|Me enamoré de un chico que conocí en el infierno,
Pienso en todas las cosas que me haces,
Cuando tiras de los hilos,
Hasta amo la forma en que me enciendes.|
|No eres Hades pero eres el Rey
Yo haría cualquier cosa,
Para poder llevarte a casa.|
Stel...
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La celda era fría y lúgubre, pero entre Dabi y yo, había una calma tensa y una determinación silenciosa. Nos sentamos en el banco estrecho, nuestros pensamientos enredados en planes y estrategias para salir de esta situación. A través de las rejas, el sonido amortiguado de la actividad en la comisaría recordaba constantemente nuestra realidad: estábamos encerrados.
-Dabi, necesitamos un plan. No podemos quedarnos aquí mucho tiempo. -Murmuré, mi voz apenas era un susurro en la oscuridad de la celda.-
Él asintió con su mirada fija en el suelo mientras pensaba.
-Tenemos que salir antes de que tu hermano despierte. No sabemos cuánto tiempo tenemos antes de que vuelva a buscarnos. -Su tono era firme, decidido.-
Me enderecé, apoyando mis manos en las rodillas.
-Hawks está vigilando, será difícil burlar su vigilancia. Pero no imposible. Tal vez podamos distraerlo de alguna manera... -Pensaba en voz alta, tratando de encontrar una grieta en su plan de seguridad.-
La quietud en la celda fue interrumpida abruptamente por el sonido distante de una explosión creciente. Gritos, golpes y el estruendo de disparos resonaban a través de los pasillos de la comisaría. Dabi y yo nos miramos con sorpresa.
-¿Qué demonios está pasando afuera? -Pregunté, levantándome del banco y acercándome a la puerta de la celda.-
Dabi se puso de pie a mi lado, con una sonrisa macabra en su rostro.
-Sea lo que sea, parece que Himiko y Twice han venido a buscarnos. -Susurró Dabi.- Reconocería esas explosiones en cualquier parte.
En ese momento, la puerta de la celda se abrió de golpe y nos encontramos con Himiko Toga, su rostro iluminado por una sonrisa traviesa y sus ojos brillando con emoción.
-¡Dabi, ____! ¡Estáis vivos! -Exclamó Himiko yendo a abrazarme instantáneamente. Twice apareció tras ella.-
-¡Vamos, no tenemos mucho tiempo! -Dijo Twice, apresurándonos a salir de la celda.-
Dabi y yo seguimos a Himiko y Twice por los pasillos caóticos de la comisaría. Las sirenas aullaban afuera mientras los oficiales luchaban por mantener el orden. Nos movimos con rapidez y sigilo, siguiendo el plan improvisado de escape de Himiko y Twice.
-¿Cómo sabíais que estábamos en la comisaria? -Pregunté mientras corríamos hacia la salida, tratando de mantener el ritmo con el dúo dinámico.-
Himiko sonrió con malicia, su energía era contagiosa a pesar del peligro que nos rodeaba.
-¡Tenemos nuestros contactos! Cuando supimos que os habían atrapado, no podíamos dejar que se os atrapasen tan fácilmente. -Explicó Himiko.-
Twice asintió, sus ojos reflejaban el alivio de haber encontrado a sus amigos.
