Espejito, Espejito

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No recordaba el parque tan aburrido. Me senté en aquella banca solitaria y anteriormente había pedido un helado de vainilla. Sí, de vainilla. Tenía ese sabor desagradable en mi boca. Desde mi infancia odiaba ese sabor, pero lo había ordenado por Matt. En mi mente aún no podía caber la idea de la ida de Matt. Regresa para irse otra vez, pero no solo por unos meses, por cuatro años. Ya nos veíamos juntos en el baile de graduación. Tomándonos fotografías en la cabina fotográfica. Bailando como unos completos anormales. Pero bueno, toda esa ilusión se fue a la basura. A lo lejos vi un niño junto a una niña correr de un lado a otro. Mi corazón se partió en dos y de mis ojos comenzaron a salir lágrimas.

—_____ —dijo alguien a mis espaldas.

Me di la vuelta y noté que era Carter. Traía ese abrigo gris que Brisa le había comprado hace dos años para su cumpleaños.  Él se sentó a mi lado y tomó mi helado de vainilla.

—¿Pero qué haces con esto? —se levantó y lo tiró en el cesto de basura. Luego se volvió a sentar—. ¡Te vas a poner gorda!

Sonreí mientras lloraba. Ese chico sabía como animar a las personas. Luego él se puso serio.

—Brisa me lo contó —dijo.

—Me lo imagino, pero no te preocupes. Creo que ya puedo controlarlo.

—Sí. Lo puedes controlar tan bien que compraste un helado de vainilla.

—Sólo quería...

—Sé que lo detestas —hubo un silencio—. En fin, no vine para deprimirnos hasta llorar —reí.

—¿Qué pasó?

—Estuve pensando algunas cosas sobre nuestro acosador.

—Te llego otra carta, ¿cierto? —él asintió—. ¿Acaso quiere otro recado?

—No, sólo me amenazó con que el juego iba a empezar otra vez. Pero la cuestión es que he estado pensando en atraparlo.

—¿Tú solo?

—Sí, pero claro, con tu ayuda.

—¿Qué necesitas? —le pregunté tomándole en serio el plan.

—Ante todo voy a necesitar todas las cartas que has recibido. Hasta todos los paquetes.

—¿Estás leyendo libros o algo así?

—No, sólo es Investigation Discovery.

—Supuse —ambos reímos—. Vayamos a mi casa.

—Adelante.

Al abrir la puerta de mi cuarto, encendí la luz y quedé atónita.

—¿Qué es esto?

Mi espejo estaba manchado con algo que parecía ser uno de mis lápices labiales. Manchado es una expresión errónea. Escrito.

E-L A-G-U-J-E-R-O

—¿Qué significa eso? —preguntó Carter.

—No lo sé...

Me le acerqué al espejo y luego lo toqué. Automáticamente todo el espejo se volvió trizas y los pedazos de vidrio cayeron al suelo.

—Será mejor que empieces con la búsqueda, Carter.

Thinking Out Loud // OLD MAGCON -Parte 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora