CAPITULO 40

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Las siguientes semanas fueron de las más complicadas, el último trimestre estaba por acabar, los profesores nos llenaban de exámenes y las contantes insistencias por parte de Lindsay por llamar la atención de Codwells me irritaban y lograban que me enojara seguido con él.

-Último trabajo practico del año –El profesor de geografía vestía una remera azul que me llamaba más la atención de lo que él hablase –Deberá ser entregado en cuerpo y forma, la fecha será el próximo lunes 23 -Una serie de quejidos resonó en el aula –Sé que es la próxima semana, pero es la última opción, ustedes no quieren un examen...

Odiaba ésta época del año, los profesores se tomaban la atribución de darle a sus alumnos trabajos y exámenes para ponerle una nota final a último momento.

Cuando la clase término me dirigí al salón, puesto que la directora quería dar un comunicado acerca del baile de fin de año que sería dentro de dos semanas.

-Lola –Jack venia corriendo hacia mí – ¿Vas a escuchar la charla de la bruja?

Solté una carcajada.

-¿Es que acaso tengo otra opción? –Pregunté burlona.

-Supondría que no.

El salón se encontraba lleno de alumnos, los gritos de varios profesores tratando de callar a todos se hicieron presentes cuando la "bruja" subió al escenario.

-Alumnos –Su voz hizo eco –Les cite hoy, para hablar acerca del baile de fin de año y la graduación. Como ustedes saben, son dos eventos importantes en cada colegio.

Los alumnos de último año asintieron con ganas, mi hermano apretujaba sus dedos con fuerzas. Le había entregado la carta de Pamela luego de haber estado con Francisco. No sabía si habían arreglado las cosas o no, pero de lo que estaba segura era que la tristeza recorría su rostro, para ser su último año, no quería abandonar el colegio y menos la secundaria.

Cuando termino el discurso de la directora me dirigí al comedor, donde una ronda ser armaba en el centro de éste. Lindsay.

La rubia se encontraba en el medio gritándole a una chica de aspecto similar al de ella. Vestida con el uniforme y un moño bastante exagerado que sostenía su cabello en una perfecta coleta.

-¿Qué pasó? –Pregunte al estar lo suficientemente cerca como ara ver la pelea entre las dos chicas.

-Ella es Alexia –Un chico de gafas me contesto –Es tres años menor que ella.

Asentí. Pero el chico no continúo lo que me hizo golpearle el hombro y decirle que prosiga con la historia.

-Divulgó que Lindsay se había acostado con el profesor de ética y que le había contagiado clamidia.

-¿Clamidia? –Pregunté.

-Si. –Estiró más su cuello –Es por eso que no tenemos clases.

Me quede pensando. Es verdad, desde que había comenzado el último trimestre las clases de ética habían sido canceladas, en un momento no le di importancia pero ahora me mataba la curiosidad el saber si era verdad.

-¡Dile que es mentira! –Exclamo con fuerza Lindsay -¡Di que inventaste todo porque no tienes nada mejor que hacer!

Rodé los ojos. Esta chica amaba ser el centro de atención.

-Es mentira –La chica puso los ojos en blanco mientras hablaba, sin embargo la sonrisa de Lindsay se agrandaba con cada palabra que pronunciaba –No tenía nada que hacer y te vi ahí tan perfecta y pensé, ¿Por qué no la embarramos con algún chisme estúpido?

-¿Por qué me embarrarías con un chisme estúpido? –La chica la miro con cara de póker –Te pregunto porque nose.

-Dijiste que tendría que decir nada de eso –Admitió la chica. Una serie de exclamaciones recorrió el lugar.

La cara de Lindsay se abrió en una perfecta O, estaba actuado, era obvio. Al ver que su mentira había comenzado a aclararse se dio media vuelta frustrada empujando a los presente a través de codazos.

Una vez terminado el show, me dirigí a la mesa de siempre, Matt y Jack ya estaban sentados comiendo pastas. Chase llego con una inusual sonrisa. Barbará trataba de sostener su celular con el hombro mientras sostenía su bandeja y una cartera.

-Menuda mañana –Dijo Augusts al vernos a todos –Creo que éstas últimas semanas son las que más rápido se pasan en el colegio.

Se sentó a mi lado y me quito la botella, tomó un trago y luego la devolvió a su lugar, mi bandeja.

-Buen día –Francisco se acercó a nuestra mesa con una sonrisa -¿A que no saben quién se me declaro hoy?

Bajé el tenedor y tragué con fuerza. Luego le mire curiosa, debía de ser una broma.

-¿Quién? –Preguntó Jack interesado.

Chase rodó los ojos, se notaba que entre ellos había tensión. Dolía admitir que todo era mi culpa, si no me hubiera involucrado con ninguno todo estaría bien, sin embargo, si no me hubiera involucrado con ellos, hoy no podría contar lo intenso que fue mi año a comparación de los demás.

-Lindsay.

Mi mundo paró de golpe, tanto que había pasado por alto sus insistencias hacia mí, ella se tomó la atribución de hacerlo por su cuenta. Menuda autoestima.

-¿Lindsay? –Barbara parecía asqueada -¿Qué vas a hacer?

-¿Qué va a hacer con qué? –Preguntó Emily al acercarse a la mesa y sentarse con nosotros.

-Lindsay se le declaro a Codwells –Dije con desprecio. Barbara me miro mal, en señal de que cierre la boca.

Me encogí de hombros y escuche como hablaban.

-Nada, ¿Qué voy a hacer? –La pregunta me sorprendió, ¿Qué se suponía que debía hacer? –Me pregunto si no quería acompañarla al baile.

-¿Te lo pregunto así sin más? –Emily parecía confusa.

-Así es –Jugó un rato con la comida y me miro –Me dijo que estaba interesada en mí y que le gustaría que vaya al baile con ella, porque después de todo lo que se andaba hablando sobre la clamidia y demás, ya nadie quería ni tocarla.

-¿Y? –Pregunté furiosa –Le encanta ser el centro de atención, y si andan rumores sobre ella es porque se los merece.

-Lola –Francisco estaba serio –Es su último año debe pasarla mejor que tú.

Ahí comprendí todo, él sentía lastima de ella, no quería que pasase un ao de mierda, quería compadecerla y serle útil de alguna manera. Pero estaba mal, Lindsay no necesitaba compasión y menos de Francisco. Ella necesitaba humillar para sentirse bien, saber que había gente que hablaba sobre ella y opinaba le hacía bien.
A medida que recapacitaba y meditaba cada pensamiento la respuesta fue clara:

-¿Qué le dijiste? –Pregunté clara.

Temía la respuesta, hacer le bien a alguien que ha hecho tanto mal no era lo mejor. Esa chica necesitaba saber a cuantas personas había herido y echo sentir mal, agradecía de no haber sido una de ellas, le había colocado los puntos necesarios para que sepa que meterse conmigo no era una buena idea, siempre iba a estar dispuesta a atacar.

Esperé la respuesta pero no llego.

-¿Qué le dijiste? –Pregunte una vez más.

-Si –Contesto con una expresión dura –Iré al baile con ella.

Ya no soy la MISMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora