|Me enamoré de un chico que conocí en el infierno,
Pienso en todas las cosas que me haces,
Cuando tiras de los hilos,
Hasta amo la forma en que me enciendes.|
|No eres Hades pero eres el Rey
Yo haría cualquier cosa,
Para poder llevarte a casa.|
Stel...
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Siéntate amor, lo que te voy a contar va a ser largo. -Hice lo que me dijo y nerviosa me senté a su lado.- ¿Sabes? Muy poca gente sabe el verdadero nombre de tu hermano.
-¿Y por qué tu lo sabes?
-Digamos que lo conozco bastante bien. -Rió de una forma que no sé explicar.- Verás, cuando lo conocí, estaba a punto de morirse, todo deshidratado y flacucho... Yo fui el que lo ayudó a meterse en buenos términos con personas de estos suburbios para sobrevivir. Poco a poco tuvo más confianza conmigo y me comentó que tenía una hermana antes de que vuestros padres os abandonaran, pues pensó que estabas muerta.
Apreté mis labios, no quería llorar delante de Dabi, pero no podía parar de imaginarme a mi hermano tan mal.
-Me comentó que te quería mucho, pero él se pensaba que antes de que murieras no te habías parado a buscarle así que seguramente te tenga un poco de resentimiento. -Fruncí el ceño, deseaba hablar con él y aclarar las cosas.- Su nombre aquí no lo conoce nadie ya que usa un seudónimo, así como yo.
-¿Tu verdadero nombre no es Dabi?
-No estamos hablando de mi. -Me miró de reojo algo enfadado.-
-Pero si has sacado tú el tema... -Murmuré, pero parece que no me escuchó o solo se hizo el sordo.-
-A lo que iba, ahora mismo no puedo decirte donde está ya que está haciendo... ¿Cómo decirlo? Ah sí, está hablando con gente importante que no te concierne.
-¿No me lo puedes decir aun pagándote esa cantidad?
-No, ¿sabes por qué? -Negué y él apagó el cigarro en el cenicero de la mesita de noche, luego se giró ante mi y me agarró fuerte de las mejillas con una sola mano.- Porque eres poli, y tu hermano el mayor enfermo mental que he conocido en mi vida, un asesino sin empatía. -Abrí los ojos y me aparté bruscamente de él.-
-¡Mi hermano no es el que dices! -Exclamé, Dabi soltó una carcajada.-
-¡Oh cariño, créeme que es así, llevo viviendo con él diez años! Tenko es un puto asesino y vas a tener que aceptarlo tarde o temprano.
-No... Él no es así, él era un niño demasiado bueno como para hacer eso.
-¡La gente cambia! -Exclamó de nuevo.- Ahora vete si no quieres que te mate, ya tienes tu información, yo tengo mi dinero, no tengo nada más que hablar contigo.
-¡Sigo sin saber donde está!
-¡Pues muévete tú y búscalo con la información que te he dado! Bastante he hecho ya, déjame tranquilo. Ah, y antes de que te vayas, como te vea por aquí con una patrulla, quemo vivo a tu hermano, estás avisada.
