¿Nervios?

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Cuando abrí la puerta, Brisa y Jacob nos miraron automáticamente. Matthew ni siquiera nos miró.

—¿Carter? —fue lo primero que dije.

—Aún no ha regresado. Fue a buscar a Maggie —dijo Brisa.

—Me imagino que también te enteraste del juego, Brisa —dije y ella asintió.

Jacob se levantó y luego me abrazó.

—¿Estás bien? —susurró.

—Sí, tranquilo —lo besé.

Mientras lo besaba, pude ver a Matthew mirarnos de reojo mientras pelaba la cáscara de su naranja. Notaba una mirada de celos, dolor y resentimiento.

—_____, iré al baño, ahora regreso —dijo Sam.

—Está bien —y el subió las escaleras.

Jacob tomó asiento y me dirigí a la cocina. Abrí el refrigerador y tomé una lata de jugo de naranja. Saqué un vaso de la vitrina y vertí el jugo en el vaso. Le di un sorbo. Hace mucho que no sentía algo tan refrescante como eso. El timbre sonó.

—¡Yo abro! —exclamó Brisa.

En ese momento mi cabeza se inundó de muchos pensamientos. ¿Serán Carter y Maggie? ¿Estaba yo preparada para ver al demonio en persona? Las manos me temblaban, sentí un calor abrasador y dejé caer el vaso. Se rompió en miles de pedazos. El vidrio y el jugo de naranja estaban esparcidos por toda la cocina.

—_____, ¿estás bien? —preguntó Jacob.

No, no lo estaba. Comencé a sudar. No recuerdo la última vez que tuve uno de estos pánicos. Mi corazón sin duda cada vez más se aceleraba. Algo estaba sucediendo. Esto no era normal. Brisa abrió la puerta y pude ver a Carter junto a una chica pelinegra.

—No... —respondí.

Mis ojos se estaban adormecimiento. Veía completamente borroso. Entonces caí al suelo.

Thinking Out Loud // OLD MAGCON -Parte 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora