CAPITULO 5

8.8K 454 54
                                    


CAPITULO CORREGIDO

Como el día anterior tuve que madrugar pero esta vez por culpa de mi padre, quien con insistentes golpes apareció en mi cuarto.

-Debes empacar tus cosas que ya han conseguido una habitación para ti en el edificio de chicas –Fue lo primero que dijo cuando abrí la puerta.

-Buenos días –Murmure restregando mis ojos con mis manos -¿No venias la próxima semana?

Hoy recién era miércoles y lo encontraba tocando mi puerta a punto de derribarla.

-Lola –Mascullo un Matt desde su cama –Dile a quien sea que este del otro lado de la puerta que le pateare el culo.

-Matthew –Habló mi padre mirándolo desde el otro lado de la puerta –Tócame el culo y embargare hasta tus hijos.

Rodé los ojos. Odiaba que siempre tenga que restregar su plata.

-Mejor sigo durmiendo y hacemos cuenta que esto nunca pasó –Y así como lo dijo, Matt se dio vuelta y siguió durmiendo.

-¿Quiénes serán mis nuevas compañeras? –Pregunté.

Tomó una hoja A4 doblada y me la entregó: -Me lo dio la directora, cualquier pregunta házsela a ella.

Asentí y leí los nombres: Emily Gomez y Bárbara Lawiniks. Bien, por lo menos estaría con la hermana de Matt.

-¿Tu que vas a hacer? –Pregunté al verle impaciente mirando su reloj.

-¿Qué quieres que haga? –El sarcasmo fue evidente –Me voy a visitar a un amigo de Liverpool hasta el sábado, luego vuelvo a California.

Mordí mis labios. Sabía que ya no le creía lo del amigo de Liverpool pero preferí no contradecirlo para no dejarle tan mal visto frente a mi compañero.

-¿Quieres que te ayude a llevar las cosas a tu nueva habitación? –Negué al instante.

-Tengo que preparar todo –Me apoyé contra el umbral –Voy a pedirle ayuda a Augusts.

-Bueno, como quieras –Hubo unos segundo de silencio en los cuales su ceño se frunció a más no poder -¿Dónde ésta?

-¿Quién? –La pregunta se escapó de mis labios, sin embargo al instante comprendí a quien se refería: Augusts.

-Tu hermano Lola –Aclaró seco -¿Dónde está?

Me encogí de hombros. Con decirle que estaba durmiendo mentiría y él lo notaria, por ende la mejor opción era decirle la verdad.

-No apareció anoche –Tosí fuerte tratando de despertar a Matt.

-¿Cómo que no apareció? ¿No sabes dónde ésta? –No había rastro de preocupación en su rostro, pero la voz le rebelaba.

-Ésta en la habitación de Jack –Aclaró un risueño Matt –A los imbéciles se les rompió una madera y buscaron ayuda en tu hijo.

Mi padre asintió, no muy convencido, pero su expresión se relajó.

-Más te vale está diciendo la verdad, Matthew –Se aclaró la garganta –Me llegó a enterar que estuvo con alguna chica, vos pagaras los pañales.

Mi expresión me delato, aun más porque hablaba en serio, muy en serio.

-Perdón señor West –Matt le miraba fijo pero con una expresión de burla en el rostro –Ambos sabemos que eso no será posible, estaré embargado, usted lo dijo.

-No te pases de vivo –Le señalo y me miró –Matente alejada de éste.

Rodé los ojos y suspire: -Está bien.

Ya no soy la MISMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora