Capítulo 8

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Despertaron una hora después empezando por Christopher el cual al moverse despertó al pelinegro.

Empezaron a guardar las cosas nuevamente en la maleta y antes de que Erick pudiera levantase Chris habló deteniéndolo.

-tengo otro regalo para ti

-no me vas a dejar de sorprender hoy por lo que veo

-cierra tus ojos y extiende tus manos- sin replicar Erick hizo lo que le pidieron y Chris sacó la cadenita de la cajita donde la tenía guardada y la puso sobre las manos del pelinegro haciendo que este abriera los ojos ante el contacto con el objeto

Se quedó observándola por unos segundos y un destello se hizo presente en sus ojos.

-quise que tuviéramos algo único y que nos representara a los dos por como somos y por lo que nos une- sacó la otra cadenita mostrándosela- quiero que esta sea nuestra conexión cuando estemos lejos y quiero que esto siempre nos recuerde que nuestro amor puede afrontar cualquier situación, que nosotros dos podemos afrontar lo que sea juntos

-es...muy bonita- sonrió sin dejar de mirarla

-ven- extendió su mano para que se la diera y se hizo detrás de él poniéndole el accesorio, luego dejó que Erick hiciera lo mismo

-gracias por todo esto, de verdad

-no tienes por qué agradecer- se acercó y depositó un beso en sus labios para luego separarse y sonreír sobre estos

Se quedaron un rato más apenas mirándose y ya luego se pusieron de pie para dirigirse hasta el auto y tomar rumbo hacia su casa.

Llegaron justo sobre la hora que habían acordado con el resto de sus familias por lo cual entraron con rapidez a la casa y dejaron las cosas que habían llevado tiradas por ahí y volvieron a salir para subirse nuevamente al auto y tomar camino a la casa de los padres de Erick.

A Chris se le notaba que estaba un poco nervioso por lo que Erick dirigió una de sus manos hasta la mejilla de él y la acarició con delicadeza transmitiéndole seguridad y haciendo que su nerviosismo bajara un poco.

Al llegar, se pudieron percatar de que Erito estaba fuera de la casa hablando por teléfono y apenas este notó su presencia colgó y muy amablemente los invitó a pasar. Al entrar se encontraron con Yenny y Daysi, las cuales al verlos se pusieron de pie y saludaron a cada uno con un beso en la mejilla y un abrazo. Ese gesto tranquilizó un poco a Christopher, pero aún quedaba la parte más difícil para él: su sobrina.

Chloe apenas era una niña y no estaba para nada seguro de cual sería su reacción ni de qué le diría. Según Jonathan la niña siempre ha tenido la intención y emoción de conocerlo, pero eso no quitaba su pequeño miedo ante la situación.

Suspiró pesadamente y cuestionó en voz alta- ¿dónde está Jonathan?

-oh, está en el patio con su hija

-y Diana? -intervino esta vez Erick

-tuvo que irse por una llamada de su trabajo- los dos chicos apenas asintieron

A los pocos segundos Chris se levantó de su asiento y dijo- con su permiso- para dirigirse al patio

Al llegar a la puerta pudo ver a Jonathan de espaldas a esta, agachado y mirando al frente. No pasó mucho para que la pequeña niña se acercara corriendo a su padre y lo abrazara mientras reía.

Se empezó a acercar lentamente sin hacer mucho ruido para no interrumpirlos y pudo ver más de cerca a Chloe. Era hermosa.

Su cabello era un castaño super claro que parecía rubio con la luz del sol, su piel se veía blanca, pero tenía un toque bronceado y sus ojos eran iguales a los suyos; color miel, aunque por la luz del sol se veían combinados con un tono verde.

Heridas Abiertas || ChrisErick (Segunda Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora