Capítulo 11: La gala

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Llegó la dichosa noche de la gala de anuncios que Karl Heinz preparó para así anunciar lo reciente en sus hijos, en pocas palabras, las chicas que llegaron a sus vidas. La mansión estaba bien illuminada con decoraciones demasiado simples. Los invitados eran gente rica y poderosa, pero más que nada, vampiros. Karl Heinz no era tan idiota como para invitar humanos y juntarlos con los vampiros, pues era claro que su título lo decía todo.

Los jóvenes aufitriones no se quedaban atrás. Kanato iba vestido con un traje de terciopelo rojizo con bordados dorados, como era típico de él. Su esposa Drianna, ya estando transfromada en mitad loba, llevaba un vestido largo y blanco de corte strapless y con una capa delgada del mismo color que llegaba hasta el suelo. En sus brazos, estaba cargado al pequeño Hikaru, que no estaba vestido formal, tenía ya su pijama puesta y estaba tapado con una manta muy cálida. Raito tenía su cabello recogido en una coleta, pero aún llevaba puesto su típico sombrero negro al estilo pop, combinandolo con el mismo smokin que usó en el baile de graduación de Carrie y ella, llevaba un vestido largo y negro con brillos plateados y corte strapless. Reiji estaba formal como siempre lo estuvo, con el detalle de que tenía el pelo peinado para atrás con gel, notandosele impecable, así como también se las arregló para hacer que Harusame luciera maravillosa. Ella llevaba un vestido largo y brillante color dorado de tirantes delgados y con corte de sirena de la falda, además de que estaba peinada con una cola de caballo echa la perfección. Por otro lado, Ayato y Shuu no se esmeraron mucho en su apariencia, simplemente se pusieron un smokin sin ningún toque que los resaltara. Se les notaba que solo se cambiaron la ropa y se pusieron colonia, sin peinarse siquiera. Subaru estaba igual que ellos, la única diferencia era que si se esmeró en lucir elegante, pero a la vez, siendo él mismo, por lo que un toque que lo identificaba, era que llevaba su collar de la llave que llevaba desde que era niño. Sólo esperaba a que Astrid llegara por fin, pues le encargó a los sirvientes que la vistieran, peinaran y maquillaran.

Los nervios estaban consumiendo al vamiro albino hasta que algo no sólo llamó su atención, sino la de los demás también: una joven demasiado hermosa entró al lugar: era Astrid. Llevaba un vestido largo color rosa claro con corte de hombros caídos con tirantes un poco gruesos, con algunos adornos dorados en los bordes y en la parte que marcaba su cintura. Su cabello largo y rubio estaba peinado de media coleta y decorado con adornos para el pelo que eran como diamantes. Su bello rostro estaba maquillado de la forma más simple pero atractiva, en especial resaltando sus ojos azules y sus labios rosados. Como su única joya, tenía una cadena dorada, muy delgada, de la cual colgaba un dije en forma circular. Muchos le cedieron el paso a Astrid, como si se tratara de una princesa, sólo les faltaba hacerle reverencia. Afortunadamente, a Astrid le pusieron mucho perfume para que el olor a humana se bloqueara y no causara un alboroto. Incluso Karl Heinz al verla, se tomó la barbilla y empezó a frotarzela mientras sonreía con cierto interés. En su cabeza, rondó lo que sería una idea maravillosa. La chica rubia caminó con mucha timidéz hasta llegar con Subaru. - H-Hola...- dijo apenas. Subaru la miró por unos instantes, impactado por su belleza, entonces, tomó su mano y le besó el dorso, como nunca en su vida lo había hecho.

-Astrid, estas hermosa hoy. Quédate conmigo toda la velada, así podrás estar en más confianza, yo te cuidaré.- dijo Subaru. Astrid se sonrojó mucho pero asintió y pasó a caminar mientras le tomaba el brazo al vampiro. Ya Subaru había hablando algo con Karl Heinz sobre sus anuncios y pensó en pedirle que hiciera uno más, pero pensó por un lado que sería imprudente, pero por el otro, deseaba que ese anuncio se diera. Para hacer tiempo, la gente empezó a bailar de modo tradicional, en pocas palabras, vals. Subaru al ver a los invitados, incluso a Raito y Reiji bailar, miró a la hermosa Astrid y le nació la tentación de preguntarle lo obvio a la chica. -Astrid ¿Quieres bailar conmigo?-

-Si... por supuesto, Subaru.- dijo Astrid con una sonrisa tímida, por lo que el chico albino le tomó la mano y la llevó con el resto de la gente, donde juntos empezaron a bailar un hermoso vals. Mientras daban vueltas, por primera vez, Astrid sonrió y de un modo tan dulce e inocente, lo cual hizo que un muy leve sonrojo apareciera en el rostro del vampiro. Ellos parecían ser la pareja que más llamaba la atención durante toda la gala.

Al avanzar la noche, lo que serían como las 10:00 pm, Karl Heinz se colocó hasta la parte alta de las escaleras de la entrada de la mansión y golpeó su copa de champán con una cuchara. -Disculpen, les pido su atención por un momento.- dijo y entonces los músicos se detuvieron y la gente dejó de hablar y de bailar, así centrando su atención en el rey de los vampiros, por lo que de pasada hicieron una reverencia. Karl Heinz entonces se preparó para hablar. -Muchas gracias. Bueno, daré anuncios muy importantes, las razones por las cuales se llevó al cabo este evento. El primer anuncio es, que esta familia perdió a un integrante. Mi amada esposa, la tercer esposa pero a quien amé de verdad, Christa, la Rosa Blanca, ella murió. Muchos en esta casa nos lamentamos mucho, por lo que pediré un minuto de silencio en su memoria.- en ese entonces, todos bajaron la cabeza y tal cual, quedaron callados por un minuto. Entonces, Karl Heinz continuó.

-Pero si un miembro se va, otros se integran. Esta noche, tengo más buenas noticias que malas. El segundo anuncio, es que ahora hay un nuevo líder en la familia Sakamaki y es mi hijo Kanato, quién ahora contrajo matrimonio con su amada esposa Drianna y hay un nuevo heredero, que es el producto de este amor incondicional: Hikaru. Con esto, no sólo hay nuevo líder y heredero, también hay un lazo y alianza entre los licántropos y los vampiros. Y bien, las buenas nuevas siguen llegando. El tercee anuncio, es que tres de mis hijos ahora estan comprometidos para tener más felicidad en sus vidas todavía. Mis hijos Raito, Reiji y Subaru ahora se prepararán para el siguiente paso en sus vidas. Carrie White, Harusame y Astrid, ustedes son y siempre serán bienvenidas a esta familia.-

Todos mientras escuchaban el discurso de Karl Heinz, aplaudían a quienes "señalaba" mientras que los mismos sonreían, abrazaban y besaban a sus novias. Quién quedó demasiado sorprendida fue Astrid, pues nadie le dijo nada, pero tras recordar la primera propuesta de matrimonio de Subaru, aquel a quien consideraba la peor de las bestias, sonrió, pues con todo lo que el vampiro estaba haciendo por ella, se dio cuenta de que él era un hombre diferente y que estaba dispuesto a ganarse su corazón. Subaru la miró y le tomó la mano. -Astrid, vamos afuera, quiero hablar contigo.-

-Si Subaru.- Asintió ella y salieron hasta el jardín, pasando a toda la gente que los empezaba a felicitar.

Afraid of the Beautiful Beast (Diabolik Fanfics de Romance) Vol.4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora