograron salvar al joven, pero a cambio de que se llevara a Leo consigo. Él mismo se sacrificó para que todos pudieran escapar. Tras lo cual volvieron al cuartel. 

- Debemos ir a salvarlo. - Decía Karen quien se negaba a dejarlo tirado a su suerte. 

- No podemos poner en peligro a nuestros hombres solo por precipitarnos. Debemos trazar un plan. - 

- Para cuando termines de aclararte él podría estar muerto. La solución es simple y lo sabes. - 

- Incluso lo digas, no voy a poner en riesgo tu vida también, él no lo permitiría. - 

- Ese idiota. Me llama niña, y él se comporta igual. - lágrimas comienzan a salir de sus ojos mientras marcha de la sala hacia otro lugar. 

- ¿ Está bien que la dejemos marcharse?. -

- No la detendremos con ello, pero al menos le pararemos los pies durante el tiempo suficiente.  para trazar un plan. - En cuanto a Karen, se encerró en su despacho para huir de todos y de todo, aún así, sabía perfectamente que eso no solucionaría nada. Necesitaba salvar a esa persona, pero era cierto que con sus poderes poco podría hacer, ya que los suyos no servían para atacar, en aquel momento comenzó a recordar todos los momentos compartidos con esa persona y los cuentos que su maestro le contaba. De entre tantos había uno concreto que siempre le gustó escuchar ya que en cierto modo se enorgullecía de el. 

" Se dice que las brujas son tenebrosas, seres de pura magia, poderosas y hermosas. Según cuentan las leyendas traerán la destrucción a todo aquél que intente apoderarse de alguna de ellas, y es por ello que son tan peligrosas. 

Muchas vidas se han perdido a manos de estos terribles seres, sin embargo en realidad no es así, no son seres de pura maldad o sentimientos de codicia, oscuridad o avaricia, sino todo lo contrario. Su ser rebosa de amor hacia los demás y es lo que las hace tan poderosas realmente, ya que sus poderes provienen de ambas fuentes, pueden curar o dañar, pero solo lo harán para proteger lo que es realmente importante para ellas. " 

Mientras recordaba esto cayó dormida, cosa que se aprovechó para sellar la sala, y así de esta forma no pudiera salir. 

 Por otro lado la bruja volvió a aparecer sin tardar demasiado reclamando que le entregaran al pequeño y la vida de Karen por haber osado atacarla. Obviamente se negaron, y de esta forma comenzó una batalla que parecería perdida. 

Bakugou viendo que Deku no volvía, salió a buscarlo encontrándose en el proceso con la bruja, quien lo atrapó y puso al joven Yamikumo entre la espada y la pared. Al final se entregó sin oponer resistencia. Bakugou gritaba una y otra vez porque no quería que ella le hiciera daño, le pidió que no lo haga pero él...

- Está bien, si es por la persona que amo... - y sonriendo se acercó hasta la bruja. Bakugou maldecía el ser tan débil y la impotencia que sentía al no poder hacer nada para salvar a quien tan importante era para él. 

El final se acercaba para todos, ya que no parecía haber nadie que pudiera enfrentarla, todos lo intentaban con todas sus fuerzas pero era inútil. Su poder sobrepasaba por mucho a los demás. 

Por otro lado, Karen despertaba y se percataba de que estaba encerrada y no podría salir de allí. - ¿Acaso ni para salvar a quienes me importan tendré libertad?  - Observó encima de su escritorio una carta dirigida a ella.

" Cuando el pájaro está encerrado y triste jamás canta, sin embargo un ave que tiene algo que desea es capaz de llegar tan lejos como lo necesite. " 

Karen sonrió, era cierto, aunque no pudiera ir hasta allí, aún había algo que podía hacer. por ello se deshizo del sello que había estado restringiendo todo su poder, haciendo que su apariencia cambiara de forma drástica, Desde su cabello que era castaño hasta su tez que se volvió aún más pálida, pasando por sus ojos cuyo color castaño cambió a rojo claro, como si de un tipo de cuarzo se tratara. 

De un momento a otro comenzó a cantar. Su canto era como una plegaría que al igual que el mensaje decía, esta llegaría a cualquier lugar, y así lo hizo. Mediante cada nota salía de su garganta, esta viajaba en forma de plumas de color negro recubiertas por una aura brillante hasta donde todos ellos se encontraban, y se convertían en una fuerza que los ayudaba a potenciar la luz que dentro de cada uno se hallaba, haciendo de esta forma que pudieran hacer frente a la bruja para recuperar a Yamikumo. 

Un tanto herida, la bruja fue en busca del origen de esa fuerza que la estaba derrotando. Sawano no entendía nada. Poco tardó en llegar donde ella estaba y darse cuenta de quién era Karen en realidad. Incluso hubiera conseguido a cambio de su vida el echo de viajar hacia el futuro por decirlo de alguna forma, siempre quedó atrás una parte de ella. Esta se cultivó pasando de una persona a otra hasta llegar a la época presente y así parar sus planes , ya que esa parte de ella nunca quiso hacer daño a nadie. 

Sawano finalmente paró  y comenzó a llorar, mientras los componentes del G.C. que eran capaces la seguían o atacaban a distancia. De esta forma finalmente la atravesaron con un sin fin de flechas espirituales, dejándola a escasos momentos de su final. Es por ello que Karen terminaría despidiéndose de la manera más hermosa que conocía.


Mi destino lo decido yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora