Capítulo diez.

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-Dabi vete de mi casa por Dios. -Rogué pero él se quedó plantado en el sillón mirándome, dejó el cuadro a un lado del sofá y se sentó con las piernas abiertas y los codos encima de estas mientras seguía con la mirada fija en mi.-

-Me tienes que pagar muchas cosas, y ya sabes lo que pasa si a Dabi no le pagas a tiempo. -Con sus dedos hizo una pistola y apuntó a mi cabeza.- Bum.

-¿Qué es lo que se supone que te tengo que pagar a parte de los preservativos según tú? -Alcé mi ceja y me crucé de brazos indignada.-

-Las copas de ayer, cachorrita. -Apreté mis dientes ya que odiaba que me llamase así.- Así que ya sabes, págame.

-No pienso pagarte nada. Fuiste tú el que me llevó a la sala VIP así que es cosa tuya todo. -Él abrió los ojos un poco sorprendido.- 

-Oye, me daba morbo acostarme con una poli y encima la hermana de Tenko. -Sonrió descaradamente.- Aunque bueno... Pensándolo bien podemos arreglar el tema del dinero de otra forma, amor.

Dabi se levantó y yo instintivamente me puse en guardia por si le daba por atacarme, pero solamente rodeó mi cintura en cuanto me tuvo en frente. Fruncí el ceño confundida y él sonrió más, sus manos bajaron hasta mis nalgas y y las apretó tan fuerte que me hizo sacar un pequeño jadeo.

-Así es como me gusta escucharte. -Mordió mi labio inferior después de soltar un gruñido.- ¿Sabes? Aún tengo en el bolsillo un par de preservativos...

-Vaya, ¿un asesino pirómano que es cuidadoso en este tema? -Pregunté irónica.-

-¿Por quién me tomas? No quiero ir metiéndola en sitios que pueden estar sucios. -Sí, eso sí me sacó una risa, haciendo que él sonriera con más descaro.- Quiero comerte la boca.

Dicho y hecho, no me dio tiempo ni a reaccionar cuando ya estaba besando mis labios e intentando dominar la situación metiendo la lengua en mi boca. La situación se calentó y él me agarró de las nalgas y me subió para estamparme en la pared haciendo que mis piernas rodearan su cintura.

Esta vez fui yo la que mordí su labio, pero él se separó.

-No preciosa, aquí mando yo. -Agarró mi cuello y volvió a morderme pero esta vez mucho más fuerte haciendo que soltase un gemido.- Me encanta cuando haces esos sonidos por mi...

Cuando se cansó de mis labios atacó mi cuello sin piedad alguna, aún tenía varios chupones en el cuerpo de la noche anterior por su culpa, pero se ve que me quería marcar más de lo que ya estaba.

Quitó mi camiseta desde abajo y quedé semidesnuda de la parte de arriba, él iba dejando un camino de besos desde mi cuello hasta el valle de mis bustos, donde paraba para deleitarse con su lengua, con esta delineaba dicho valle con la punta. Sentía que me estaba quemando por donde pasaba.

Criminal. ||Dabi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora