Ya no soy la MISMA

CAPITULO 8

-¿Qué quieres?- pregunte cuando lo vi sentado en una de las banca.

 -Nunca un “hola” ¿cierto?- respondió parándose de la banca y dirigiéndose hacia donde yo estaba.

-No te hagas el idiota y decime, así me puedo ir- conteste cortantemente.

-Esta bien- suspiro- ¿Quieres ser mi novia?

 -No, lo siento- respondí con algo de angustia al no poder decir “si”-Matt, tu eres el novio de Lindsay y aunque ella no me caiga bien no la voy a lastimar engañándola con su propio novio- Esas palabras me dolieron como el infierno ya que a Matt lo quería un montón pero no de esa forma.

 -Anda Lola, con Lindsay puedo terminar- contesto con un opaco brillo en los ojos.

 -No, lo siento.

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-Lola, sal de ahí desde anoche que estas encerrada en le baño, y ya me urge ir- grito Bárbara desde el otro lado de la puerta del baño que era donde yo me encontraba encerrada desde la noche anterior, luego que Matt me pidiera ser su novia.

 -No, quiero- grite.

-Lola, abre la puerta, por favor soy tu amiga y me puedes contar lo que sea, anda abre la puerta- suspire y destrabe la puerta.
Mi cara era un horror, rímel cayendo de mis ojos, labial esparcida por todos lados, ojos hinchados con ojeras, y una expresión más que triste

 -¿Qué paso? – pregunto Bárbara impresionada al ver mi bellos rostro como un payaso. Suspire y comencé a llorar de nuevo, nunca me había sentido tan frágil por decirle “no” a una persona era la primera vez en mi vida que lloraba por decir una simple y corta palabra.

-Ma-aa-ttt—m—eee pppippipi-diooioooosio-s.e, err- susususs nn, n.n.n.oov….i.a. a- tartamudee mientras intentaba calmarme.

-¿Qué?, no te entendí, tranquilízate, respira hondo y cálmate.

Luego que me tranquilice un poco logre hablar.

-Matt, me pidió ser su novia- comencé a llorar nuevamente.

-¿Qué le dijiste?

-Que no, aunque Lindsay no me caiga bien no pienso salir con Matt para lastimarla a ella-suspire- créeme ya e ha pasado y ha sido lo peor del mundo, que tu novio te engañe con otra chica.

-Me parece perfecta la decisión que tomaste y muy madura, pero cuéntame que paso el porque de estar tan triste.

-Nose porque lloro en realidad no tengo idea, pero cuando yo tenia doce años, yo estaba totalmente enamorada de mi mejor amigo, el era re bueno conmigo y todo, empezamos a salir y la relación duro dos meses hasta que me entere que estaba saliendo con una chica que me odiaba, su nombre era Marie, ella no me quería porque según ella yo le había robado a su “amigo” y que yo era muy agrandada con todos, aunque siempre en mi antiguo colegio nunca pude ser perfil bajo, siempre resaltaba por mi hermano y sus amigos, porque luego que me halla pasado eso con mi mejor amigo, los únicos que me entendieron y me acompañaron fueron mi hermanos y sus amigos.

-¿Entonces no quieres que Lindsay sufra lo que a vos te paso con ese chico?

-Exacto- le dedique una sonrisa –No quiero que ella sufra como yo, por un engaño de la persona que vos más quería.

-Ven, vamos al comedor, arréglate un poco, que hay que ir a desayunar y yo tengo que ir al baño.

-Ok, ¿y Emily?

-Ella ya se fue al comedor.

Me levante y me duche para relajarme un poco, ya que no había dormido nada, con un corrector y tapa ojeras tape todo el desastre que tenia en mi cara por el llanto; me vestí con el uniforme, pollera y camisa blanca, corbata y los zapatos altos que acostumbraba siempre a usar pero decidí agregar un can-can de encaje negro a mi uniforme ya que el invierno se acercaba y debía estar mas abrigada.

