Plática: Sam Wilkinson

1.6K 131 9
                                    

—Quiero hacerlo —dijo Jack—. Necesito hacerlo, Sam.

—Pero... yo.

—Esto es importante para mi carrera. Me llegó un correo electrónico de una disquera. Una disquera. ¿Sabes lo qué significa eso?

—Sí, pero no quiero ser el hazme reír de la secundaria. Tengo una gran reputación en el fútbol.

—¿Me estás diciendo qué el fútbol es más importante que yo?

Abrí mi maleta, saqué un cartapacio y tomé una hoja. Se la tendí a Jack. Él la tomó y comenzó a leerla en voz baja. Entonces fue cuando vi que sus ojos se dilataron.

—¿Esto es en serio? —opinó.

—Sí —asentí.

—¿Por qué no me lo contaste antes?

—Porque pensé que este era el momento perfecto para hacerlo —respondí.

Las clases habían acabado. Jack y yo estábamos sentados en el patio del colegio cuando le mostré una solicitud de una universidad en Washington D.C.

—¿Irás? O sea, eres muy bueno si te comparo con Jack. A él le llegó una de Harvard, pero prefiere empezar su carrera con la industria musical.

—Claro que iré, Jack. Esto es lo mejor que me ha podido pasar en este año —él me miró de reojo—. Claro y tú también —sonreí y le tomé la mano.

—Cambiando de tema, faltan pocos días para el baile de graduación. ¿Compraste tu traje?

—Aún no —respondí.

—¿Cómo puede ser que mi cita para el baile no tenga un traje? —reí.

—Tranquilo, no te defraudaré —lo miré y luego me acerqué para besarlo. Él movió su rostro—. ¿Ahora qué?

—Quiero que todos sepan sobre mi orientación sexual y mi novio no me lo quiere permitir —cerró sus ojos y luego cruzó sus brazos—. No te besaré hasta que aceptes.

—Que mandón eres, Jack Johnson. Hagamos algo. Lo haré.

—No seas estúpido, ¿tú creías que los de la universidad se iban a enterar?

—Algo así...

—Ven acá —y me besó.

Una hora más tarde fuimos a su casa. No había nadi y eso significaba que la teníamos para nosotros. El celular de Jack empezó a sonar.

—¿Quién es? —me preguntó.

Tomé su celular, oprimí el botón de bloqueo y luego noté que era Jack.

—Es Jack —respondí.

—Ponlo en altavoz —y eso hice.
—¡Jack! ¿Cómo estás?
—Algo cansado —bostezó.
—Te debo una —dijo.
—¿Hiciste lo qué te dije?
—Sí y de verdad que estaba emocionada. Hablo por lo del concierto. Cuando la llevé a la cama...

—Cierra —susurró Jack.

—¿Qué? —reí—. ¿No quieres escuchar cómo un chico tiene sexo con su novia?

—No seas tan pervertido, Sam —colgué y reí a carcajadas—. Me imagino que luego hablarás con él, ¿no?

—Claro —respondió.

—Jack

—¿Sí?

—¿Debería estar celoso de Jack?

—No —respondió—. ¿Por qué lo dices?

—Es muy atractivo —dije.

—¿Me estás diciendo que mi mejor amigo es muy atractivo?

—Sólo cállate y ven a abrazarme —respondí.

Thinking Out Loud // OLD MAGCON -Parte 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora