|Me enamoré de un chico que conocí en el infierno,
Pienso en todas las cosas que me haces,
Cuando tiras de los hilos,
Hasta amo la forma en que me enciendes.|
|No eres Hades pero eres el Rey
Yo haría cualquier cosa,
Para poder llevarte a casa.|
Stel...
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-¿Qué mierda haces aquí? -Lo pillé de mal humor, mierda.- Toga, suéltala, esta es la policía que te dije el otro día.
-¿¡Qué?! -Exclamaron todos de golpe.-
Twice, Compress y Kurogiri se pusieron en guardia. Himiko se apartó de mi y Dabi me siguió mirando con recelo.-
-No vengo a hacer nada. -Alcé mis brazos.- Solo quiero saber porque tú tienes el conocimiento de mi pasado y de mi hermano. -Dabi relajó un poco la mirada y y luego miró a Twice.-
-Mira a ver si no lleva ningún arma. -El hombre asintió y con algo de miedo se acercó a mi. Dejé que me inspeccionara, asombrosamente, no tocó nada comprometido.-
Twice tenía un trastorno de identidad, por eso siempre llevaba una máscara extraña, nadie sabía como era en realidad. En los informes redactaba que este hombre nunca ha sido violento con ningún policía ni ciudadanos, solamente robaba, pero sin hacer daño a nadie.
-¡No tiene nada, Dabi! -Exclamó contento.- Hay que matarla. -Soltó de golpe, asustándome.- ¡No, pobrecita!
-Twice, no empieces. -Dabi rodó los ojos y lo apartó de un manotazo para acercarse a mi, con un complejo de superioridad bastante preocupante.- ¿A qué has venido, cachorrita?
-No me llames así, estúpido. -Himiko rió por mi contestación, Dabi solo sonrió de lado irónicamente.- Dime que sabes de mi hermano.
-Oh, tu querido hermano. Sé muchas cosas sobre él. -Exclamó divertido, levantándose del sillón en el que estaba.- Te mentiste a ti misma todo este tiempo pensando que estaba muerto, ¿Sabes?
-Es lo que supuse...
-Mal hecho. Seguro que lo dejaste de buscar cuando llegaste a esa conclusión tan absurda, como él. -Alcé mi ceja.-
-No había noticias de él en ninguna parte, lo di por muerto pensando que ya no podía hacer nada. Pero no me he olvidado de él ni un segundo de mi vida. -Suspiré.- ¿De verdad está vivo?
-Pues claro.
-¿Y Dónde está? -Dabi rió.-
-Todo a su debido tiempo. ¿Acaso piensas qué te voy a dar información gratis?
Ahí tiene un punto.
-¿Qué quieres? ¿Dinero? -Él sonrió a forma de respuesta.-
-Ya que has arrestado al que tenía que pagarme, ahora me vas a pagar tú por él. -Alcé mi ceja, recordando levemente lo que me dijo aquel chico cuando le robó el bolso a aquella mujer el otro día.- Me debe 300.170 yenes. (2000 dólares aproximadamente).
