Todo lo que Sube, Tiene que Bajar: Matthew Espinosa

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—¿Qué vamos a hacer con ella? —preguntó Maggie—. Es más, ¿qué pasará con nosotros?

No sabía que responder. Estaba asustado.

—Hace casi dos años, Brisa estaba en Japón, Sam en Inglaterra, ni siquiera conocía a Whitesides y si te ve, se enojará demasiado

—¿Y yo qué estaba haciendo hace dos años? —preguntó Carter.

—No seas un idiota, Carter, estabas aquí en Estados Unidos.

—Lo sé —rio.

La puerta se estaba abriendo.

—Todos corran por la salida trasera —dije y eso hicieron.

La puerta se abrió de un tirón y pude ver por primera vez a _____ luego de la visita al hospital.

—¡Matt! —exclamó.

—Hola —sonreí nervioso.

—¿Y mis padres? ¿Caleb? No los he visto.

—_____...

—¿Sabes algo de Taylor?

—¿Caniff?

—No, Swift —ni siquiera me hizo gracia su sarcasmo—. Claro, Caniff, mi novio. ¿Acaso lo olvidaste o algo así? —rio.

Mierda. Lo había olvidado por completo.

—No sé dónde está.

—¿Estás bien? —me preguntó.

—Eh... No. Creo que necesitamos hablar.

Ese "necesitamos hablar" le borró la sonrisa a _____ instantáneamente. Saqué mi celular y le escribí un mensaje de texto a Carter.

»Necesito que entren.

—Escucha —suspiré—. Esto te va a caer como una piedra.

—¿Matt?

—Te preguntarás porqué estuviste en el hospital. La respuesta es sencilla. Te desmayaste en la cocina y el doctor me dijo que eso fue ocasionado porque has estado tomando muchos medicamentos a la misma vez.

—Matthew, yo no tomo medicamentos.

—Es obvio que lo vas a negar, porque no lo sabes.

—¿A qué te refieres?

La puerta principal se abrió. Carter, Brisa, Sam, Whitesides y Maggie entraron a escena. _____ los miró, pero estaba perpleja.

—¿Qué hacen aquí ustedes dos? —señaló a Brisa y a Sam—. No, ¿tú que haces aquí? —estaba vez hablaba con Maggie.

—Tranquila, ni yo sé que hago aquí —hizo una sonrisa forzada.

—Matt, ¿quién es el chico sexy de la chaqueta de cuero? —me susurró al oído.

—Pues...

—Exijo saber que está sucediendo aquí. ¿Dónde rayos están Caleb y mis padres?

Todos en la habitación nos miramos uno a uno. Nos dábamos la mirada de "¿quién lo hará?". Por supuesto yo tenía que ser el indicado.

—Están muertos, ¿de acuerdo? Menos tu madre que está en Europa trabajando yo no sé dónde —dijo Whitesides.

Ya la cagaste.

—¿Qué? —aún no había asombro en su voz—. Disculpa, ni siquiera sé quién eres.

—_____, necesito que confíes en todos nosotros. Todos los que están en ésta habitación. Sólo en nosotros. Incluyendo al pendejo ese de chaqueta negra.

—Gracias, Espinosa —farfulló.

—Como te decía, el médico dijo que el efecto de las pastillas te causó amnesia. Ahora mismo me vas a decir que nunca has tomado pastillas o píldoras, pero si lo hiciste. Caleb murió hace casi un año atrás y fue ahí cuando empezaste con los medicamentos. Tu padre murió hace un par de meses atrás y tu madre está en un viaje de trabajo.

—No... Matthew, no digas esas cosas.

Puse mis manos en sus delicados hombros.

—Necesito que me mires —le dije—. Mírame.

Ella lo hizo. Tenía los ojos húmedos. Su típica expresión de que iba a romper en llanto.

—Has olvidado casi dos años de tu vida y estás cerca de cumplir diecisiete años. Tienes que ser fuerte, _____.

—Está bien —le tomé de su cabeza y coloqué mi frente con la suya—. ¿Qué está sucediendo, Matt? Algo no anda bien.

—Tranquila, todo irá poco a poco.

—Tengo miedo. Tengo mucho miedo.

—Lo sé —la abracé y comenzó a llorar.

Thinking Out Loud // OLD MAGCON -Parte 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora