De Vuelta a Casa

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Sentí mis ojos muy pesados. Bostecé y se sintió bien.

—¿Matt? —se había ido.

Tenía hambre y hacía mucho frío en la habitación. Toqué el botón de emergencia y luego volví a recostar mi espalda junto a la camilla. ¿Qué había sucedido? No lo recordaba con exactitud. La enfermera entró junto a lo que parecía ser, un doctor.

—¡Kingston! —exclamó el doctor.

—Hola... ¿Doctor?

—Exacto —asintió—. Usted sólo llámame Louis —automáticamente pensé en Louis Tomlinson.

—Eh... Quiero darle las gracias sea lo que sea que me haya pasado, pero ¿podrá ir a mi casa? Nunca me ha gustado sentir la experiencia de estar en hospitales. ¿Y mis padres?

—De hecho un amigo suyo estuvo aquí un par de horas —evitó mi pregunta—. Estaba muy preocupado y realmente la quería en casa.

—O sea que ¿puedo salir? —él asintió.

—Déjeme buscar un formulario que tiene que llenar y listo —se fue y quedé junto a la enfermera.

—Su amigo ha sido muy amable —ella sonrió.

—¿Matt? Pues, es la mejor persona que puedes conocer.

—Al principio creí que era su novio. Tuviste que haber visto su cara, estaba muy asustado.

—Si él estuviese en mi lugar, créame que tendría miedo de perderlo —el doctor regresó.

—_____, un nombre muy bonito —me entregó el formulario—. Tenga. Cuando termine, entrégueselo a Jolie —la enfermera—. Su ropa está en este cuarto —tocó una puerta con su mano—. Bueno, creo que es todo.

Sólo asentí, tomé el bolígrafo y comencé a llenarlo en la camilla. La enfermera se fue y luego me levanté de la camilla. Abrí la puerta del cuarto donde se encontraba mi ropa y comencé a ponermela. A veces me daba asco la idea de que alguien tuvo que haberme visto desnuda para ponerme la bata. En cuanto terminé, salí y me dirigí a la recepción.

—Disculpe, mi mejor amigo me trajo hasta aquí y no tengo manera de como llegar a casa. ¿Podría llamarme un taxi? Ni siquiera tengo mi celular —le dije a la recepcionista mientras le entregaba el formulario.

—Claro, no se preocupe. Siéntese allí —señaló las sillas de la sala de espera.

—Es usted muy amable —sonreí.

Quince minutos más tarde, ya había llegado a mi casa. Había una van celeste en el estacionamiento y noté que me estaban vigilando por la ventana de la sala.

*** Lamento en serio la tardanza. Les prometo varios capítulos en el día de hoy. Recientemente me mudé y los del cable e Internet tardaron en llegar. Espero que me perdonen. Los amo un montón y dentro de poco les estaré anunciando de que irá mi nueva novela. Sigan comentando y votando. Los quiero <3 ***

Thinking Out Loud // OLD MAGCON -Parte 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora