|Me enamoré de un chico que conocí en el infierno,
Pienso en todas las cosas que me haces,
Cuando tiras de los hilos,
Hasta amo la forma en que me enciendes.|
|No eres Hades pero eres el Rey
Yo haría cualquier cosa,
Para poder llevarte a casa.|
Stel...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
━━━━━━✧♛✧━━━━━━
Desperté tapada con una fina sábana color beige, el techo de la habitación en la que estaba era de color negro. Mis ojos tardaron en acostumbrarse a la luz que provenía de un ventanal que tenía al lado e iluminaba toda la habitación y como pude me levanté forzosamente de la cama y me di cuenta que estaba desnuda.
Me tapé inmediatamente y miré a mi alrededor buscando recordar lo que pasó la noche anterior.
¿Dónde está Nemuri?
Inmediatamente miré mi móvil en busca de respuestas pero, evidentemente, estaba muerto, no había batería. Suspiré cansada y salí de la cama aún tapada con la sábana, fui al ventanal para mirar donde estaba y en cuanto vi a la persona que estaba apoyada en el barandal del balcón lo recordé todo.
Me había acostado con Dabi.
Miles de recuerdos invadieron mi mente, me toqué el cuello y notaba marcas de mordidas hechas por él, no podía creer que me haya acostado con un criminal siendo yo policía y estando amenazada de muerte por él mismo.
Salí hacia el balcón por el ventanal y me fijé en que la espalda de Dabi estaba llena de arañazos y seguramente creados por mi, él se giró al notar mi presencia y sonrió al acabar de fumar su cigarrillo.
-¿Qué ha pasado?
-Buenos días a ti también, cachorrita. -Lo miré mal y él sonrió levemente.- No estés tan enfadada por la mañana, cielo. ¿De verdad no te acuerdas de nada?
-Me van viniendo recuerdos poco a poco... -Murmuré.- Aún no me puedo creer que me haya acostado contigo... -Apreté el puente de mi nariz totalmente molesta conmigo misma.- ¿Tan borracha iba?
-Sí, es obvio. No creo que puedas arrepentirte de algo, tuviste el mejor sexo de tu vida y totalmente gratis porque te recuerdo que las copas de la sala VIP las tuvo que pagar un servidor. -Rodé los ojos.-
-Ya no es por el sexo, es por el hecho de que ha sido contigo. Dabi, que haya tenido sexo contigo siendo yo policía sería para despedirme y no dejarme trabajar en la vida. -Oí como reía.- ¿Te hace gracia, en serio?
-Un poquito. Pero cariño, déjame decirte algo. -Se acerco a mi y me dio un pico en los labios, ni siquiera sé yo por qué me dejé.- El deseo carnal es lo mejor del mundo, no importa con que tipo de persona lo hayas hecho, da igual si tu eres poli y yo un delincuente. ¿Disfrutaste, verdad? ¿Te lo pasaste bien?
-Supongo... Pero-
-Pues entonces no hay nada más que hablar de esto, amor. El sexo es maravilloso, aprende a disfrutarlo como se debe. Por cierto, ¿Sabes que hora es?
Abrí los ojos asustada y Dabi me enseñó la hora en su móvil, eran las diez de la mañana, ¡llegaba tarde al trabajo!
-¡Mierda, llego tarde! -Salí del balcón corriendo y busqué mi ropa como una loca, cuando la encontré me la puse corriendo mientras Dabi se reía de mi como un condenado.- ¡No te rías, todo esto es tu culpa!