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Me senté donde siempre en la mesa “popular” o “más importante”, con mi bandeja del almuerzo, pero note que Matt no estaba en la mesa.

-¿Te enteraste?- me pregunto Jack, con una ceja levantada.

-¿Qué?- respondí confundida porque no sabía a lo que se refería.

-Matt y Lindsay terminaron por un engaño de el- contestó Chase uniéndose a la conversación.

-Ha, ¿Qué paso?- pregunte algo cortante ya que en realidad no me interesaba lo que haga ese papanatas.

-Lo que escuchaste, Matt engaño a Lindsay con una chica nueva de acá pero todavía no se sabe quien es; se rumora que la chica y Matt estaban saliendo desde que empezaron las clases y que muchas veces vieron a Matt caminando con una chica alta y castaña, aunque puede ser cualquiera de acá- dijo Jack nuevamente.

Eso si me hacia sentir identificada con la supuesta “Novia” de Matt.

-Estoy feliz por el, ya que ella también lo engañaba con un chico de veinte años, y aparte separarse de ella es lo mejor que podes hacer en tu vida, créanme fui novio de ella durante los peores seis meses de mi vida- dijo Chase mientras miraba por todos lados para ver si ella y sus “amigas” o Matt venían a la mesa.

Luego de eso ya nadie hablo y decidí terminar mi desayuno sin decir absolutamente nada, ya que podrían sospechar que la “misteriosa novia” de Matt podría ser yo sin siquiera saberlo.

Termine mi almuerzo y salí corriendo del comedor, tan apurada que me choque con una mesa y me caí haciendo que otro chico de un año menor me tirara todo su desayuno encima de mí.
Minutos después me encontraba en el baño con una bella mascara de cereal integral mezclado con leche chocolatada sobre mi pelo, intentando quitar todo lo que estaba en mi pelo.
Me lave el pelo con un poco de agua fría que salía allí, lo seque moviendo mi cabeza y salpicando el espejo el baño.

(…)

Entre en la clase de Historia, la cual ya llegaba demasiado tarde como para presentarme pero bueno la intensión es lo que cuenta.

-Señorita West, ¿Cómo se le ocurre presentarse a mi clase cuando ya esta por acabar?- pregunta el profesor cuando entro al aula sin pedir permiso.

-Es que su cabello también tenia que desayunar- se escucho una voz por el fondo, a la cual la acompañaron algunas risas de mis otros compañeros. IDIOTAS

-¿Disculpe?- me pregunto nuevamente el profesor.

-Me caí en el comedor y un alumno me tiro su desayuno encima de mí- respondí poniéndome a la defensiva.

-Esta bien, tome asiento pero para la próxima ni se esmere en ingresar a clase ¿Esta claro?

-Si, señor- respondí dirigiéndome a mi asiento, el cual estaba ocupado por otro chico que nunca había visto.

-Muévete, ese es mi asiento- gruñí mientras apuntaba a mi hermosa silla donde me sentaba siempre.

-¿Y si no quiero?- me pregunto aquel idiota que estaba en mi asiento con una sonrisa de lado.   

-¿Hay algún problema, señorita West?- se percato el profesor

-Saca tu maldito trasero de mi jodida silla- ordene.  

-¿Qué harás si no lo hago?- insistió nuevamente aquel mono viviente. –Soy malditamente lindo para que vos me hagas algo.  

Eso me puso los pelos de punta ya que el día no iba de peor en peor, y este marica no me lo iba a empeorar mas de lo que estaba, así que tome aire y puse mis manos sobre MI banco y tire todo lo que había en el asiendo que la carpeta que acababa de tirar se abriera y dejara esparcir todas las hojas que estaban en ella.

-Ups.- dije mientras veía todas las hojas de la carpeta esparcirse por el lugar.

 -Me las vas a pagar- respondió entre dientes el idiota.

-West, Codwells a la oficina del director- grito el profesor al ver nuestras escenas y los cuchicheos de nuestros compañeros no ayudaban.